Tipos de proyectos y sus principales características
Existen muchos tipos de proyectos. Cada uno nace de una necesidad, y se orienta a la consecución de un resultado. Además, generalmente cuentan con un tiempo previamente establecido, así como con unos objetivos que determinan su alcance y los recursos del mismo.
En este artículo vamos a abordar diferentes cuestiones en torno a este tema: ¿Qué es un proyecto? ¿Cuáles son sus características? ¿Qué tipos hay?
¿Qué es un proyecto y cuáles son sus características?
Llamamos proyecto a todas las acciones y actividades que llevamos a cabo con el objetivo de alcanzar un fin. Generalmente, este fin está relacionado con la necesidad de implementar una mejora, aplicar una idea, o conseguir alcanzar un plan.
Existe una amplia variedad de proyectos, y cada tipo nace de una necesidad y se orienta a la consecución de un resultado dentro de un tiempo limitado. Además, cada proyecto es único, ya que no supone una operación de rutina sino un conjunto específico de operaciones.
Características de un proyecto
Cada proyecto presenta sus propias características. De hecho, no serán las mismas para un proyecto de investigación que para un proyecto empresarial. No obstante, en rasgos generales, podemos señalar las siguientes:
Son únicos. Esto quiere decir que aunque apliquemos pasos estandarizados para llevarlos a cabo, será necesario ajustarlos y personalizarlos. En este sentido, abordar un proyecto implica salir de la rutina y enfrentarse a lo desconocido.
Cuentan con un tiempo limitado. Es necesario establecer los plazos y, en la medida de lo posible, cumplirlos. Solo así conseguiremos alcanzar los objetivos.
Necesita un equipo. Además, este equipo suele ser diferente para cada proyecto. Por norma general, se establecen unos roles y las tareas se reparten atendiendo a sus características.
Cuenta con unas fases que son flexibles. Para sacar adelante un proyecto, como mínimo es necesario planificarlo, ejecutarlo y entregarlo. No obstante, estas fases se dividen en otras subfases que, en muchos casos, son flexibles.
Tiene unos elementos clave. Estos elementos clave componen su estructura y además permiten que pueda llevarse a término.
Conociendo estas características se entiende en mayor medida la importancia de una buena gestión de proyectos, que es la aplicación de conocimientos, habilidades y técnicas para la ejecución eficaz y eficiente del mismo.
También puede entenderse como una competencia estratégica para las organizaciones, ya que les permite vincular los resultados del proyecto a los objetivos de negocio y, por lo tanto, competir mejor y afianzar una posición de mercado más sólida.
¿Cuáles son los principales tipos de proyectos?
Cuando se habla de proyecto siempre es necesario especificar algo más que permita definir el área o sector donde sus competencias se desarrollarán. Existen muchos tipos de proyectos, pero los más comunes son:
Tipos de proyectos según el grado de dificultad que entraña su consecución
Proyectos simples: aquellos cuyas tareas no tienen demasiada complejidad y que se pueden realizar en un tiempo relativamente corto.
Proyectos complejos: son los que demandan mayor planificación o cuyas tareas son numerosas y requieren de una organización distinta a la de un proyecto simple. El tren de alta velocidad en La Meca es un buen ejemplo.
Tipos de proyectos según la procedencia del capital
Proyectos públicos: se financian en su totalidad con fondos públicos o que provengan de instituciones gubernamentales.
Proyectos privados: sus aportes provienen exclusivamente de la iniciativa privada o de empresas con capital particular.
Proyectos mixtos: combinan las dos formas de financiación: la pública o de entidades estatales y la privada.
Tipos de proyectos según el grado de experimentación del proyecto y sus objetivos
Proyectos experimentales: son los que exploran áreas o campos en los que hasta el momento nadie ha realizado aportes o cuya consecución supone una apuesta por algo inédito o novedoso.
Proyectos normalizados: tienen una serie de normas o parámetros que van marcando las fases de ejecución y monitorización.
Tipos de proyectos según el sector
Proyectos de construcción: suponen la puesta en marcha de una obra de tipo civil o arquitectónico. Por ejemplo, cuando se construyen edificios, puentes, vías ferroviarias, presas, carreteras, entre otros.
Proyectos de energía: se basan en el aprovechamiento y el uso de la energía o en el hallazgo de nuevas formas de producirla.
Proyectos de minería: consisten en la extracción de minerales, productos o materias primas que se hallan en la naturaleza.
Proyectos de transformación: se ejecutan en un escenario con el objetivo de generar una transformación de sus condiciones y características.
Proyectos de medioambiente: van orientados al fomento de prácticas para el cuidado y la preservación de los recursos naturales y el equilibrio del planeta. Por ejemplo, iniciativas de reciclaje o de conservación de bosques.
Proyectos industriales: aquellos que pretendan impulsar la industria en cualquiera de sus sectores a través de la elaboración de un producto o servicio.
Proyectos de servicios: a diferencia de los proyectos de productos, en este caso se trata de proporcionar bienes inmateriales a un tercero.
Proyectos de banca o finanzas: se orientan a la gestión en el campo de la banca o a las inversiones de capital. Por ejemplo, cuando una empresa compra las acciones en busca de un aumento de sus beneficios.
Tipos de proyectos según el ámbito
Proyectos de ingeniería: son aquellos dirigidos al diseño y elaboración de herramientas técnicas y tecnológicas, maquinaria de uso industrial, y otra serie de elementos, en función de la especialidad.
Proyectos económicos: se enfocan en temas monetarios o en actividades que reporten alguna oportunidad de negocio para las empresas.
Proyectos fiscales: son aquellos que se relacionan con temas como las leyes, los procedimientos y reglamentos propios de la Hacienda púbica. Son propios del sector público y de entidades con facultades regulatorias.
