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Aspectos clave para el liderazgo empresarial en el siglo XXI

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A principios de los años 80, con la aparición de los primeros programas informáticos y los avances tecnológicos que más adelante servirían de marco para la expansión de Internet, el sector empresarial fue consciente de que era necesario renovar los estilos de liderazgo conocidos hasta ese momento.

Esta necesidad de renovación se hizo más latente a inicios del nuevo siglo. Estaba claro que, más allá de la nomenclatura, no sería lo mismo desenvolverse en la gestión de empresas en el siglo XX que en el XXI.  Nuestra época está marcada por la consolidación de Internet como motor de muchos de nuestros hábitos, así como por la gran cantidad de información, la agilidad y la velocidad de la misma, las múltiples herramientas digitales, la disminución de las jerarquías y las nuevas formas de comunicación. Tanto los nuevos directivos como los que deseen adaptarse a las exigencias del siglo XXI no pueden ignorar estas características de nuestro tiempo. Por tanto, tienen que estar preparados y reunir una serie de cualidades que les permita estar a la altura de los retos empresariales del siglo XXI.  

¿Cuál debe ser el perfil del nuevo líder?

Vayamos a cosas concretas. Antes que nada, el líder del siglo XXI se encontrará con un escenario altamente competitivo, que cambia de forma constante y en el que es preciso el manejo de las nuevas tecnologías y la aplicación de modelos directivos que promuevan espacios de participación entre sus colaboradores. O sea, que descrito el escenario sobre el que edificará su modelo de liderazgo, tendrá que desarrollar al menos estas siete habilidades:

1) Innovación. Quien no innova es porque no ha aprendido nada de los tiempos que corren. Las ideas fijas ya no tienen cabida en un escenario como el de ahora, donde las tendencias son breves, momentáneas y lo único seguro es el cambio. Quien innova, sobrevive; innovar es ser creativo, adaptarse y renovarse.

2) Conectividad y comunicación:

Si quiere mantener una buena relación con sus colaboradores, el líder del siglo XXI no puede ignorar las herramientas y los recursos que existen para tal fin. Deberá saber que las conexiones ya no son sólo físicas, sino también (y sobre todo) virtuales, y que tanto la interacción como la comunicación también ocurren en lo digital. Esta guía podrá ayudarte con algunas técnicas.

3) Inteligencia colectiva:

Una de las características de la empresa del siglo XXI es que sus jerarquías, aunque no desaparecen del todo, al menos se difuminan. Es decir, no determinan de antemano las relaciones entre el líder y sus equipos. De esta forma se deja fluir el talento colectivo y se fomenta la participación y los modelos democráticos.

4) Aprendizaje permanente:

Ya lo hemos dicho: el mundo cambia a menudo, y como tal hay que aprender cada día lo que ayer dábamos por sentado. Hasta los retos se renuevan.

5) Inteligencia emocional:

Muchos liderazgos del siglo XX fueron excesivamente racionales. El siglo XXI requiere líderes que dejen de depender de ese esquema y escuchen sus emociones y las de los demás. El buen líder empresarial es el que usa tanto la razón como el corazón, ya sea para sí mismo como para quienes le rodean.

6) Influencia social:

Ojo, pese al enorme protagonismo de la esfera social, el líder no debe olvidar su rol de agente social. Y no sólo hablamos a nivel interno, sino también externo. Los líderes del siglo XXI son carismáticos y gozan de prestigio y reputación en sus sectores. De hecho, muchos se convierten en ejemplos a seguir.

7) Empatía:

Por eso mismo, porque su labor es en el fondo social, el líder empresarial del siglo XXI no debe olvidar el aspecto humano de su función. Recordemos que ninguna empresa, por más aislada que se encuentre, deja de tener algún tipo de impacto en los entornos o sociedades en las que opera. La conciencia del beneficio social y el carácter solidario y altruistas tampoco pueden faltar en esta lista de cualidades.