Director ejecutivo: ¿qué habilidades debe tener?
El director ejecutivo es la figura que se sitúa en el peldaño más elevado del organigrama empresarial. Su función es llevar a cabo la gestión y la administración de toda la empresa en su conjunto.
Pero ¿qué habilidades hacen falta para ocupar este puesto de forma eficaz y obteniendo buenos resultados? A continuación veremos algunas de las más importantes.
Director ejecutivo y conocimiento del equipo
Algunas de las responsabilidades del director ejecutivo están directamente relacionadas con el nombramiento de los jefes de departamento, la construcción de equipos de trabajo o la asignación de proyectos a determinadas personas. Es por ello que debe conocer al máximo a las personas que forman parte de la empresa, sus perfiles profesionales y sus motivaciones.
En el caso de las grandes compañías, dada la dificultad de conocer personalmente a todos y cada uno de los trabajadores, el director ejecutivo puede ayudarse de los jefes de departamento para que actúen como asesores acerca de quiénes son las personas más adecuadas para cada situación.
Y es precisamente en relación a esto último donde cobra importancia la siguiente habilidad.
Director ejecutivo y capacidad de delegar
Salvo en el caso de las micropymes, es imposible que una sola persona pueda encargarse de todas las actividades que se llevan a cabo en la empresa. Es crucial, por lo tanto, que el director ejecutivo sepa cuándo y cómo delegar.
Un ejemplo lo encontramos en lo mencionado en el punto anterior: la delegación en los jefes de departamento, que están en un contacto más próximo con los trabajadores que forman parte del mismo, para decidir quiénes de ellos son los más adecuados para cada actividad.
Para poder delegar eficazmente, es necesario distinguir entre urgencia e importancia:
- Lo urgente es lo que debemos hacer de forma inmediata. Habitualmente, lo urgente suele ser importante, ya que de lo contrario no entraría en la categoría de urgente.
- Lo importante es aquello que, sin ser urgente, debemos hacer.
Lo ideal es que el director ejecutivo delegue cuando las tareas son importantes y no cuando han alcanzado el nivel de urgentes. Llegado ese momento, es posible que las prisas terminen por producir malos resultados.
Director ejecutivo y comunicación
Derivado de todo lo anterior, un director ejecutivo también debe disponer de buenas habilidades comunicativas. Si quiere delegar, por ejemplo, necesitará transmitir todos los pormenores de la responsabilidad delegada a la persona correspondiente, y para ello el buen uso de las palabras es esencial.
Además, un buen director ejecutivo complementa de forma efectiva su comunicación verbal con su comunicación no verbal, principalmente con su lenguaje corporal. Los gestos, las sonrisas, las posturas…, todo ello comunica y contribuye a crear un ambiente conversacional mucho más amigable.
Director ejecutivo y resiliencia
La resiliencia es la capacidad de reponerse rápidamente de situaciones adversas y no permitir que afecten emocionalmente a los resultados que debemos obtener. Un director ejecutivo se verá inmerso en más de una ocasión en circunstancias nada favorables para la empresa, por lo que deberá disponer de una resiliencia suficiente como para hacerles frente.
La resiliencia, por cierto, tiene mucho que ver con la habilidad conocida como inteligencia emocional.
Director ejecutivo y conocimientos y habilidades técnicas
Y por supuesto, como no podía ser de otra forma, un director ejecutivo debe disponer de la mayor cantidad posible de conocimientos y habilidades relacionadas con el sector de la empresa que dirige. Es impensable, por ejemplo, que una persona que dirige una empresa maderera no tenga apenas conocimientos acerca de la situación de dicho sector en el mercado actual, o que una persona que dirige una empresa de salud física no tenga en buen estado la suya.
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