Informe OBS: Los festivaleros superan ya a los aficionados al fútbol
Las cifras del 2018 confirman la consolidación del nuevo modelo de negocio musical que factura 334 millones de euros.
- El mercado de música en directo se consolida este 2018 con el máximo en recaudación y nuevos récords de asistencia, casi 6 millones de personas en los festivales de nuestra geografía.
- El negocio se ve ampliado en casi un 50% más por la venta de artículos promocionales, ayudas públicas y los ingresos por patrocinio.
- Una nueva conciencia se espera en los festivales este año, cuya intención es de minimizar el impacto ambiental y apostar por un entorno más saludable y sostenible con las zonas locales donde se ubican, sus residentes y su entorno.
La industria musical española es un sector de peso en nuestra economía, representa medio punto del PIB. Se trata de la primera industria pionera en las industrias creativas en adaptarse a los nuevos modelos de negocio. El impacto total de la industria musical se debe en más del 50% a la música en directo debido al crecimiento tan fuerte en los últimos años. En especial, los festivales de música que han proliferado en España a partir de los 90, se han especializado y cada año suman más seguidores. Su impacto económico y turístico se desarrolla y sigue creciendo. Una nueva forma de vivir la música ha llegado hace unos años para quedarse, diversificando el turismo y enriqueciendo la oferta cultural y de ocio.
Las cifras del 2018 confirman la consolidación del nuevo modelo de negocio musical que crece a tasas del 24%, con un volumen de facturación de la música en vivo en España de 334 millones de euros solo con la venta de entradas y que se duplica con la venta de artículos promocionales, ayudas públicas y los ingresos de patrocinio. Los grandes festivales ya recaudan en taquilla más de la mitad de la facturación y suponen más del 20 % de los asistentes. Festivales como Sónar, el FIB de Benicasim, Bilbao BBK Live, Mad Cool Festival y Primavera Sound se han consolidado como una referencia entre los principales festivales del mundo.
La industria concentra ya a 27 millones de asistentes en España en los cerca de 1.000 encuentros musicales que se celebran en el año. Los festivaleros superan ya a los aficionados al futbol. Casi 6 millones de personas se mueven al son de los macrofestivales y grandes conciertos de música en vivo que se celebran en nuestra geografía. El impacto económico total estimado en nuestro país alcanza los 5.600 millones de euros, concentrando Cataluña el 44 % del mismo.
Los festivales de música son también un dinámico motor de empleo, y generan un volumen estimado total de unos 300.000 puestos de trabajo, directo e indirecto. Con una repercusión económica en otros sectores de gasto de los presupuestos de los festivaleros, así la partida de alojamiento (hoteles, hostales, residencias, camping,…) supone triplicar el volumen de facturación de la venta de entradas.
Medidas como la bajada del IVA a los espectáculos en directo del 21 al 10% y la participación de artistas internacionales de reconocido prestigio han favorecido el desarrollo del turismo musical. Nuestras ciudades se convierten así en un imán del turismo musical y tiene por tanto un impacto en el lugar donde se desarrollan, impulsando la economía local. Si bien la realización de este tipo de actuaciones conlleva aspectos positivos y también otros no tan favorables que hay que valorar a la hora de tomar la decisión de realizar el festival en la región.
Con la intención de minimizar el impacto ambiental y apostar por un entorno más saludable, se ha creado el Manual de eventos sostenibles por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente. Este Manual tiene en cuenta desde la planificación del propio espectáculo hasta su finalización estos aspectos, comunicando y concienciando del valor y repercusión de un evento sostenible.
Una nueva conciencia se espera en los festivales este año, aspectos como la huella de carbono, la contaminación acústica o lumínica y el daño al entorno con la generación y gestión de residuos son cada día una preocupación para los organizadores, cuyo objetivo es hacer crecer el negocio de una forma sostenible con las zonas locales donde se ubican, sus residentes y su entorno.
Entramos en una nueva etapa de la industria musical, en la que es necesario profesionalizar el sector para seguir creciendo mejorando la seguridad, buscando la sostenibilidad de los eventos, integrando el espectáculo en el entorno local, y trabajando en sorprender a su público objetivo.