El desarrollo ágil desde la perspectiva del cliente
Las metodologías de desarrollo ágil han probado su efectividad en el ámbito del software aunque, también es cierto que este tipo de proyectos suelen presentar determinados problemas, comunes a la mayoría de ellos, que podrían minimizarse si se conociesen de antemano. Sobre todo, si el equipo de proyecto adquirirse un mejor entendimiento de la perspectiva del cliente.
Por qué el cliente elige desarrollo ágil
Tras la compra de productos software es necesario poner en marcha el proceso de desarrollo, ágil o en cascada, son las opciones más frecuentes. Todos los métodos ágiles abordan el proceso desde un enfoque incremental e iterativo, que supera las limitaciones de la metodología en cascada. Y ésta es, precisamente, una de las razones por las que las empresas depositan su confianza en este tipo de equipos de desarrollo. Otro de los argumentos a favor de este tipo de métodos es la transparencia. Por lo general, al comienzo del proyecto se definen abiertamente los tipos de recursos y se establece la medida en que serán necesarios. La comunicación es uno de los puntos fuertes de estos métodos. Además, es habitual que los clientes participen activamente en la definición de los requisitos, por lo que desde el primer momento están al tanto de los costes asociados con el equipo de desarrollo y sean conscientes de todos los detalles en cada paso del camino. Sin embargo, el punto que consigue convencer a los encargados de tomar decisiones acerca del proyecto es que, en el desarrollo ágil, la generación de valor de negocio es lo primero. Esta prioridad se desprende de:
- Se promueve la utilidad y se busca que se ponga el proyecto en marcha lo antes posible, para no retrasar a los entregables.
- Es requerido que las funcionalidades de mayor valor de negocio se completen en primer lugar.
- El pago no se realiza hasta que el trabajo no está terminado y aprobado (en base a fases o hitos).
Cómo evitar los inconvenientes del desarrollo ágil para el cliente
Los problemas que suelen plantearse en el desarrollo ágil tienen que ver con los dos principales inconvenientes que el cliente suele ver en este tipo de proyectos:
- Recursos disponibles: es preciso garantizar la participación activa con los desarrolladores, por lo que hace falta asegurar la disponibilidad de recursos a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto. Si bien esto muchas veces no resulta sencillo, todavía es más complicado si se tiene en cuenta que, aplicando este tipo de metodología incremental e iterativa, nunca se sabe cuál es la fecha de finalización del proyecto.
- Coste total del proyecto: el precio de la iniciativa se mantiene en una incógnita hasta casi el final. Si bien es cierto que, desde el inicio del proyecto se puede obtener una estimación, en un entorno de desarrollo ágil se trata de eso, una mera aproximación que puede tener poco que ver con la cifra final. Esta incertidumbre suele percibirse como un aspecto negativo por parte del cliente, que tiene el potencial de crear tensión, ya desde las etapas iniciales de la iniciativa.