Gestión patrimonial: posibilidades, riesgos y análisis
Los buenos rendimientos de las inversiones sólo son posibles si se llevan a cabo tolerando una cierta proporción de riesgo. La gestión patrimonial suele centrarse, por esta razón, em acciones, ya que, en el largo plazo, se asocian a mejores resultados que otras alternativas, como los bonos. No obstante, en lo que respecta a la gestión del patrimonio existen muchas posibilidades. ¿Conoces cuáles son?
Gestión patrimonial: un mundo de posibilidades
Independientemente de la tolerancia al riesgo del inversor, en lo que respecta a la gestión patrimonial hay que entender que es importante no subestimar los riesgos que, en distintas medidas, implica la inversión de capital. Una de las formas de minimizarlos, o al menos de tenerlos bajo control, es diversificando.
Cuando se opta por la diversificación para la gestión patrimonial se reduce el riesgo, al no apostar toda la inversión a la misma carta. Dentro de esa variedad, sin embargo, para evitar tener que enfrentarse a situaciones incómodas o poco rentables, hay que tener cuenta algunas reglas de oro:
- No centrarse en la misma industria ni en los mismos mercados.
- Evitar una diversificación excesiva que conduce a la pérdida del control.
- Aumentar la inversión, en cantidad y/o variedad, sobre una base regular.
- Tener cuidado con las comisiones y el porcentaje de ganancia que restan.
- Mantenerse actualizado y no tener miedo a pedir la cuenta cuando llega el momento de dar por concluida la aventura.
Otra posibilidad en lo que respecta a la gestión patrimonial es invertir en alternativas menos arriesgadas. Los valores de interés fijo son una opción muy completa para un perfil de inversor más conservador, que busca no complicarse y quiere que las cosas sean fáciles desde el principio.
Cualquiera que sea el planteamiento, la aversión al riesgo o el conocimiento del mercado de inversiones; a la hora de rentabilizar la gestión patrimonial es importante tener en cuenta dos premisas:
- Las opciones a corto plazo pueden no ser tan buenas como parecen.
- La práctica demuestra que las mejores iniciativas de inversión a menudo toman tiempo para llegar a buen término. Precisamente por eso, el limitarse a un enfoque a corto plazo sólo sirve para aumentar los costes y reducir los retornos esperados.
- Conocer el funcionamiento de los mercados a corto plazo es complicado. Este tipo de visibilidad está al alcance de muy pocos y, aún para quienes cuentan con las mejores herramientas analíticas, existe un amplio margen de incertidumbre.
- La flexibilidad y el sentido común son importantes para una buena gestión patrimonial. Por una parte, hay que alejarse de tendencias y modas, que son pasajeras y pueden arrastrarnos a decisiones que no justificarán el esfuerzo; por otra, es necesario confiar en las propias capacidades, o en las de los asesores financieros que, desde el conocimiento y la confianza comparten sus propios criterios de valor.
Riesgo, alcance, cuantía, objeto… la gestión de inversiones no es una ciencia pura y requiere de una combinación de análisis financiero riguroso y sentido común. ¿Ya sabes cómo conseguir la máxima rentabilidad de tu gestión patrimonial?