¿Cuáles son los ratios de rentabilidad y cómo podemos sacarles partido?
La contabilidad de la empresa es la que mejor nos indica si de verdad estamos haciendo una gestión eficiente de los recursos. Para saberlo contamos con diferentes ratios financieros y entre ellos nos encontramos con los ratios de rentabilidad.
¿Para qué sirven los ratios de rentabilidad?
El objetivo de toda empresa es maximizar sus beneficios sacando el mayor rendimiento posible a los activos. Pues bien, los ratios de rentabilidad son unas fórmulas matemáticas que nos permiten conocer hasta qué punto la compañía ha podido sacarle partido a sus recursos y obtener beneficios con ellos.
Son una forma efectiva de saber si una empresa es realmente rentable, ya que con ellos podemos responder a la pregunta de cuánto dinero genera un determinado negocio.
Partiendo de la base de que en el balance económico nos podemos encontrar con diferentes partidas, estos ratios que estamos analizando se pueden elaborar atendiendo a diferentes factores, lo que nos permite hablar de varios ratios de rentabilidad.
¿Qué ratios de rentabilidad existen?
Ratio de rentabilidad financiera (ROE)
Es, sin lugar a dudas, uno de los más importantes y de los más utilizados. Mide la rentabilidad que le generan a la empresa sus recursos propios. Es decir, el beneficio neto obtenido por la inversión de los accionistas.
ROE = Beneficios netos / Activo propio * 100
Ratio de rentabilidad económica (ROI)
Se encarga de medir el resultado de una inversión en concreto y permite comprobar si la misma ha sido positiva y si conviene o no seguir con ella.
ROI = Beneficios brutos / Activo total * 100
Ratio de Rentabilidad General (ROA)
Indica la relación que existe entre el rendimiento obtenido en un determinado período y los activos totales de la empresa. Su finalidad es poder determinar la capacidad que tienen los activos para generar beneficios.
ROA = Beneficio neto / Activos totales + 100
Estos tres son los más habituales, pero existen otros ratios de rentabilidad que pueden ser útiles en momentos concretos. A modo de ejemplo podemos destacar:
- Rentabilidad de los capitales propios.
- Rentabilidad por dividendo.
- Rentabilidad bursátil de la sociedad.
¿Cómo interpretar un ratio de rentabilidad?
El resultado de un ratio de rentabilidad siempre va a ser un porcentaje, lo que en ciertos casos nos puede llevar a confusión si no somos expertos. Debes tener en cuenta que un porcentaje alto puede ser en realidad insignificante si lo valoramos en términos absolutos.
No existe el ratio perfecto. Para saber si un resultado es bueno o malo no debemos fijarnos únicamente en el resultado de la fórmula matemática, sino también en el tipo de negocio que se está analizando.
Esto implica que a la hora de comparar los ratios de diferentes empresas hay que hacerlo siempre con precaución.
Si conoces bien los ratios y sabes ir más allá del mero dato, tendrás capacidad para determinar si un negocio es o no realmente viable y si conviene o no invertir en él.
Para desarrollarte profesionalmente en el sector de las finanzas necesitas conocer en profundidad conceptos como el de ratios de rentabilidad. Contar con una buena formación es fundamental, por eso te puede interesar nuestro Máster en Dirección Financiera.