¿Qué elementos tener en cuenta para la planificación de la producción?
La producción, sea a pequeña o gran escala, no se realiza por sí sola. Detrás de todo el sistema existe un componente en el que pocas veces reparamos: la planificación de la producción, es decir, la manera como distribuimos los recursos que tenemos a mano para alcanzar el máximo rendimiento.
Existe la idea errada de que cuanto más tecnificado esté un proceso, menor será el grado de intervención humana en él. En realidad es al revés: si la tecnificación alcanza los mejores resultados, es justamente gracias a un riguroso ejercicio de planificación.
¿Cuál es la importancia de la planificación de la producción?
Toda empresa requiere un ejercicio de planificación de la producción en la medida en que sus procesos derivan en resultados concretos: tanto si son productos o servicios.
Cuanto más conscientes seamos de la producción, es decir, de sus distintas etapas, del personal que interviene y ejecuta las labores, de los recursos distribuidos y hasta de los condicionantes del entorno, mayor será nuestra capacidad de respuesta.
Lo contrario será abrir la puerta a la improvisación, que en el terreno de la gestión de proyectos significa disminución de la calidad de las tareas, incumplimiento de plazos, ausencia de recursos e inadecuada distribución de roles, entre otros.
La planificación de la producción es, por tanto, una herramienta indispensable para obtener los mejores niveles de calidad, rendimiento y productividad.
Los 4 pilares de la planificación de la producción
Cuando adoptamos la planificación de la producción como un elemento más de nuestra filosofía corporativa, es necesario tener en cuenta que este concepto se sustenta en 4 pilares básicos, que descritos en términos general son:
1. Equipo de planificación:
Las empresas grandes suelen delegar la planificación de la producción en un grupo concreto de personas, que son las encargadas de velar por la aplicación de los fundamentos del proceso. En las empresas medianas o pequeñas no existe delegación, pero sí que se informa a la totalidad de los trabajadores sobre los puntos más importantes del plan.
2. Información eficaz y fiable:
Tanto si es liderada por la dirección como por un grupo específico delegado, la planificación tiene que caracterizarse por una información veraz, eficaz y que corresponda con la realidad de la empresa. Este elemento es indispensable si tenemos en cuenta que con base a dicha información realizaremos las mejoras en las etapas del proceso de producción que así lo requieran.
3. Recursos adecuados:
La planificación de la producción debe asegurarse, por encima de todo, de que los recursos disponibles en cada etapa del proceso son adecuados. Recordemos que sin recursos no puede hablarse de procesos.
4. Organización y comunicación:
Si aspiramos a que la planificación abarque todas las dependencias o áreas de la empresa, es fundamental que antes analicemos el tipo de estructura corporativa vigente. La estructura no sólo define los cargos y las jerarquías, sino además elementos como el tipo de comunicación interna, los canales de interacción, la capacidad de respuesta, entre otros.
Un proceso de planificación de la producción requiere inversión. Sin embargo, el retorno de dicha inversión se hará efectivo a medio o largo plazo con la obtención de mejores resultados y el cumplimiento de los objetivos propuestos.
