“The Startup Way”: un modo de hacer que están adoptando también las grandes compañías.
Eric Ries, autor del libro “The Lean Startup” lanzado en 2011 y del que se vendieron millones de copias a nivel mundial, logró que este concepto que ya existía y era utilizado por grandes empresas como Toyota o GE de alguna forma, se conociera a nivel masivo en el mundo del management.
Se puso en marcha un movimiento en el que rápidamente se adoptaron conceptos como el de “producto mínimo viable”, “propuesta de valor”, “canvas”, o términos como “pivotar y/o iterar” y este modo de nombrar las nuevas formas y métodos para encarar la transformación que nos impuso esta nueva era, cambió el idioma de los negocios para siempre.
Y si bien es cierto que el concepto “Lean Startup” todavía nos remite a “emprendimientos”, Eric Ries logra demostrar en su último libro – “The Startup Way, 2017- que se trata de un metodología que aporta un enfoque integral para gestionar empresas de todo tamaño de forma innovadora y garantizando un crecimiento sostenido.
En su libro relata las experiencias de transformación de empresas como General Electric, Amazon, Facebook o Airbnb y aporta un enfoque revolucionario para líderes, gerentes y empresarios que quieran inspirar y movilizar a sus equipos para que piensen como empresarios.
Los líderes visionarios a través de todo tipo de negocios están despertando a nuevas posibilidades, que mezcla lo mejor de la gerencia general con la emergente disciplina de gestión empresarial. Pensar como emprendedor permite revitalizar el pensamiento de la administración que necesitan las empresas del siglo XXI, porque las nuevas generaciones quieren trabajar de otra manera y si las grandes compañías no les brindan esta oportunidad, prefieren armar sus propias empresas.
A esta nueva forma de trabajo, es a lo que Eric Ries llama el Startup Way, un concepto en el que iré profundizando en próximos post porque todo apunta a pensar que “este modo” es el que terminará definiendo las competencias y el quehacer del management.
El autor define cinco principios que rigen básicamente la aplicación del Startup Way, aclarando que para él, se trata de una disciplina de gestión, es decir, un nuevo marco para organizar, evaluar y asignar recursos para el trabajo de una empresa:
- Innovación continua: no se trata de que la innovación sea producto de la casualidad, sino de encontrar un método que permita, de forma repetitiva, encontrar nuevas disrupciones utilizando el talento y la creatividad de todos los niveles de la organización y no sólo del área de I+D+i.
- La Startup como unidad atómica de trabajo: la propuesta es formar equipos que funcionen como “startups internas”, lo que implica que tengan una estructura organizativa especial para ellos.
- La función que falta (emprendimiento): la división entre cultura emprendedora y corporativa es todavía tan antagónica, que cuesta pensar en una gran empresa con startups internas ya que modifica totalmente la forma en que gestiona el management tradicional. Introducir el “modo emprendimiento”, hoy ausente en grandes corporaciones, será en el futuro tan importante como el marketing o las finanzas.
- La segunda fundación: los cambios que se proponen, y se consideran necesarios para afrontar los desafíos actuales, son tan profundos y estructurales, que deben ser planteados como un proceso cuyo propósito sería refundar la organización.
- Transformación continua: en esa refundación hay que instalar el concepto de la transformación permanente casi como parte de la nueva Visión de la compañía, porque si se logra incorporar este comportamiento al ADN de la compañía, ésta volverá a producirse una y otra vez, garantizando el primer principio: Innovación continua.
En resumen lo que Eric Ries propone es la adopción de una nueva filosofía que permita a la empresa construir un nuevo plan que modifique esencialmente su forma de trabajo, para crear un crecimiento sostenido a través a la innovación continua.
Esta filosofía, enfoque, método o forma reemplaza al sistema actual de gestión que sigue trabajando en la planificación y la previsión en un escenario global que hoy está regido por la velocidad y la incertidumbre y por tanto demanda metodologías ágiles que permitan tomar decisiones siempre sobre la marcha.