Los dos tipos de innovación según el Manual de Oslo
Directrices para recopilar, informar y utilizar datos sobre innovación
El Manual de Oslo es una guía para la gestión de las estadísticas de innovación, que se publicó por primera vez en 1992, actualmente va por su cuarta edición y tiene como subtitulo “Directrices para recopilar, informar y utilizar datos sobre innovación". Sus usos son amplios y no se quedan únicamente en la gestión estadística, puesto que se usa para el desarrollo de los temas formativos relacionados con la innovación o para que las empresas puedan definir sus líneas estratégicas de innovación en sus planes empresariales.
Esta última edición se puede descargar en su versión en inglés en este enlace. Un hecho curioso (y quizás sintomático) es que mientras que la tercera edición tuvo traducciones al chino, español, francés y ruso; la cuarta solo se ha traducido al francés y al lituano.
Definición de innovación según el Manual de Oslo
La primera definición que se realiza en el Manual es la de innovación y en esta nueva edición se define de la siguiente forma:
“Una innovación es un nuevo o mejorado producto o proceso (o una combinación de ambos) que difiere significativamente de los productos o procesos anteriores de la unidad, y que ha sido puesto a disposición de los usuarios potenciales (producto) o puesto en uso por la unidad (proceso)”. En esta definición hemos de entender que la unidad es el actor responsable de las innovaciones; y se refiere a cualquier unidad institucional en cualquier sector, incluyendo los hogares y sus miembros individuales.
Los tipos de innovación según el Manual de Oslo
En esta nueva edición del Manual se introducen cambios sustanciales en la taxonomía de la innovación. A la hora de describir los tipos de innovación en los negocios propone dos tipologías: las innovaciones por objeto y las innovaciones por su novedad e impacto.
1. Las innovaciones por objeto
Se dividen en dos tipos principales: las innovaciones de producto y las innovaciones de proceso de negocio. Un cambio interesante con respecto a la tercera edición en la cual se describían cuatro tipos de innovaciones: innovaciones de producto, innovaciones de proceso, innovaciones comerciales e innovaciones organizativas.
Así de una parte se define una innovación de producto como “un nuevo o mejorado bien o servicio que difiere significativamente de los anteriores bienes o servicios de la empresa y que ha sido introducido en el mercado”. Se introduce dentro del concepto de producto dos tipos: los objetos tangibles (bienes) y las actividades intangibles (servicios). A veces hay productos que se ubican en la frontera entre bienes y servicios de tal forma que mezclan características de ambos.
Y de la otra parte, se define como innovación en proceso de negocio a “un nuevo o mejorado proceso de negocio (valga la redundancia) para una o más funciones de la empresa, que difiere significativamente de los anteriores procesos realizados en esta, y que se han puesto en uso. Para esta tipología se identifican seis categorías funcionales para identificar las innovaciones en procesos de negocios:
Producción de bienes o servicios.
Distribución y logística.
Marketing y ventas.
Sistemas de información y comunicación.
Administración y gestión.
Desarrollo de producto y de proceso de negocio.
2. Las innovaciones por su novedad e impacto
Suponen establecer tres perspectivas sobre la significación que pueden representar estas innovaciones en la empresa y eso hace que se pueda:
Determinar la novedad que suponen las innovaciones de una empresa con respecto al mercado o a la industria permite establecer tres categorías: que una innovación sea nueva para la empresa, que sea nueva para el mercado o que sea una novedad mundial.
Determinar el potencial de una innovación para transformar o crear un mercado. Bajo esta perspectiva se introducen los conceptos de innovación radical e innovación disruptiva.
Determinar el efecto de las innovaciones en la competitividad de la empresa. Aquí se puede observar el impacto en la evolución de las ventas o valorar las expectativas que pueden suponer en la competitividad.
Aunque dado su motivo fundacional, la utilidad de estas definiciones y tipologías es principalmente a efectos de desarrollar las estadísticas de innovación, además considero que una empresa las puede utilizar cuando quiere estudiar cómo desarrollar su innovación.
Una opción sería considerar la perspectiva de procesos y empezar definiendo qué pasos deben seguirse para el desarrollo de productos y/o los procesos de negocios. A partir de esto se abre un amplio abanico de opciones como, por ejemplo, el hecho de que desarrollar un nuevo producto supondrá que deberemos innovar en los procesos de producción de bienes o de servicios. Pero también puede provocar la necesidad de innovar en los procesos de marketing y ventas porque el nuevo producto requiere una nueva forma de comercializarlo. Además, se necesitará innovar en los sistemas de información y comunicación porque queremos digitalizar los procesos de recepción de pedidos.
En definitiva, el uso que hagamos de estos conceptos podrá determinar el grado de excelencia de las innovaciones que desarrollemos.
Al definir qué innovación queremos, determinamos cuál será nuestro futuro. La innovación es una de las categorías del nuevo blog de OBS Business School que complementa la nueva web de OBS. En esta nueva etapa y con quiero aportar una visión amplia de la innovación tratando temas como: las definiciones, las metodologías, las estadísticas, los referentes conceptuales, los libros clásicos y las novedades, etc.