Cuatro tipos de procesos de fabricación que debes conocer
El proceso de fabricación no es una función estandarizada. Esta es una idea que surgió a raíz de la Revolución Industrial, cuando un modelo base sirvió prácticamente para todos los sectores del comercio y la economía: la producción en cadena, en el cual lo importante era obtener resultados dentro de períodos específicos.
Hoy, por fortuna, sabemos que ésta no es la única forma de encarar la fabricación de un artículo, producto o servicio. Hay muchos más a los que puedes recurrir cuando se trata de emprender esta importante labor en cualquier empresa.
¿En qué consisten los procesos de fabricación?
Los procesos de fabricación no deben confundirse con los de producción. Mientras estos últimos hacen referencia a la cadena productiva como tal, desde la concepción de hasta la materialización y la comercialización, los primeros aluden específicamente a las acciones que se relacionan con el producto en sí mismo.
O para decirlo de otra forma: los procesos de fabricación forman parte de los procesos de producción, que son mucho más complejos y extensos, pues no solo se centran en el artículo o producto como tal, sino que también se ocupan de la logística de los otros elementos que intervienen directa o indirectamente en ello.
La fabricación se compone de acciones concretas, agrupadas en unos cuantos objetivos y generalmente coordinadas por líderes de equipo o departamento. Fabricar es hacer, corregir, mejorar, implementar y ensamblar.
Cuatro modelos habituales de procesos de fabricación
Las acciones que componen los procesos de fabricación pueden llevarse a cabo de distintas maneras. No todas las empresas fabrican sus productos siguiendo los mismos patrones, como por ejemplo el número existencias, los plazos de entrega, el personal involucrado, los objetivos propuestos, entre otros.
Entender dichas diferencias es fundamental para que tu negocio logre posicionarse en el mercado. De hecho, a la hora de elegir uno de los modelos de fabricación que existen conviene que antes repases detenidamente sus características:
1. Fabricación por lotes:
Las empresas que optan por este modelo generalmente se dividen en plantas, en cada una de las cuales se desarrolla una labor específica de fabricación. Permite la salida de grandes volúmenes de artículos y productos; de ahí que sea idóneo para las grandes multinacionales o las empresas de referencia en un mercado.
2. Fabricación continua:
Este tipo de procesos no dividen la fabricación en lotes o departamentos. Todo el proceso ocurre en el mismo lugar y sus distintas fases guardan una relación estrecha, consecutiva e incremental. Las refinerías son un buen ejemplo de ello.
3. Fabricación en cadena:
La fabricación en cadena es mucho más intensa que la continua. La cadena del proceso de fabricación está claramente definida y el artículo debe pasar por cada uno de los puntos previstos hasta su plena materialización. Cada tarea, incluso la primera, se debe a los resultados de la anterior.
4. Fabricación por tipos de proyecto:
Requiere una alta dosis de planificación y estimación de plazos y costes. Es el modelo más puntual de los cuatro expuestos y por ello mismo tiene a agrupar a procesos de fabricación de corto o medio plazo.
Como ves, los procesos de fabricación no siempre ocurren de la misma manera. La elección de cualquiera de estos métodos dependerá de las necesidades de ut negocio. ¿Cuál crees que encaja mejor con tu cadena de producción?