tolerancia a la frustración

Cómo mejorar la tolerancia a la frustración entre tus trabajadores

Blog |

En el mundo laboral de hoy, donde las dinámicas del trabajo están en un proceso permanente de cambio, es fundamental que los empleados sepan manejar la frustración que muchas veces experimentan en este ámbito. Esta habilidad se ha vuelto clave para que cualquier organización tenga éxito y mantenga un buen ambiente de trabajo.

La frustración, que a menudo surge por obstáculos inesperados, expectativas no cumplidas o presiones externas, y que en ocasiones desencadena en una frustración emocional, puede perjudicar tanto el rendimiento de cada persona como el clima laboral en general. Por eso, desarrollar la tolerancia al fracaso, no solo mejora la salud mental y el bienestar de los colaboradores, sino que también es crucial para mantener la productividad y fomentar un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.

Si te interesa este tema, desde OBS te invitamos a seguir con la lectura de este post, en el que estaremos compartiendo algunos indicadores acerca de la baja tolerancia a la frustración, la importancia de controlar la frustración emocional, y algunos consejos para manejar el estrés que esto provoca.

Indicadores que alertan de una baja tolerancia a la frustración

Es común que en ciertos momentos de nuestra vida laboral nos invada la sensación de frustración. Esto es inherente a cada ser humano, debido a que siempre nos creamos ciertas expectativas de la realidad, y cuando no se cumplen, ya sea por razones externas o internas, solemos reaccionar con cierto descontento, insatisfacción, malestar, en definitiva, con cierta frustración.

Ser tolerantes con nosotros mismos y con las dificultades que se nos presentan en el ámbito laboral, es parte inherente de la capacidad del ser humano de aprender a vivir en un contexto que cada vez nos pone nuevos desafíos a superar. Los seres humanos estamos acostumbrados a movernos en una zona de certeza que nos garantiza cierta estabilidad emocional y seguridad, pero de lo que se trata es de desarrollar recursos para lidiar con la incertidumbre, que es más frecuente de lo que imaginamos.

Aprender a vivir en la incertidumbre implica reconocer que somos vulnerables, y que los obstáculos forman parte del proceso de crecimiento y desarrollo personal y profesional. Esta situación hará que estemos, de manera permanente, alertas a modificar las estrategias en caso de que no logremos alcanzar nuestros objetivos. De esta forma podremos superar, con mayor nivel de tolerancia, la frustración que muchas veces generan estas situaciones

Para los directivos de empresa, la cuestión fundamental radica en saber detectar a tiempo estas señales en sus trabajadores para poderlas superar. La baja tolerancia a la frustración en el trabajo puede manifestarse de diversas maneras, y es crucial que los líderes y gestores estén atentos a los indicadores que puedan señalar esta problemática.

Dentro de los indicadores más frecuentes de una baja tolerancia a la frustración en el lugar de trabajo, podemos citar:

Aumento de los conflictos interpersonales

Los empleados con baja tolerancia a la frustración suelen reaccionar de forma exagerada ante contratiempos menores, lo que puede provocar discusiones frecuentes y generar un ambiente de trabajo tenso.

Disminución en el rendimiento y calidad en el trabajo

Esto es producto a la desmotivación que genera la frustración en los trabajadores, unido a una falta de compromiso y responsabilidad con sus funciones.

Incremento de las ausencias y bajas por enfermedad

La incapacidad para manejar el estrés que provoca la frustración, puede llevar a serios problemas de salud mental  y física, como agotamiento, ansiedad, depresión, lo cual puede incidir en la continuidad del trabajo y, es por ello, que son más proclives a tomar días libres para su recuperación.

Actitud general ante el trabajo

Es importante prestar atención a los estados de ánimo de los colaboradores. La frustración puede generar comportamientos de negatividad, cinismo e indiferencia hacia el trabajo, lo que no solo deteriora el ambiente laboral, sino que puede ser un factor de contagio negativo para el resto del equipo.

¿Cómo distinguir la tolerancia al fracaso, de la tolerancia a la frustración?

La tolerancia al fracaso se refiere a la capacidad que tiene el sujeto de asimilar, aceptar, corregir y aprender de los errores o situaciones negativas que experimenta, mientras que la tolerancia a la frustración se relaciona con la capacidad de manejar los obstáculos y las dificultades que se le presentan en el camino hacia el logro de un objetivo.