Proyectos legales: apuntan a la redacción y puesta en marcha de leyes en un determinado contexto, país, región o localidad.
Proyectos médicos: están orientados al refuerzo de la salud y la sanidad y a la atención de pacientes en un lugar específico. Muchas ONG realizan proyectos de este tipo en países con necesidades de cobertura médica.
Proyectos matemáticos: impulsa las ideas para la publicación de teoremas académicos en este campo o que puedan tener una aplicación en la realidad.
Proyectos artísticos: buscan el impulso de iniciativas relacionadas con las artes plásticas, la arquitectura, el cine, la literatura, la escultura, etc.
Proyectos literarios: se especializan en la producción, redacción, revisión y publicación de una obra expresada en lengua escrita.
Proyectos tecnológicos: llevan a cabo iniciativas que tienen como principal objeto la producción de un bien tecnológico que suponga una mejora en áreas o regiones específicas. El acceso a internet en países con escaso desarrollo es un buen ejemplo de este tipo de proyectos. Si quieres profundizar en los proyectos de este ámbito, te recomendamos leer este artículo donde encontrarás la definición de proyectos tecnológicos y sus principales características explicadas.
Proyectos informáticos: se relacionan con la instalación y puesta en marcha de sistemas informáticos con determinados fines. Las empresas requieren cada cierto tiempo una actualización de dichos sistemas.
Tipos de proyectos según su orientación
Proyectos productivos: son proyectos orientados a promover la producción de bienes, servicios o productos con un determinado objetivo.
Proyectos educativos: se focalizan en el área de la educación, cualquiera que sea el nivel de enseñanza. Ten en cuenta que existen diferentes enfoques para plantear una iniciativa de este tipo, si quieres conocer cuáles son los distintos tipos de proyectos escolares y algunos ejemplos, puede resultarte interesante leer este artículo donde encontrarás toda esta información. En España, por ejemplo, uno de los proyectos que se desarrollan en este momento es la implementación de escuelas bilingües en varias comunidades autónomas.
Proyectos sociales: apuntan a la mejora de la calidad de vida de una región, país o localidad. Quienes saben cuáles son los principales tipos de proyectos sociales tienen claro que, en todo caso, las personas son sus principales beneficiarios. Si deseas conocer algunos ejemplos de este tipo de iniciativas te recomendamos la lectura de este post que te acerca a 5 diferentes.
Proyectos comunitarios: son similares a los proyectos sociales, con la única diferencia de que las personas beneficiadas tienen un papel activo durante la ejecución de las labores previstas.
Proyectos de investigación: todo aquel que disponga de medios a grupos de trabajo focalizados en la indagación y análisis de áreas o campos específicos.
Tipos de proyectos según su área de influencia
Proyectos supranacionales: se implementan en grandes regiones, que por lo general superan las fronteras nacionales y continentales. Un claro ejemplo son las iniciativas que surgen al interior de la Unión Europea.
Proyectos internacionales: en este caso, son proyectos que comparten dos o más países, como por ejemplo cualquier iniciativa bilateral.
Proyectos locales: su alcance se limita a ciertas comunidades, localidades, pueblos o comarcas. La acción es mucho más específica.
Proyectos nacionales: se implementan a lo largo y ancho de un territorio o país. Son propios de sistemas de gobierno centralistas en los que se marcan unas directrices desde la administración y el resto de territorios las adoptan.
Proyectos regionales: su nivel de incidencia es mayor que la de un proyecto local, pero a la vez menor que la de uno nacional. En España, las diputaciones provinciales promueven iniciativas de este tipo.
Principales características de los proyectos
Todos los tipos de proyectos tienen en común una serie de características:
Cuentan con un propósito.
Se resumen en objetivos y metas.
Se han de ajustar a un plazo de tiempo limitado.
Cuentan con, al menos, una fase de planificación, una de ejecución y una de entrega.
Se orientan a la consecución de un resultado.
Involucran a personas, que actúan en base a distintos roles y responsabilidades.
Se ven afectados por la incertidumbre.
Han de sujetarse a un seguimiento y monitorización para garantizar que el resultado es el esperado.
Cada uno es diferente, incluso aquellos con similares características.
Otra característica común a todos los proyectos es que requieren de una inversión. En ocasiones, la misma inversión constituye una iniciativa por sí misma.
¿Cuál es el contenido de un proyecto de inversión y cómo se pueden clasificar los proyectos de inversión?
Un proyecto de inversión es una serie de entradas y salidas de efectivo, que generalmente comienzan con un desembolso inicial, al que complementan posteriores inyecciones de capital en períodos posteriores.
Los proyectos de inversión pueden adoptar muchas formas. Una forma de clasificarlos es según el tipo de inversión:
Las inversiones financieras pueden ser especulativas o no especulativas. Por ejemplo, puede hablarse de la compra de certificados de inversión y fondos inmobiliarios o de los depósitos de accionistas.
Las inversiones en activos pueden dedicarse a los intangibles o a los físicos. Entre estos últimos podrían citarse, por ejemplo, las de bienes, máquinas y equipos. En el primer grupo podríamos hablar de investigación y desarrollo, formación o publicidad, entre otras.
Las inversiones pueden clasificarse también por su causa: expansión, diversificación, reemplazo o fundamentales.
Los tipos de proyectos de inversión también variarán en función del objetivo que persigan. En algunos casos pueden estar vinculados con una puesta en marcha o con el propósito de reducir el riesgo.
Es importante tener en cuenta que, igual que sucede en todos los tipos de proyectos, en las iniciativas de inversión las decisiones afectan otras partes y otras decisiones de una empresa, por lo que es preciso elegir cuidadosamente al equipo y los responsables, asegurando que cuentan con la preparación y perfil adecuados para cumplir su misión.