Seguridad digital y los retos con los que se enfrenta en la actualidad
Uno de los errores comunes que han cometido numerosas empresas es no tener en cuenta que la seguridad digital abarca no solo datos e información generalizada, sino también detalles personales sobre individuos y empresas. La seguridad digital o ciberseguridad se aplica en la actualidad a un amplio abanico de elementos y en especial hay que cerciorarse de reforzar todos los niveles, a fin de que lo relacionado con la propiedad intelectual y seguridad de la información esté protegido de una manera conveniente.
Sufrir un ataque cibernético y perjudicar la privacidad de miles de usuarios es más serio de lo que imaginamos. No solo puede tener una repercusión económica, sino que la imagen corporativa se verá también seriamente dañada.
Afortunadamente, las tecnologías y la manera en la que concienciemos a todo el equipo pueden ayudarnos. Lo importante es conocer a qué nos podemos enfrentar y de qué manera puede protegernos la ciberseguridad.
¿Qué es la seguridad digital?
La ciberseguridad o seguridad digital es el conjunto de técnicas y herramientas empleadas por un área de la informática con el objetivo de proteger la infraestructura informática y todo lo relacionado con la tecnología computacional.
Concretamente, la seguridad digital lleva a cabo el establecimiento de determinados procesos, métodos y protocolos que eviten la irrupción de cualquier amenaza cibernética que pueda poner en riesgo la información almacenada o transferida. Para ello se tiene en cuenta la implementación de software, hardware y todo lo que la empresa valore como riesgo.
¿Por qué es importante la seguridad digital?
Que cualquier servicio o producto se puede ofrecer por internet es cierto, al menos, promocionarse. Sin embargo, hay que ser conscientes de que los cambios que trae consigo la transformación digital tienen doble filo. Además, el coronavirus ha provocado que este asunto esté aún más en el punto de mira. La mayor necesidad del teletrabajo y la digitalización de los procesos de negocio han hecho que muchas empresas hayan tomado decisiones rápido, sin parar a cuestionarse su seguridad digital.
El motivo de hacer una transición a lo digital de forma segura es que hay que prevenir las amenazas cibernéticas mediante la automatización, la escalabilidad y, sobre todo, las herramientas de seguridad que hagan una protección adecuada.
Muchos empleados acceden a las redes de la empresa y no sospechan de una posible actividad maliciosa cuando, en realidad, pueden mantenerse al acecho muy disimuladamente hasta que efectúan el ataque y causan estragos.
Las áreas de una empresa que especialmente podrían verse afectadas son las de contabilidad y finanzas, el departamento de marketing y comunicación, informática y la vinculada con la política de privacidad y tratamiento de datos (RGPD).
Quienes atentan contra la seguridad digital de la empresa pueden acceder a la bandeja de entrada del correo, ver las transacciones económicas, todos los datos almacenados de los datos, sustraer claves y contraseñas, información confidencial, etc.
Pensemos en los datos que consideramos relevantes para el funcionamiento de la empresa. Cualquier información podría afectar a la infraestructura de la organización si caen en manos equivocadas.
Frente a todo esto, lo que buscan las empresas por encima de todo es tener tranquilidad digital, el concepto que viene a ser la consecuencia de aplicar métodos de seguridad digital efectivos.
¿Cuáles son los riesgos de la seguridad digital?
En este contexto, conviene saber a qué nos enfrentamos y de qué debemos estar protegidos exactamente.
Actualmente hay multitud de amenazas esperando a causar un impacto negativo entre los sistemas de seguridad de las empresas. Especialmente en las pequeñas y medianas empresas, de las cuales se espera que estén menos protegidas.
Algunas de las amenazas a las que se enfrentará el sistema informático de la empresa incluyen el malware, ransomware o los ataques maliciosos mediante navegación web.
Ataques cibernéticos que puede hacer un hacker
El ransomware que hemos mencionado antes es muy frecuente, puede poner en riesgo páginas web completas, con lo que se abre la amenaza de lo que hemos dicho sobre la vulnerabilidad de datos de los demás usuarios. Además, el ransomware puede llegar a introducirse dentro de la instalación del Internet de las Cosas. Y de ocurrir esto es posible que estemos arriesgando mucho más que unas bases de datos con información generalizada sobre nuestros usuarios o clientes.
Por supuesto, hay que estar preparados ante cualquier amenaza de malware, especialmente contra el phishing. Si hemos dado inicio en nuestro negocio a una política de BYOD hay que tener cuidado de que esto no derive en que los dispositivos externos que toleramos en nuestra empresa lleguen con una infección debajo del brazo.
Frente a estos riesgos hay que tener un sistema reforzado y una plataforma de protección que nos permita estar al tanto de cualquier tipo de vulnerabilidad que se pueda generar a nuestro alrededor. Todos los posibles incidentes que se puedan producir en el entorno web se tienen que frenar por todos los medios posibles.
