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Umbral de rentabilidad: qué es y un ejemplo para entenderlo

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En lo relativo a contabilidad y finanzas, ventas y otros procesos empresariales que implican una generación directa de beneficios, es importante conocer y comprender el concepto de umbral de rentabilidad.

En este post vamos a hablar sobre él y a poner un ejemplo para poder comprenderlo sin problemas.

Umbral de rentabilidad: ¿qué es?

El umbral de rentabilidad es un término económico que también se conoce como punto muerto o punto de equilibrio. Representa el punto exacto en el que una empresa obtiene cero beneficios y cero pérdidas, con lo que su objetivo es siempre crecer a partir de él.

Para poder calcular el umbral de rentabilidad necesitamos conocer una serie de variables:

  1. Costes fijos. Son aquellos gastos que la empresa realiza para producir sus productos y que nunca varían o varían con muy poca frecuencia. Algunos ejemplos los encontramos en el alquiler de instalaciones, impuestos o suministros.
  2. Costes variables. Ya habíamos hablado en un post anterior acerca de qué hay que saber para calcular el costo de ventas. Los costes variables son aquellos gastos que se derivan de la producción, por lo que varían en función de cuál sea el nivel de la misma. Un ejemplo lo tenemos en las compras de materias primas que ofrecen mayores descuentos del precio total cuanto mayor sea el volumen comprado.
  3. Precio de venta. El precio al que vendemos a nuestros compradores el producto terminado.

A partir de estas tres variables podemos calcular el umbral de rentabilidad a partir de la siguiente fórmula:

Umbral de rentabilidad = costes fijos / (precio de venta – coste variable)

El precio de venta y el coste variable se cuantifican respecto a la unidad de producto. Es decir, el precio de venta en la fórmula será realmente el precio de venta unitario y el coste variable será el coste variable unitario.

Umbral de rentabilidad: un ejemplo

Ahora que ya sabemos qué es y cómo se calcula el umbral de rentabilidad, veamos un ejemplo para terminar de comprenderlo y para conocer el nivel de beneficios que la empresa obtiene o puede obtener.

Imaginemos que nuestra empresa vende productos lácteos envasados. Las tres variables que veíamos en el apartado anterior son las siguientes:

  1. Costes fijos. Para la producción de sus lácteos, invertimos 2.000 € de costes fijos.
  2. Costes variables. Teniendo en cuenta la compra en grandes volúmenes de materias primas, junto a su poder de negociación, invertimos un coste variable unitario de 0,20 € por producto.
  3. Precio de venta. Cada producto lácteo terminado lo vendemos a 1,30 €.

De modo que podemos trasladar dichos números a la fórmula:

Umbral de rentabilidad = 2.000 / (1,30 – 0,20)

Realizando las operaciones correspondientes, obtenemos un umbral de rentabilidad con un valor de 1.818, redondeando a la baja. Es decir, que debemos vender 1.818 unidades de producto para obtener cero beneficios y cero pérdidas. Todos los productos que vendamos por encima de dicha cantidad implicarán generación de beneficios.

Fijémonos en que:

  1. Al multiplicar 1.818 productos por 0,20 € de costes variables para cada uno de ellos, obtenemos un total de 363 € de costes variables totales, redondeando a la baja.
  2. Al multiplicar 1.818 productos por 1,30 € de precio de venta unitario obtenemos un total de 2.363 € de ingresos por ventas totales, redondeando a la baja.
  3. Restando los 363 € de costes variables totales a los 2.363 € de ingresos por ventas totales, obtenemos los 2.000 € que nos permitirán pagar los costes fijos que habíamos establecido.

Una vez pagados los costes fijos, todo lo demás que ingresemos serán beneficios.

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