Metodología XP: ¿le interesa a tu empresa la programación en parejas?
Uno de los 12 puntos clave de la metodología XP es la programación en parejas. En la práctica, hay veces que se aplica y hay veces que no. En ocasiones la reticencia proviene de los propios programadores, que creen que no se sentirán cómodos, cuando nunca han probado esta forma de abordar sus tareas. También puede suceder que sean los responsables del desarrollo quienes tengan dudas acerca de si será la opción más productiva. Y lo es.
Metodología XP: cuándo conviene usar la programación en parejas
Esta forma de poner en práctica la metodología XP consiste en tener dos programadores ocupados en una misma tarea y en una sola estación de trabajo. Mientras que uno de ellos se encarga del teclado, el otro se dedica a observar, reflexionar y aprender. El primero se centra en la sintaxis, la semántica y los algoritmos, es la vertiente más técnica del trabajo; y el segundo tiene la misión de hacer preguntas y sugerencias, ya que se halla en un nivel de abstracción más elevado. De esta forma, los resultados demuestran que esta sincronización culmina con mejores diseños, menos errores y una mayor funcionalidad por unidad de tiempo, en especial cuando se mide en el largo plazo. Por eso se considera que supera tanto a las revisiones de código tradicionales, como a otros métodos menos formales. Se aconseja emplear la programación por parejas dentro del marco de trabajo guiado por la metodología XP en los siguientes casos:
- Proyectos de investigación.
- Proyectos a largo plazo.
- Iniciativas en las que sea muy probable encontrarse con problemas que nunca antes se habían tenido que afrontar.
- Proyectos en los que los desarrolladores necesiten un alto nivel de concentración debido a la complejidad de la lógica.
- Momentos en que la calidad del resultado es decisiva.
Además, siempre es aconsejable aplicar esta forma de organización del trabajo durante la etapa de diseño, dejando las tareas más triviales para ser resueltas por cada individuo de forma separada. Así, las tareas críticas se benefician de los efectos positivos de uno de los puntos clave más controvertidos de la metodología XP, que son:
- Minimización de errores.
- Mayor rapidez en la compleción de tareas.
- Aumento de la motivación y satisfacción aboral.
- Incremento de la confianza en el propio trabajo y capacidades.
Es cierto que la productividad a corto plazo podría disminuir ligeramente, aproximadamente en un 15%, como demuestran algunos estudios, pero debido a que el código producido es mucho mejor, la productividad a largo plazo aumenta. Sólo hay que tener en cuenta algunas precauciones a la hora de optar por llevar a la práctica la metodología XP de esta manera: 1. Tratar de usar emparejamiento cuando existan contrataciones, para tareas de alto riesgo, en el inicio de un nuevo proyecto cuando el diseño es novedoso, al adoptar una tecnología que no se ha probado antes o sobre una base mensual o semanal rotativa. 2. Dar prioridad a los programadores que prefieran probar este enfoque de trabajo. 3. No imponer la programación por parejas a todas las tareas. Hay que saber diferenciar en cuáles resulta beneficiosa y en qué otras no aporta nada. 4. Promover la comunicación de calidad y el respeto. La programación por parejas es, con diferencia, la forma más controvertida y menos universalmente aceptada de las prácticas ágiles dentro de la metodología XP, pero los resultados demuestran que, quienes se han atrevido a probarla, han repetido. Merece la pena intentarlo.