De la cultura de stock a la customización en masa: las claves tecnológicas del cambio
La cultura de stock está relacionada con la producción en masa, con la economía de costes y el estudio de tendencias. Este enfoque caracteriza a una cadena de suministro menos proactiva, una cadena de reacción que va un paso por detrás de la demanda, tratando de acomodarse a su siguiente movimiento. A día de hoy, existen ya muchas organizaciones que han decidido apostar por un cambio de planteamiento, son las que basan sus decisiones en la computación cognitiva, las que se alían con la tecnología para optimizar su propuesta de valor y las que lideran el grupo de cadenas volcadas en la customización en masa.
La digitalización: un modelo que deja atrás la cultura de stock
Los espacios destinados al almacenamiento de mercancías se reducen y, a cambio, se introducen nuevos equipos y maquinaria, como las impresoras 3D; el personal de almacén va disminuyendo en número a la vez que aparecen nuevos perfiles en la compañía, más familiarizados con la tecnología y especializados en profesiones técnicas. También la gestión cambia: de anticipar a posponer.
La cultura de stock que mantenía altos niveles de inventario ha dado paso a la cultura digital. Esta digitalización es la base del sistema y está presente en momentos muy diferentes del ciclo:
- La tecnología permite al cliente conocer las posibilidades de personalización del producto de su elección.
- Herramientas de diseño online hacen posible que se ocupe de introducir cambios y detalles hasta modelar un artículo a la medida de sus gustos y necesidades, algo que hubiera sido impensable en la cultura de stock.
- A través de una plataforma web la empresa recoge el pedido y lo procesa.
- Las características de configuración del producto son transmitidas internamente a través del sistema, hasta llegar a la impresora 3D que se ocupará de elaborarlo, total o parcialmente.
- Un centro logístico totalmente automatizado empaquetará, etiquetará y clasificará el pedido, siempre bajo la supervisión de los responsables de control de planta, quienes se apoyan en la información que el software les proporciona para poder ejercer la monitorización de los procesos en marcha.
- El transporte permitirá, a cliente y compañía, monitorizar en todo momento el estado del pedido, ya de camino hacia el punto de entrega, gracias a una aplicación online complementada por un sistema de alertas.
La analítica big data, la computación en la nube, el internet de las cosas (IoT), la impresión en 3D o la robótica avanzada son parte sustancial de las operaciones en las cadenas de suministro que han conseguido dejar atrás la cultura de stock.
Una mayor satisfacción del cliente, el fortalecimiento de las alianzas con proveedores y distribuidores y la mayor eficiencia y sostenibilidad en la gestión son algunas de las ventajas de este modelo que, sin embargo, también debe hacer frente a inconvenientes como los relacionados con los costes, la escasez de talento o la sensibilidad a las fluctuaciones de la demanda en el corto plazo.
¿Todavía sumido en la cultura de stock? ¿Tienes planes de avanzar hacia un modelo de customización en masa apoyado por la digitalización?