Competencias directivas: las 3 áreas que te descubren si eres el líder que crees ser
Las competencias directivas mejoran el rendimiento individual de un líder, le acercan al triunfo al lograr el del proyecto en global. Pero, ¿podría calificarse de incompetente un Project Manager que no cuente con estas habilidades directivas? Una persona sin la competencia necesaria sería la que carece de pericia o de aptitud para hacer algo, o que, si bien lleva a cabo una tarea o interviene en un asunto determinado, no lo hace en condiciones óptimas de idoneidad. Quizás no llegaría a situaciones extrema de este tipo pero, lo cierto es que determinadas habilidades y competencias son críticas para la labor de un Director de Proyecto... y no todos cuentan con ellas.
Competencias directivas y habilidades intrapersonales Las habilidades intrapersonales son el mejor complemento a una sólida formación y una amplia experiencia. Muchos Directores de Proyecto, no obstante, carecen de algunas competencias directivas importantes, hecho que dificulta su día a día al interferir en su gestión. Existen tres áreas donde se puede comprobar fácilmente si el líder carece de competencias directivas. Son las siguientes:
A/ Valores y ética: la integridad y el respeto deben estar detrás de cualquier acción por parte de un Project Manager. Cuando esto no es así, la ausencia de competencias directivas se nota en:
- No asunción de responsabilidades y culpa a terceros
- Falta de respeto por la diversidad de opiniones o creencias.
- Abuso de poder.
- Tolerancia de comportamiento abusivo por parte de otros.
- Desmotivación u ofensa a través del cinismo o la agresión.
- Muestra de favoritismos o parcialidad.
- Colocación de metas personales por delante de los objetivos de proyecto.
- Intervención de las emociones a la hora de elaborar juicios.
B/ Pensamiento estratégico: la innovación, a través del análisis y las ideas se debe reforzar por competencias directivas, que eviten cualquiera de las siguientes situaciones:
- Análisis:
- Dependencia de un estrecho rango de opinión.
- Exclusión de participantes importantes para la estrategia.
- Ignorancia o deliberada falta de actualización acerca de las circunstancias.
- Insensibilidad al contexto.
- Ideas:
- Falta de visión.
- Reticencia a actuar como guía.
- Tendencia al diseño de respuestas a corto plazo al trabajar bajo presión, sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo.
- Diseño de planes a largo plazo sin tener en cuenta las consecuencias a corto plazo.
- Ignorancia del impacto de la una estrategia demasiado orientado a los detalles o demasiado abstracta.
- Compromiso. Aquí intervienen las competencias directivas orientadas a la movilización de las personas y su ausencia se nota cuando:
- Se toman decisiones sin consultar y sin que haya consenso.
- No existe la implicación necesaria en la comunicación.
- Se produce la alienación de otros a través de la ira, la agresión, el exceso de confianza o la falta de conciencia de uno mismo.
- No se toman en consideración las opiniones de los demás.
- Se evita tratar temas polémicos.
C/ Excelencia en la gestión: este nivel se alcanza cuando se gestionan acciones, personas y finanzas de manera eficaz y eficiente. Es, quizás, el nivel más elevado de competencias directivas y, si faltan, se nota en:
- Vacilación en la toma de decisiones.
- Negativa a reconocer malos resultados.
- Ineficacia en la gestión del propio estrés.
- Aparición de reacciones impulsivas.
- Proliferación de malos hábitos como la microgestión.
- Ineficacia en el trato con los demás.
- Comunicación inconsistente y retroalimentación suavizada.
- Inexistente tratamiento de fortalezas y debilidades, tanto a nivel personal, como de grupo.
- Malas decisiones asociadas a la inversión de los recursos disponibles.
- Ignorancia de resultados de auditoría o evaluaciones.
- Inadecuada gestión del riesgo.