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Motivación y liderazgo

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Motivación y liderazgo son conceptos que se usan mucho en el ámbito empresarial, pero que van más allá de la simple gestión. Gestionar implica hacer las cosas usando los recursos de la organización, aplicando los patrones y reglas formales de la empresa. Mientras que el liderazgo, con su elevado componente de motivación, va por otro lado. 

Este camino implica, a veces, adoptar cambios y nuevas iniciativas, incluso cuando son impopulares. De ahí la importancia de contar en la organización con un líder que sea capaz de motivar a su equipo.

Motivación y liderazgo, una aproximación a los conceptos

La motivación está muy relacionada con el impulso, esa fuerza que nos orienta hacia el esfuerzo colectivo para conseguir un objetivo común. Y el liderazgo juega un papel fundamental en la motivación, porque esta depende mucho de cómo sea la personalidad y la forma de trabajar de quien está al frente del equipo de trabajo.

Para Chiavenato la motivación es el resultado de la interacción directa entre un individuo y una situación que lo rodea. Mientras que Robbins complementa la definición señalando que la motivación está formada por los procesos que afectan de forma directa a la intensidad, la dirección y la persistencia del esfuerzo que realiza el individuo para alcanzar sus metas.

Por su parte, Kotter habla del liderazgo como la capacidad para influenciar en otras personas y que estas se centren de forma voluntaria en conseguir los objetivos fijados para el grupo.

Partiendo de estas definiciones podemos afirmar que, aunque puede llegar a haber motivación sin liderazgo, nunca se ejerce el liderazgo si no se tiene, entre otras, la capacidad de motivar a los demás.

Esto implica que las empresas que quieran tener motivados a sus empleados deben asegurarse primero de contar con buenos líderes.

El origen del poder del líder

Como acabamos de ver, la presencia del líder es muy importante para motivar a los demás. Pero, ¿de dónde proviene ese poder?

  • Poder personal: es el que detentan algunos individuos y que se suele denominar carisma. Algunas personas tienen esta cualidad y son, por ello, consideradas como referentes. 
  • Poder legítimo: se basa en el cargo que una persona ocupa dentro de un marco estructurado. Esta condición hace que su liderazgo sea aceptado por el resto de personas a su cargo como legítimo. 
  • Poder de experto: tiene que ver con el conocimiento especializado que poseen ciertos individuos y está muy relacionado con la educación y la formación
  • Poder político: se deriva del apoyo de un grupo y requiere de la capacidad para trabajar con las personas de forma que se pueda obtener su apoyo y lealtad. 

Al plantear la conjunción motivación y liderazgo se está hablando de la necesidad implícita de encontrar el equilibrio adecuado entre estas cuatro fuentes de poder para usarlas cuando sea apropiado.

El liderazgo y la motivación en la gestión del cambio

La gestión del cambio en la organización se puede llevar a cabo a través de diferentes enfoques, en función del uso de la autoridad por el líder y la libertad y autonomía de que disfrutan los empleados. Los modelos más habituales son:

Enfoque autoritario

Implica la existencia de un líder que toma las decisiones de forma unilateral para, después, informar al resto del equipo de lo que deben hacer.

Enfoque consultivo 

Se caracteriza por el diálogo. El líder habla con las personas que van a participar en una decisión, tal vez para pedirles sus opiniones e ideas, tal vez para informarles de los cambios que puedan tener lugar.

Enfoque democrático

En este caso se permite a los participantes involucrarse en la toma de decisiones, normalmente a través de un enfoque de trabajo en equipo. El papel del líder es ayudar a crear las estructuras de trabajo en equipo y alentar a los equipos a asumir la responsabilidad de la toma de decisiones. Es el mejor ejemplo de combinación de motivación y liderazgo.

Cada uno de estos enfoques se utilizarán en diferentes entornos. La clave es utilizar el enfoque correcto, que no es otro que el que mejor se ajusta a las circunstancias. 

En muchas situaciones los enfoques consultivos y democráticos serán más motivadores porque el líder estará atribuyendo mayor responsabilidad a los empleados, animándoles a sentirse involucrados. Porque cuando las personas están involucradas en la toma de decisiones son mucho más propensas a hacer suya la iniciativa y comprometerse en la consecución de los objetivos. Sin embargo, no es fácil lograrlo, para ello hace falta ser un buen líder, alguien capaz de motivar a los demás:

  • Mostrando pasión por lo que está haciendo.
  • Siendo capaz de comunicarse claramente con los demás.
  • Alentando a otros a participar en la toma de decisiones.
  • Actuando como un buen modelo a seguir.
  • Definiendo los objetivos con claridad.
  • Estableciendo claramente los beneficios que de la consecución de metas se derivan para todas las partes.

Motivación y liderazgo son dos conceptos que van indisolublemente unidos en el ámbito empresarial, porque sin un líder que sea buen motivador la organización tendrá más problemas a la hora de implementar cambios y será más complicado alcanzar los objetivos. Por eso, la mayoría de las empresas han dejado de buscar jefes y ahora solo buscan líderes.