10 razones para ser Director de Proyecto
Muchos sueñan con ser Directores de Proyecto, algunos ya lo son y otros tantos se están preparando para llegar a serlo en un futuro no muy lejano. Este trabajo requiere de unas habilidades especiales y, por supuesto, necesita de una base teórica que sólo se adquiere con la formación adecuada. Atención al detalle, toma de decisiones rápida o capacidad para trabajar en entornos de altos niveles de estrés son sólo algunos de los requisitos exigibles a quienes quieren hacer carrera en esta profesión.
Las responsabilidades de un Director de Proyecto
Los elegidos, los profesionales mejor preparados que consigan ocupar una posición de gestión en un proyecto, a cambio, tendrán que ser capaces de:
- Marcar objetivos.
- Controlar costes.
- Elaborar plannings y presupuestos.
- Seleccionar al personal que participará en el proyecto.
- Distribuir las cargas de trabajo.
- Monitorizar el progreso de proyecto
- Analizar los riesgos.
- Liderar equipos.
- Fomentar la comunicación.
- Apelar a la responsabilidad individual.
- Controlar que se cumplen los estándares de calidad.
- Diseñar una estrategia y actualizarla cuando sea necesario.
Para ello, el Director de Proyecto necesita contar con conocimientos acerca de:
- Las metodologías más importantes en gestión de proyectos.
- Los métodos de gestión de proyectos complejos.
- Herramientas de análisis.
- Contabilidad y gestión presupuestaria.
- Recursos Humanos.
- Gestión del riesgo.
Y, por supuesto, conocer el sector, la propia empresa, a los equipos, clientes y partes interesadas y, igual de importante que todo lo anterior: mantenerse actualizado.
Las 10 razones por las que quieres ser Director de Proyecto
A primera vista puede parecer que ser Director de Proyecto implica estar siempre ocupado, tener mil cosas en la cabeza y acercar los niveles de estrés al límite diariamente, lo cierto es que, en ocasiones, puede ser así; sin embargo, existen 10 razones por las que, a pesar de todo, quieres ser Director de Proyecto. Son las siguientes:
1. Aprenderás a gestionar mejor el cambio: además, no es una opción, ya que el aumento de la demanda, la creciente innovación y la mayor agilidad de los mercados imponen la necesidad de Directores de Proyecto dinámicos.
2. Aportarás valor tangible: a diferencia de otros puestos de trabajo, cuando se desempeña este rol hay que demostrar la eficiencia, mejorando el rendimiento e incrementando la productividad y eso se consigue aumentando los beneficios.
3. También reportarás un importante valor intangible a la organización: en forma de una toma de decisiones de calidad, la mejora de las comunicaciones y la obtención del compromiso por parte de los equipos.
4. Podrás ejercer el control: sobre la planificación y los costes para demostrar que tu método de gestión es eficiente y marcar la diferencia con otros Directores de Proyecto.
5. Vencerás la resistencia al cambio en los equipos: implementando un sistema que suavice los ajustes y se adapte a los requerimientos en función de la disponibilidad.
6. Minimizarás las correcciones y modificaciones: basándote en la confección de un planning exhaustivo que detalle cómo hacer el trabajo para evitar tener que rehacer.
7. Ganarás más: sí, hablamos de dinero. Esta posición es una de las mejor remuneradas de Europa y la segunda mejor remunerada en Estados Unidos, donde sólo es superada por los Directores de Proyecto IT.
8. Conseguirás una mayor estabilidad laboral: al ocupar una posición estratégica tu rol no es tan fácil de sustituir, ni tan económico su reemplazo.
9. Aumentarás tu valor profesional: y lo seguirás incrementando a medida que acumules experiencia en este campo.
10. Elevarás el perfil de tu empresa: con tu aportación y tus resultados contribuyes a mejorar la percepción que se tiene de tu organización, algo que también repercute en ti de forma muy positiva.