¿En qué consiste la ingeniería de procesos?
Los procesos no se ejecutan por sí solos. Al margen de quienes realizan las labores en sí mismas, es necesaria la intervención de personas encargadas de diseñar, planificar y tomar decisiones para alcanzar los máximos resultados en las distintas fases del mismo. A esto es a lo que llamamos ingeniería de procesos.
Una persona que se ocupe de dicha área debe satisfacer todas las necesidades que surjan durante la ejecución de las labores previstas. Es una especie de utilero al que no debe faltarle una visión global del proceso.
Funciones principales de la ingeniería de procesos
La ingeniería de procesos es, en términos de gestión, el alma de cualquier proyecto. Por eso mismo agrupa saberes, conocimientos, técnicas y estrategias provenientes de distintos campos y disciplinas. Entre sus principales funciones podemos mencionar:
- Mejora de los procesos:
A la ingeniería de procesos le interesa que los proyectos evolucionen con el tiempo hasta alcanzar los resultados previstos. Por ello, su principal función es dotar a las personas involucradas en ellos para que sus acciones sean mejores y más eficaces.
- Planteamiento de soluciones:
Un ingeniero de procesos también se encarga de idear soluciones a los distintos retos que pueden surgir cuando se desarrolla un proyecto. Con ese objetivo, debe conocer a fondo el proceso y tener una capacidad de respuesta inmediata; de lo contrario, la continuidad de las tareas puede quedar en entredicho.
- Gestión de suministro:
Cada fase exige requerimientos nuevos. La ingeniería de procesos debe garantizar la presencia de los recursos adecuados en cada una de ellas, así como negociar con los proveedores y distribuidores y fijar las condiciones para la adquisición de material y la mano de obra. Es decir, el suministro en sí mismo.
- Monitorización del rendimiento:
Aunque es una labor que realiza indirectamente, la ingeniería de procesos también se ocupa de monitorizar y seguir de cerca el estado de cada tarea, pues sólo de esta manera es posible elaborar previsiones y estar al tanto de las novedades.
- Gestión de calidad:
Antes hemos hablado de la mejora como uno de los principios de la ingeniería de procesos. Pues bien, en casos especialmente complejos, es necesario que se añada la gestión de calidad, es decir, el cumplimiento de ciertos estándares que avalen los resultados. La gestión de calidad es un elemento fundamental en los procesos que suponen la elaboración de productos o servicios.
- Desarrollo de nuevos proyectos:
Un ingeniero de procesos no se retira cuando el proyecto acaba. Al contrario, su labor debe ser continua: tomando como base experiencias anteriores, debe diseñar, planificar y desarrollar nuevos proyectos en su área. En ese sentido, es alguien que siempre está en permanente búsqueda de nuevas ideas.
Al margen del sector en el que se desenvuelva, una persona encargada de la ingeniería de procesos debe dominar tanto los conocimientos propios de cada plano como otras habilidades transversales de la gestión: negociación, dirección de grupos de trabajo, motivación, liderazgo, dirección de proveedores, entre otras.