Por ejemplo, un empleado con alta tolerancia al fracaso, tiende a ver los errores como oportunidades de aprendizaje y crecimiento, y como tal lo proyecta en su comportamiento, a diferencia de aquellos que, con una baja tolerancia, pueden desanimarse fácilmente, caen en la procrastinación y experimentan una sensación de incomodidad y malestar exagerado.

Por otra parte, aquellos sujetos que tienen una elevada tolerancia a la frustración son capaces de manejar los obstáculos cotidianos y las interrupciones inesperadas, con más calma y buscando soluciones prácticas y operativas, a diferencia de aquellos que los invade el estrés y reaccionan con irritación, ansiedad e incluso, pueden llegar a abandonar la actividad que realizan.

La importancia de controlar la frustración emocional en el entorno laboral

Saber manejar la frustración emocional en el entorno laboral, es una capacidad que nos hace asumir los desafíos más complejos a los que nos enfrentamos, pero también tiene un impacto muy favorable en el ambiente de trabajo y las relaciones que se establecen.

Pero, ¿cuáles pudieran ser los beneficios para la organización, el hecho de contar con trabajadores capaces de controlar la frustración emocional?

  • Influye en el rendimiento y la productividad: Estos trabajadores tienden a ser más eficientes y productivos en su desempeño.
  • Evita la presencia de errores: Como consecuencia del control emocional, suelen suceder menos errores que inciden en la calidad del trabajo.
  • Mantiene relaciones interpersonales saludables: Las dinámicas en los equipos de trabajo pueden verse fortalecidas, al saber gestionar mejor la comunicación, establecer patrones de confianza en las relaciones, incidir en la cohesión grupal y buscar soluciones positivas a los conflictos.
  • Mejora el clima laboral y reduce la fluctuación: Los trabajadores que se sienten apoyados y valorados son más propensos a permanecer leales a la empresa, reduciendo la rotación y los costos asociados con la contratación y capacitación de nuevos empleados.

Consejos sobre cómo manejar el estrés y aumentar la tolerancia a la frustración

Contar con recursos personales para manejar el estrés que muchas veces genera el ambiente de trabajo, y aumentar la tolerancia a la frustración que provocan determinadas situaciones, es fundamental para mantener un clima laboral saludable y productivo.

Desde OBS te ofrecemos algunas recomendaciones para que, en caso de te vieras envuelto en una situación que te ha impedido lograr un propósito o meta, y te invada la frustración, puedas tener recursos para manejarla.

Ajusta tus expectativas

Intenta acomodar esas expectativas de manera que puedan ser objetivos alcanzables en un corto o mediano plazo.

Acepta la posibilidad de cometer errores

Todos los seres humanos somos vulnerables en algún momento, y cometer algún fallo es más común de lo que imaginamos, por tanto, si se asume como parte del proceso de aprendizaje, seremos capaces de procesarlos con menor frustración.

Posibilidad de expresar tus emociones

Ante la frustración, date la posibilidad de expresar tus emociones. Comparar tu percepción del problema con las de otras personas, hará que ganes en claridad y puedas expresar un malestar que, muchas veces, es necesario compartir.

Tomar distancia de tus emociones y observarlas desde otra perspectiva

Intenta salir de aquellos pensamientos que generan ese estado emocional negativo. Mirar el fenómeno desde diversas perspectivas, hará que tengas un ángulo de posibilidades mucho más abierto.

Saber manejar las frustraciones en la vida laboral, no sólo influirá en tu estado de ánimo, en tu salud mental, en la disposición a trabajar y tener un mejor desempeño y disposición para colaborar, sino que es determinante para el buen clima laboral y el funcionamiento óptimo de tu equipo.

Por esa razón, es importante que tomes en cuenta los consejos que en este post hemos puesto a tú disposición, más otros que puedan ofrecerte especialistas en el tema. Para los directivos es fundamental que estén pendientes de las reacciones, actitudes y comportamientos de sus colaboradores, y tratar de focalizar la verdadera causa de posibles estados de malestar y frustración, para proponer estrategias seguras y eficaces para mejorarla.

Si te ha interesado la lectura de este post, y quieres continuar profundizando en temas asociados a la gestión de recursos humanos, desde OBS te invitamos a que visites nuestro Máster en Dirección de Recursos Humanos y Gestión del Talento.