Aprende a redactar un informe financiero para tu negocio
De los documentos que se generan en el interior de una empresa, el informe financiero es sin duda uno de los más importantes. Gracias a él podemos conocer nada más y nada menos que el estado financiero de un negocio en un período previamente determinado.
Lo curioso es que, pese a tener tanta importancia para el presente como para el futuro de cualquier compañía, no todos los directores o gerentes le prestan la atención que deberían o simplemente no saben redactarlo de manera eficaz. ¿Es tu caso?
Elementos clave para la redacción de un informe financiero
El informe financiero es un documento corporativo que no se hace porque sí. Antes de su redacción, es preciso identificar cuál es la intención de la empresa y, sobre todo, qué objetivos concretos persigue el documento. Estas son dos condiciones que a priori se revelan absolutamente necesarias en este proceso.
Además de ello, debe existir una serie de elementos que le darán forma y cuerpo a este documento. Pueden ser tanto fuentes directas para su elaboración como marcos que merecen ser tenidos en cuenta en su elaboración. Repasemos los 5 más importantes:
1. Antecedentes: El informe financiero siempre tiene una serie de antecedentes que es necesario tener en cuenta para su redacción. Si es una empresa constituida previamente, los antecedentes serán los informes antiguos; si es una empresa recién creada, serán los primeros estados financieros. Un informe financiero sin antecedentes no es posible, pues en ese caso no pasará de ser un presupuesto o una previsión.
2. Balance financiero: El informe financiero refleja el balance financiero elaborado con anterioridad por la empresa. Por ello, es la principal fuente para su redacción, así como otros documentos de carácter contable y estadístico.
3. Relación ganancia-pérdidas: La parte neurálgica de cualquier informe financiero está en la relación ganancia-pérdidas, algo que debe vertebrar el documento de principio a fin. Esta relación corresponde a un período concreto, por ejemplo un semestre, un año o incluso un periodo más amplio. Lo importante es que haya coherencia entre los datos.
4. Flujo de fondos: Los movimientos de salida y entrada de efectivo también deben ser reflejados con claridad en el informe financiero. Se trata de todos aquellos movimientos que se derivan de operaciones económicas y comerciales de la empresa y que sin duda influyen en el actual estado financiero de la misma.
5. Otras fuentes: Al ser un documento interno, el informe financiero procurará incluir solamente fuentes corporativas que ayuden a componer una imagen lo más exacta posible del estado financiero de la empresa. Por ejemplo, se puede recurrir a textos que hablen de la liquidez del negocio, de los niveles de deuda (si es que tal aspecto existe), de la gestión económica o incluso de la rentabilidad. La idea es que, una vez hecho esto, el informe financiero se convierta en el principal documento de consulta para el futuro y la esencia para la redacción de los próximos informes.
Recuerda: un informe financiero es como un fotograma temporal que realizas sobre un período concreto. La suma de informes compone el historial financiero del negocio.