Informe OBS: Impacto económico en la industria de la música en directo
Optimismo moderado en el sector de los grandes festivales de la música en directo
- Optimismo moderado en las previsiones de 2022: mucho público pero también mucha oferta y dificultad para encontrar fechas libres y espacios para celebrar los festivales. Además, con incremento de precios
- Los productores musicales reclaman mayores ayudas de las administraciones y criterios claros para evitar tantas diferencias entre administraciones locales y autonómicas
- La celebración de eventos por streaming no se ha consolidado en el panorama festivalero
- En 2021 la industria de la música en directo había retrocedido ocho años: facturó lo mismo que en 2013
En el informe se analiza el estado y la evolución de la industria de los festivales musicales en 2021 y las previsiones para el presente año.
2021 supuso una dura prueba de fuego para la escena musical porque al cierre de salas de los primeros meses se unió más tarde la restricción de aforos, dificultando la labor de todo el tejido de la música en vivo, desde músicos o salas a promotores o técnicos. Sin embargo, la estabilidad no logró consolidarse: el sector, uno de los más golpeados por la pandemia, facturó 157,6 millones de euros en venta de entradas (una cifra similar a la de ocho años antes), un 13,7% más que en 2020, el año de la crisis, cuyos meses previos a la pandemia indicaban que podría haber sido año récord y que finalmente se cerró con solo 138,5 millones en ventas. Son cifras que distan mucho de los 382,5 millones que obtuvo en 2019.
Sin embargo, en diciembre de 2021 se batió el récord de recaudación (30 millones de euros) coincidiendo con la ampliación de aforo de los recintos y la eliminación de muchas de las restricciones sanitarias; además regresaron las grandes giras internacionales. Sin embargo, no todas las comunidades se están recuperando a igual velocidad y algunas incluso disminuyeron su recaudación en 2021 con respecto al año anterior. Cataluña encabezó las ventas con 36,7 millones de euros, la comunidad que más aumentó entre 2020 y 2021 (+23.18 %). Le siguieron Andalucía, con 26,1 millones de euros en venta de entradas, la Comunidad de Madrid con 21,8 millones y la Comunidad Valenciana con 11,9 millones. Hasta siete comunidades autónomas presentaron peores balances de ingresos en la música en vivo en 2021, entre ellas Andalucía y Madrid.
La industria musical en vivo repuntó tímidamente en Málaga, uno de los focos culturales más pujantes de España, tras el catastrófico 2020, pero sigue aún muy lejos de las cifras prepandémicas. La provincia facturó en conciertos 5,2 millones de euros en 2021, un 3,1 % más que en 2020, pero menos de la mitad de lo que recaudó en 2019 (11,7 millones).
Según el informe de OBS, la relajación de las limitaciones a finales de 2021 se sintieron especialmente en los conciertos de Dani Martín, el artista que mejor funcionó en vivo con 127.766 asistentes en solo 11 conciertos, seguido por la gira de despedida de José Luis Perales (casi 112.0000 espectadores en 37 conciertos) y la de Aitana (unos 105.200 en 31 conciertos).
Cómo se prevé 2022
Después de dos años bajo mínimos, 2022 ha arrancado con optimismo, pero el sector debe afrontar nuevas dificultades como la excesiva oferta y competencia, lo que está provocando escasez de fechas disponibles en los espacios adecuados para celebrar festivales. Ante ello los promotores siguen apostando a lo grande, buscan recintos más amplios para intentar multiplicar sus aforos e incluso crean sedes en nuevas ciudades, como el Sónar de Lisboa que ha reunido a 27.000 personas en su primera edición, o la futura sede del Primavera Sound en Madrid.
Otros obstáculos a los que se ha de enfrentar el sector este año es la subida de precios y la caída del poder adquisitivo del público por el incremento de la inflación. Aun así, los productores musicales confían en que lo peor ya pasó: “2022 es un año sin limitaciones de aforo y sin la obligación de estar sentados en los conciertos”, afirman. Y destacan la fidelidad que ha demostrado el público de los principales festivales desde que estalló la pandemia en marzo de 2020, pues en algunos casos hasta el 90% de las personas que disponían de entrada la ha conservado.
Los promotores coinciden en que este año la gente está más cautelosa y espera hasta el último momento para comprar su entrada. Desde la APM advierten de un cóctel explosivo que tendrá su efecto en un futuro no muy lejano: la incertidumbre derivada del contexto geopolítico mundial y la inflación.
Festivales eclécticos
En España hay festivales para todos los gustos: un millar de propuestas que se adaptan a cualquier deseo musical y tamaño y que deben luchar contra dos años de ausencia. Desde el sector saben que lo ecléctico triunfa fuera y entre los más jóvenes. Por eso, cada vez más, los programadores apuestan por la mezcla de estilos musicales. El informe de OBS indica que “es necesario marcar la diferencia para que el público pueda identificarse con la marca de cada festival y, en cierta manera, provocar un sentimiento de pertenencia a una comunidad con gustos compartidos”.
El reguetón es el género de moda; así lo atestigua el éxito del Puro Latino, con varias sedes en España y uno de los referentes europeos, entre los más jóvenes.
Proximamente
Parece que este 2022, por fin, los festivales musicales volverán a celebrarse con niveles de público y cartel anteriores a la pandemia. En breve podremos disfrutar por fin del Primavera Sound de Barcelona (del 2 al 12 de junio), once días de música en vivo repartidos por toda la ciudad condal; y el Sónar, en la misma ciudad del 16 al 18 de junio, un encuentro para los amantes de la música electrónica y experimental que espera la asistencia de más de cien mil personas.
Contenido elaborado por:
Carmen García-Trevijano
Gabinete de Prensa de OBS Business School