La innovación es intuición y persistencia
Innovar es encontrar la manera de hacer algo nuevo, que nunca se ha hecho antes o diferente. Pero también puede ser descubrir lo que tenemos escondido ante nuestros ojos bajo la niebla y gracias a un oportuno rayo de sol queda a la vista.
Pero la innovación no solo requiere ver lo que nadie ve, sino que aún más importante es que uno debe prepararse a tener que luchar por hacer ver a los demás lo que uno ha visualizado de forma clara. Esto es lo más importante en el innovador, la capacidad de resistir la oposición del statu quo.
Recientemente han aparecido noticias que hacen prever el descubrimiento de una tumba oculta detrás de la tumba del faraón Tutankamón, y que podría ser la de la reina Nefertiti lo que supondría un hito en la arqueología del siglo XXI. Pero lo relevante de este acontecimiento es que se producirá como consecuencia de la persistencia de un egiptólogo, Nicholas Reeves, que se dedicó a estudiar los resultados de un escaneo tridimensional que se utilizaron para construir una réplica exacta de la tumba de Tutankamón. Como es habitual cuando se producen anuncios que distorsionan el statu quo existente se tiene que luchar contra las opiniones contrarias, lo cual es una situación que no es exclusiva de la arqueología, ya que en todas las carreras que se pueden cursar en cualquier universidad del mundo podemos encontrar ejemplos de personas que fueron en contra de la opinión establecida y, gracias a su persistencia produjeron cambios relevantes en lo que hasta ese momento se consideraba como cierto.
En muchos casos el origen de sus innovaciones en conocimiento surgieron como consecuencia de desarrollos tecnológicos que no existían anteriormente, o bien dando usos no previstos a tecnologías originarias de otros sectores. Tal como es este caso en el que el uso del escaneo tridimensional para fabricar una copia se ha utilizado para descubrir lo que hasta ese momento estaba oculto, el rayo de luz que desvanece la niebla.
De esta experiencia podrían aprender muchas empresas, especialmente las pymes que tienden a ser más eficientes en la traslación de tecnologías pero que muchas veces adolecen de la ausencia de propensión a permitir que sus innovadoras asistan a formación de tecnologías radicalmente distintas a las que se usan en el sector, cuando pueden ser las que les permitan alcanzar posiciones de liderazgo a medio plazo.
Aunque alrededor de Nefertiti hay otra noticia que incide en la innovación, o más bien en la protección de la innovación frente a la competencia; y esta es la difusión en la red de un archivo con los datos tridimensionales del busto que se encuentra en Berlín, la noticia parece que tenga poca importancia si no fuera por el hecho que la copia fue realizada por dos jóvenes mediante el uso de escáneres tridimensionales que llevaban escondidos dentro de sus chaquetas que después lo pusieron a disposición del público en la red. Ahora con el archivo en la red cualquiera con una impresora 3D puede tener una réplica en su casa.
¿Y esto porque es importante en protección de la innovación? Porque las tecnologías de escaneo tridimensional están alcanzando tal grado de eficiencia y reducción de tamaño que cualquiera que entre en un departamento donde se desarrollen nuevos productos puede hacer escaneos de lo que se está desarrollando si no se toman las medidas oportunas. En los años 50 del siglo pasado fue un tema recurrente ver a ciudadanos japoneses haciendo fotografías de todo lo que encontraban para poder copiarlo y producir productos similares, hoy en día las cámaras pueden ser escáneres. Aunque también hay que tener en cuenta que en el espionaje industrial las técnicas son cada vez más diversificadas pero tienden especialmente a realizarse por intrusión en las redes informáticas de las empresas.