Estilos de liderazgo positivos, ¿con cuál te identificas?
Si hay un componente absolutamente necesario en los estilos de liderazgo actuales es la actitud positiva, es decir, aquella disposición de poner todo de nuestra parte para alcanzar los objetivos que nos hayamos propuesto.
Desafortunadamente, no todos los líderes empresariales y de proyectos de negocio son positivos. En algunos predominan elementos como el negativismo, la dificultad para adaptarse a los cambios, el inadecuado manejo de emociones, el autoritarismo y otros que dificultan su labor como referentes.
Estilos de liderazgo: ¿qué entendemos por actitud positiva?
Un líder positivo no se define sólo por llevar una sonrisa en cada momento. Si bien es importante que dicho gesto acompañe su labor cotidiana, la actitud positiva tiene que ver con una cosa mucho más compleja y estratégica.
Ser positivo es un estilo de vida. Tiene que ver tanto con el ánimo con el que encaramos los numerosos retos de la dirección y gestión como con la disposición, la adaptación a las situaciones, la motivación y el placer de hacer lo que nos gusta.
Esto no quiere decir que un líder ponga un rostro agradable siempre y haga como si no existieran las situaciones negativas. Por el contrario, de lo que se trata es de gestionar con acierto dichas situaciones pero, sobre todo, con el convencimiento de que se logrará un buen resultado, independiente de si se es así o no.
El líder positivo siempre mira hacia delante, sea cual sea el panorama que aparezca en su campo de visión: aporta, construye, suma, disfruta y actúa.
Cinco estilos de liderazgo positivos que debes conocer
Sin embargo, en la actualidad no basta con aludir a los estilos de liderazgo positivos. Convendría mirar cuáles son los principales estilos de liderazgo positivos que marcan la diferencia en la actualidad. Mira la siguiente lista ¿Te reconoces en alguno?
- Líder carismático:
Es entusiasta por naturaleza. Tiene la capacidad suficiente para influir de manera positiva en el estado de ánimo de sus colaboradores y de arrastrarles hacia objetivos comunes. Son emprendedores, hábiles y saben adaptarse a cada situación.
- Líder transformador e impulsor de cambio:
Su característica principal es la visión de futuro: siempre tiene en mente lo que está por venir y prepara a sus colaboradores para ello. Los hace mejores, les anima a que se superen. Tienen una gran habilidad para la comunicación.
- Líder democrático:
Su actitud positiva se refleja en la apertura hacia los otros. Siempre está dispuesto a oír a sus colaboradores y a compartir experiencias y opiniones. Este rol aumenta la autoestima de los miembros de los equipos y potencia las relaciones entre ellos.
- Líder orientado hacia el equipo:
La máxima prioridad de este liderazgo es la organización, la planificación y, sobre todo, el predominio del bienestar humano. Fomenta elementos como la innovación, la creatividad y la cooperación.
- Líder que deja hacer:
La confianza en su equipo de trabajo es el fundamento de este tipo de líder. Delega acciones con la seguridad absoluta de que sus colaboradores tienen la capacidad suficiente para asumirlas y obtener buenos resultados. Aunque aparentemente no se ocupa de nada, siempre está al tanto de lo que ocurre.
Ahora que ya conoces los principales estilos de liderazgo positivos que predominan en el ámbito directivo, el asunto pasa por saber cuál de todos te gustaría llegar a ser. Recuerda, lo importante es la actitud con la que asumas tu rol.