Realidad Aumentada: Una nueva forma de ver las cosas

Venimos de un mundo estático. Las imágenes, los flayers y las fotografías sólo reflejan un instante determinado del tiempo y del espacio, y apelan a la memoria de alguno de los protagonistas para recordar los hechos que sucedieron en aquel momento. Si sólo contamos con una imagen y no hemos sido partícipes de los sucesos, no podremos reconstruir la historia.

Recuerdo una broma que me hicieron cuando era niño, al momento de tomar una fotografía familiar. Alguien dijo: “pongámonos detrás del árbol y tomemos la foto, así cuando alguien la mira, salimos y lo asustamos” Todos reímos porque era algo ilógico. ¿Cómo sería posible que una foto tuviera movimiento? Incluso, si así fuera, la realidad de la secuencia, no generaría sorpresa para nadie.

Pasados 30 años, esto ha dejado de ser una broma. Hoy en día, sí podemos salir detrás de un árbol de una fotografía y asustar a la persona que la esté mirando. Incluso podemos contarle la historia, decir quiénes somos, qué estábamos haciendo y por qué pensábamos que sería gracioso salir detrás del árbol. Hoy tenemos a la Realidad Aumentada.

Realidad Aumentada

Retomando la definición que se describió en el post sobre Realidad Aumentada: una solución a los costos logísticos, la AR (por sus siglas en inglés de Augmented Reality), combina contenidos digitales sobre una vista del mundo real. Es decir, se añade información virtual sobre los elementos físicos y reales que nos rodean. Esto genera experiencias que aportan conocimiento y nuevas formas de interactuar con el entorno.

La AR necesita conseguir la superposición de elementos virtuales en la vista de un entorno físico. Por lo general, cuenta con los siguientes elementos:

Cámara: Para captar la imagen del mundo real. Puede ser de un smartphone, tablet, ordenador o bien la cámara de un Smart glasses.

Hardware y Software: Por un lado, el procesador que combina la imagen con la información que debe superponer. Por el otro, el programa informático específico que gestiona el proceso.
Marcador: Es el encargado de reproducir las imágenes creadas por el procesador y donde se verá el modelo en 3D en la pantalla. Si el marcador se mueve, se acerca o se aleja, el modelo 3D también sufrirá los cambios.
Elemento Activador: Es el elemento del mundo real que lleva impreso el código que el software utiliza para reconocer el entorno físico y seleccionar la información virtual asociada que se debe añadir. Puede ser un marcador, código QR o una geolocalización, etc.
Conectividad: La información del entorno real debe ser enviada al servidor remoto, para recuperar la información virtual asociada.
Pantalla: Donde se visualizarán los elementos reales y virtuales combinados.

El principio de funcionamiento se basa en que la cámara del dispositivo captura el mundo real y envía esa información al software, que procesa las imágenes recibidas, las interpreta y le añade la información complementaria que se muestra de forma virtual en la pantalla del mismo dispositivo (no necesariamente debe ser el mismo). A medida que se recorre el mundo real las informaciones interactúan de forma dinámica, incluso, en ambientes industriales, pueden actualizarse en tiempo real para conocer los parámetros y mediciones de ciertas variables de los procesos productivos.

Aplicaciones de la Realidad Aumentada

Año a año, la realidad aumentada está cobrando mayor protagonismo en diversas áreas. Desde la publicidad para el aumento de las ventas, en los procesos productivos, hasta el campo del conocimiento y del aprendizaje, mostrando versatilidad y un sinfín de posibilidades. Con la AR se puede identificar, localizar, obtener, almacenar, organizar y analizar información digital, evaluando su finalidad y relevancia.

AR en Marketing. Si bien, entre las aplicaciones más difundidas están las etiquetas o el packaging de los productos, no son la única alternativa para el marketing y ventas. Cabe destacar, por ejemplo, las etiquetas de los vinos estadounidenses 19 Crimes, que cobran vida para contar la historia del convicto que aparece en cada botella.
La AR también aparece en tiendas, donde cada producto explica sus características, incluso su estado de conservación si fueran perecederos. En el caso de la moda, se destacan desde variables duras como el precio, hasta sugerencias de combinaciones con otras prendas de moda, además de lo propio en la navegación por el local y experiencia de compra. Otro ejemplo es la aplicación de IKEA, que permite a sus clientes ver cómo se verían los muebles y otros productos en sus propios hogares.
El atractivo de la realidad aumentada para los consumidores ha aumentado debido a la mejora de esta tecnología y a la capacidad para aproximarse al mundo real. Al utilizar las condiciones del entorno alrededor del usuario, el reconocimiento facial avanzado y el asesoramiento personalizado, las experiencias de venta con la AR están cambiando radicalmente la forma de comprar.
AR en la Industria. Para la industria las aplicaciones son casi infinitas. En las líneas productivas, la realidad aumentada combinada con tabletas y lentes inteligentes ayuda a los operarios a realizar sus actividades con la máxima calidad y seguridad. Se miden variables, se revisan procedimientos y se ejecutan tareas de acuerdo a los estándares de fabricación.
En los almacenes, la AR garantiza que los empleados puedan organizar los artículos en los carros, mientras que mantienen las listas de picking a la vista del preparador en todo momento y muestran la ruta más eficiente a través del almacén.
Fuera de los centros fabriles, ya los productos en las manos de los clientes, el manual de usuario cobra vida para ayudar sea tanto en el montaje y armado como en la resolución de fallos y problemas.
AR en Educación. La comisión europea para la educación define aprendizaje permanente como: "Toda actividad de aprendizaje integrada en tareas de la vida cotidiana, llevada a cabo con el objetivo de mejorar conocimientos, habilidades y competencias, desde una perspectiva personal, social y/o relacionada con el empleo” (European, 2005). (p. 31).
Los dispositivos móviles desempeñan un papel esencial para que el estudiante pueda aprovechar oportunidades de aprendizaje en su entorno. La versatilidad y el atractivo que conlleva la realidad aumentada, hacen que el aprendizaje se puede desarrollar mediante una interacción enriquecida, aumentando la motivación por parte del estudiante.
Las aplicaciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje van desde el uso de libros con AR, que permiten crear experiencias de lectura enriquecida, donde el disiente interactúa con el contenido, explotando su motivación hacia el aprendizaje por medio de metodologías educativas como el gaming. El acceso directo al conocimiento empírico en el ámbito de la formación de grado y de postgrado, proporciona información inmediata sobre cualquier concepto, a través de la interacción con el mismo, generando mapas en 3D que dan la posibilidad de manipular un modelo digital en tres dimensiones de forma similar a como se haría con un modelo físico.
AR, una nueva forma de ver las cosas
La realidad aumentada tiene beneficios desde todos los ámbitos en los que se la pueda analizar. Somos seres sensitivos y nuestras experiencias son más duraderas e impactantes, cuantos más sentidos pongamos en ellas.
La implementación de soluciones de realidad aumentada se encuentra en auge y depende de la evolución de la tecnología, de la conectividad y de integración con los ecosistemas existentes. Así es como los servicios de realidad aumentada ayudarán a las empresas a subsistir en los mercados, también conseguirá profesionales mucho más expertos en un menor lapso de tiempo entre que inicia la formación y se gradúa, como también proporcionará experiencias de compra y de consumo excepcionales, que agregarán mayor placer al usuario.
Podemos asegurar que la realidad aumentada, valga la redundancia, realmente nos ofrece una nueva forma de ver las cosas.