Criptomonedas: Un cambio de paradigmas en el sistema financiero
¿Qué son las criptomonedas?
Probablemente, todo lector que esté revisando este post tiene una cuenta bancaria. En este sentido, frecuentemente observa cómo una serie de números le van indicando cuánto dinero entra en su cuenta, cuánto sale y cómo queda la ecuación final. Por otro lado, mediante una tarjeta plástica vinculada, el lector realiza compras varias y el dinero se transfiere de su cuenta bancaria a la del comerciante. Así se suceden diariamente infinitos movimientos digitales de dinero.
El sistema es confiable. Todo número visualizado en el home banking está respaldado por dinero físico, en formato papel o en bienes materiales que pueden liquidarse y llevarlos al formato papel. Además, ese papel moneda, a su vez, está respaldado por un Estado y su sistema financiero. Así surgen las distintas monedas que llevan un nombre que las diferencia y son fácilmente relacionadas con el país que las respalda, por ejemplo, todo el mundo sabe que el Dólar estadounidense es de EEUU, mientras que el Euro es la moneda común a los países que forman parte de la Unión Europea, así como todos identifican al Metical como la moneda oficial de Mozambique, etc. Por otro lado, las monedas se pueden comparar unas con otras y existen equivalencias para el intercambio.
Una criptomoneda es dinero 100% digital. Más allá de que la imagen de este post muestra una moneda dorada, las criptomonedas son virtuales, es decir, que no hay monedas ni billetes físicos, así como tampoco están respaldadas por un Estado o una entidad bancaria.
Las criptomonedas se crean como resultado de la combinación de dos factores principales:
La invención de técnicas criptográficas
La necesidad de un entorno monetario independiente, sin intermediación por parte de las autoridades.
Actualmente existen varios miles de criptodivisas en todo el mundo, que se diferencian por tecnología, encriptación y modo de uso. La mayoría de estas monedas virtuales está basada en la tecnología Blockchain.
Las más conocidas son:
Bitcoin. Fue creada en 2008 por varias personas bajo el nombre de Satoshi Nakamoto, siendo la primera criptomoneda. Se posiciona como líder y referente en el mercado digital y, en los últimos meses, empresas como Tesla Motos y MasterCard han apostado por el bitcoin.
Ripple XRP. Fue creada por los antiguos desarrolladores del Bitcoin, con el objetivo de mejorar las prestaciones. Se trata de un sistema seguro y encriptado cuya información de las transacciones son públicas pero la información del pago sólo es conocida el emisor y el receptor.
Litecoin. Fue lanzado como una alternativa al Bitcoin, Charlie Lee, en 2011. Las transacciones pueden ser confirmadas en la red P2P (peer-to-peer) con mayor rapidez que las transacciones por medio de Bitcoin.
Ethereum (Ether). Ethereum es el nombre de la plataforma blockchain y Ether es el nombre de la criptomoneda. Es la segunda divisa digital en términos de capitalización y se le considera una gran alternativa al Bitcoin.
NEO. Creado en 2014 por Da Hohgfei en China. A pesar de que el gobierno chino ejerce un gran control sobre el mercado digital y ha prohibido las ICO (Initial Coin Offering), NEO es una moneda virtual con grandeza de futuro.
Por el momento, uno de los principales generadores de incertidumbre de las monedas virtuales es que no están reguladas. Más allá de que haya sido uno de los motivos de su creación, están fuera del sistema y por lo tanto no tienen respaldo. Paralelamente, no se cuentan con garantías en el caso de ciberataques, como sucede con el dinero físico depositado en un banco. Por otro lado, al estar en la red, la única forma de acceder al dinero virtual es conociendo la clave de acceso, es decir, si se la olvidara o perdiera, nadie podría recuperar el dinero.
Finalmente, las criptomonedas, por el momento, presentan una alta volatilidad de mercado. Un día cuestan muy poco y al otro, una fortuna. Así, se puede ganar o perder mucho dinero físico (del que tenemos en los bancos) si no se conoce el comportamiento de la criptomoneda.
El futuro aún es incierto. Las criptomonedas han llegado para quedarse y muchas grandes empresas ya están considerándolas fuertemente entre sus activos y transacciones financieras. Las resistencias, como es obvio, forman parte del cambio. En un entorno 4.0 como el que estamos atravesando, continuar con el pasaje del mundo físico al digital es algo completamente normal. Sin embargo, temer al cambio, también lo es.
Más allá de las ventajas y desventajas, las criptomonedas serán el medio financiero de intercambio, y debemos estar preparados para ello.