Estudio de viabilidad: cómo hacerlo para un proyecto
En Project Management, una de las preguntas más habituales antes de comenzar con un proyecto es la siguiente: ¿cómo puedo saber si será rentable llevarlo a cabo o no? La respuesta a dicha pregunta pasa por realizar un estudio de viabilidad.
En este post veremos qué es un estudio de viabilidad en Project Management y, a continuación, los pasos que podemos seguir para realizar uno.
Estudio de viabilidad: ¿qué es?
Como su propio nombre indica, un estudio de viabilidad es una investigación que se realiza para saber si el proyecto que tenemos en mente es viable o no. Sin embargo, a pesar de la obviedad de esta definición, si profundizamos en ella podremos ver que nos revela algo muy interesante.
Según ella, un proyecto es viable si la investigación que realizamos nos conduce a algo rentable. Pero ¿qué es exactamente la rentabilidad? Muchos piensan que un proyecto rentable, o viable, es aquel que proporciona un beneficio monetario en forma de ingresos. Sin embargo, esto no tiene por qué ser necesariamente así.
Imaginemos una empresa que invierte en un proyecto que mejorará su imagen corporativa. Habrá gastado más dinero del que recuperará, ya que la imagen corporativa no implica ingresos directos. Sin embargo, sí habrá resultado rentable, ya que ha cubierto el objetivo para el que fue creado.
De modo que un estudio de viabilidad debe tener muy claro el objetivo del proyecto. Este es precisamente el primero de los pasos que veremos a continuación.
Estudio de viabilidad: pasos para llevarlo a cabo
Ahora que ya tienes claro qué es un estudio de viabilidad, la siguiente pregunta es: ¿y cómo empiezo a realizarlo para saber si mi proyecto será rentable?
A continuación detallamos una serie de pasos para ello, aunque se trata únicamente de una propuesta que cada uno debe adaptar según su situación:
- Definir claramente el objetivo del proyecto. Como veíamos arriba, el estudio de viabilidad tiene su eje principal en el motivo por el que el proyecto va a ser puesto en marcha. Para definir correctamente el objetivo, podemos emplear el modelo SMART.
- Analizar la situación y el entorno. Una vez que tenemos claro el objetivo del proyecto, el siguiente paso en el estudio de viabilidad será realizar un análisis de todo aquello que influirá en el desarrollo. Para ello podemos utilizar modelos como el DAFO, que nos hará conscientes y nos permitirá relacionar las debilidades y amenazas a las que nos enfrentaremos y las fortalezas y oportunidad con las que contaremos.
- Crear un listado de recursos. Tras haber analizado la situación y el entorno, podremos elaborar una lista que incluya todos aquellos recursos con los que contaremos. La mayor parte de ellos habrán sido reflejados en el apartado de fortalezas del DAFO. Dichos recursos no implicarán solo dinero, sino también materiales, personal, tiempo, etc.
- Calcular el coste del proyecto. Tras los tres pasos anteriores ya estaremos en disposición de asignar un valor monetario global al proyecto, que dependerá de los recursos reflejados en el paso anterior. Es recomendable incluir en dicho coste una reserva para imprevistos.
Ahora que ya hemos calculado el coste del proyecto en este estudio de viabilidad, podremos saber si realmente nos resultará rentable o no de forma muy sencilla. Simplemente se trata de comparar el coste del proyecto del cuarto paso con el objetivo del primero. Si el objetivo nos proporciona más valor que el coste, el proyecto será viable y rentable.
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