Tranquilidad digital de la empresa y de todos los usuarios
Hay que entender que no solo estamos hablando de compartir un contenido con los usuarios que navegan a través de nuestra web, sino que, al hacerlo, ellos también nos están dando datos suyos. En especial, si existe un registro de por medio, tenemos que ser muy cuidadosos y poner la protección de estos datos por encima de todo. Esto nos evitará muchos problemas y disgustos en el futuro.
¿Cómo prevenir los riesgos de la privacidad digital?
Hay que asegurarse de encriptar la información de ida y vuelta, mantener los servidores limpios de amenazas y asegurar que todos los datos que se introducen en nuestros servidores están protegidos ante amenazas.
Entre otras medidas, hay que tener el router actualizado con la última versión de firmware, acceder, siempre que sea posible, a la VPN de la empresa, tener activado el antivirus, disponer de una autenticación multifactor, etc.
Lo más importante es que, por una parte, todos los empleados sepan seguir las políticas de seguridad de la empresa y lo hagan (siempre) y, por otra parte, recurramos a determinadas herramientas.
¿Qué hace la ciberseguridad?
Para prevenir los riesgos de la privacidad digital y todos los ataques cibernéticos podemos seguir varios pasos. Entre ellos, conviene aplicar distintas herramientas en las siguientes áreas:
La ciberseguridad en el software
Es necesario contar con programas informáticos que proporcionen seguridad al sistema, es el caso de:
- Firewalls
- Programas de seguridad para correos electrónicos y evitar el phishing
- Bloqueador de ventanas emergentes, para eliminar amenazas en los navegadores web
La ciberseguridad en el hardware
A la hora de conectarse a la red central corporativa hay algunos dispositivos de seguridad a tener en cuenta, como el firewall de hardware (que analiza y filtra el tráfico) y los servidores proxy, que se encargan de proteger la dirección IP de los equipos que están conectados al mismo servidor y, así, asegurar los datos.
La seguridad digital en sistemas de redes
En este sentido, podemos hablar de distintos tipos de seguridad de redes, como:
- El Sistema de Prevención de Intrusos (IPS), que son dispositivos de software y hardware.
- El Sistema de Detección de Intrusos (IDS): herramientas que analizan procesos sospechosos de intrusión.
- Redes Privadas Virtuales, que son las VPN que tanto se mencionan y que se emplean para conectar uno o más ordenadores a una red privada para el uso de Internet, sin necesidad de que dichos equipos se encuentren en el mismo lugar.
¿Qué protocolos de seguridad se deben tener para un buen manejo de una red social?
Las redes sociales son a menudo olvidadas cuando hablamos de seguridad digital y, sin embargo, suponen una fuente de riesgos y amenazas.
Sigue los siguientes consejos a la hora de usar redes sociales para garantizar la seguridad personal y la de la empresa:
- Usa contraseñas largas, seguras y únicas: Aunque sea, precisamente lo que tratas de evitar, es importante no usar la misma contraseña para los distintos sitios que consideras importantes (por ejemplo, el email, el Facebook y tu cuenta bancaria).
- Al acceder a los enlaces que comparten las publicaciones asegúrate de que sus URLs contiene “https” y no “http”, ya que lo segundo significa que esa web no tiene protocolo SSL (Secure Sockets Layer) y puede ser no segura.
- Cuidado al emplear conexiones wifi públicas o gratuitas: Cuando lo hagas, es conveniente tomar una serie de precauciones, como habilitar un cortafuegos, desactivar la función de uso compartido, emplear una VPN o evitar introducir datos sensibles.
Garantizar tranquilidad digital y protección de datos
Así que, en resumidas cuentas, todo comienza preparando la tecnología corporativa, dotando a los equipos de un alto nivel de inteligencia global y consiguiendo que el machine learning se ocupe de que los sistemas estén al día con la intención de bloquear cualquier tipo de vulnerabilidad.
Al mismo tiempo, también es necesario que se apliquen métodos más sólidos en lo referente a la gestión de los riesgos digitales, ajustándose a las necesidades que tenga cada negocio y haciendo todo lo posible para tener una visión global acerca de lo que ocurre hasta en el último rincón de la empresa.
Por supuesto, la seguridad digital requiere que ante todos los medios tengamos nuestra tecnología actualizada y protegida. Es imprescindible que todo el hardware y el software pasen controles exhaustivos de barridos de seguridad con la intención de aplicar actualizaciones, eliminar datos duplicados, controlar niveles de acceso de usuarios y aplicar distintas capas de seguridad en estructuras que sean capaces de evitar incidentes.
Por último, aunque esto se suele dejar como un aspecto secundario, en realidad tiene más importancia de la que se pueda imaginar. Hablamos de educar a los miembros del equipo en que sean más capaces de actuar en consonancia con las necesidades que tienen las empresas para fomentar la seguridad y plantar batalla a los cibercriminales en todos los sentidos.