Gestión de proyectos siguiendo el modelo de cascada
El modelo de cascada de desarrollo de software es el primero de muchos que tratan de orientar la forma de abordar los procesos y la gestión de un proyecto de este tipo. Se conoce que a mediados de la década de los setenta ya fue introducido el término, aunque procedimientos similares venían empleándose desde hacía veinte años.
El modelo lineal secuencial de desarrollo software: modelo de cascada
La sencillez de aplicación es uno de los puntos fuertes de este método que, por otra parte, no obtiene tan buenos resultados como otras metodologías aplicables al desarrollo software como ágil o ajustada. Así lo demuestra un estudio realizado por Standish Group que, tras diez años estudiando la evolución de distintos proyectos, concluía que, los ejecutados en base al modelo de cascada terminaban en fallo en el 29% de las ocasiones. Para comprender su funcionamiento han de conocerse algunos de sus atributos principales:
- Se trata de un modelo estructurado: en el que la rigidez puede llegar a suponer una limitación en la práctica.
- Aborda el proyecto como un todo: en vez de dinamizar su gestión dividiéndolo en unidades más sencillas de gestionar y controlar.
- Se trata de un planteamiento secuencial: en el que no cabe la simultaneidad, por lo que se pierde el valor que algunas colaboraciones pueden aportar.
- No está preparado para el cambio: lo que supone un obstáculo significativo, especialmente si se tiene en cuenta que los proyectos son un ente cambiante, en tanto en cuanto todas sus fases, sus objetivos y sus condiciones se ven afectadas por infinidad de factores, muchos de los cuales no pueden controlarse.
Ventajas e inconvenientes del modelo de cascada
El modelo de cascada está diseñado para proyectos de tamaño reducido y complejidad controlada. No resulta nada recomendable su aplicación cuando existe una gran influencia de la incertidumbre Entre los beneficios de este modelo se encuentran:
- Lo sencillo que resulta, tanto de entender como de usar.
- La dificultad de presentar errores, ya que su rigidez, que determina los entregables específicos de cada fase y los procesos de revisión a aplicar facilitan su cumplimiento.
- Aumenta la simplicidad de la gestión, ya que en ningún caso las fases se superponen.
- Ayuda a la comprensión de los requisitos de proyecto.
Sin embargo, el modelo de cascada también presenta inconvenientes, como:
- El hecho de que una vez que una aplicación se encuentra en fase de pruebas, es muy difícil volver atrás y cambiar algo que no estaba bien pensado en la etapa de concepto.
- No se consigue tener el software funcionando hasta bien avanzado el ciclo devida del proyecto.
- Implica una alta dosis de riesgo e incertidumbre.
- No es un buen modelo para proyectos complejos y orientados a objetos, como tampoco lo es para proyectos largos y continuos.
- Resulta altamente desfavorable para proyectos en los que los requisitos presentan un índice de cambio de moderado a elevado.
Teniendo estas desventajas en cuenta, al utilizar el modelo de cascada hay que ser consciente de que su aplicación debería reducirse a los casos en que:
- Los requerimientos estén muy claros y sean fijos.
- La definición del producto sea estable.
- No existan problemas de acceso o comprensión de la tecnología.
- No haya indicios de ambigüedades.
- Se cuente con recursos suficientes, así como con personal cualificado y experimentado en proyectos de este tipo.