El project manager y sus habilidades directivas
¿Qué cualidades son más importantes para un director de proyecto si quiere ser un líder eficaz? Las habilidades directivas resultan imprescindibles en una carrera hacia el éxito en el área del project management. Al fin y al cabo, además del componente técnico, indispensable para un puesto de estas características, existe un componente humano, si cabe aún más relevante, por su influencia en los resultados. El activo humano es el más valioso en la mayoría de organizaciones, pero hay que saber gestionarlo. Para conseguirlo, los project managers deben poner en práctica sus habilidades directivas, heredadas o aprendidas, a diario.
Las habilidades directivas que no pueden faltar a un project manager
1. Capacidad para inspirar una visión compartida: un líder necesita ser capaz de desarrollar y compartir una visión, que describa hacia dónde hay que dirigirse. Al transmitirla logran hacer sentir a los demás que tienen un interés real en el proyecto, capacitándoles para experimentar la visión por su cuenta.
2. Habilidades directivas de comunicación: la capacidad de comunicarse con la gente a cualquier nivel es la segunda habilidad más importante para jefes de proyecto, pero también para los miembros del equipo. El liderazgo del proyecto requiere una comunicación clara sobre los objetivos, la responsabilidad, el desempeño, las expectativas e incluso la retroalimentación. La claridad y precisión en la comunicación, la transparencia y la puntualidad son generadoras de valor. En este área se incluirían también las habilidades directivas relacionadas con la capacidad para negociar.
3. Integridad: una de las cosas más importantes que un líder de proyecto debe recordar es que sus acciones, más allá de las palabras, establecerán las directrices de actuación del resto del equipo. Un buen liderazgo exige de compromiso y demostración de prácticas éticas. Actuar de acuerdo a estos estándares es una responsabilidad que da sus frutos en la motivación, el respeto, la satisfacción laboral y la productividad. Un liderazgo basado en la integridad representa coherencia y honestidad con uno mismo y con los miembros del equipo.
4. Empatía: la capacidad de ponerse en el lugar del otro es la precursora de la flexibilidad y la racionalidad en los horarios, en la distribución de las cargas y en la resolución de problemas en el proyecto. La empatía es una de esas habilidades directivas que resultan insustituibles si se quiere garantizar una atmósfera propicia para el trabajo.
5. Capacidad para delegar tareas: la confianza es un elemento esencial en la relación de un líder del proyecto y su equipo. Esta confianza en otros se desprende de distintas acciones, aunque la delegación de responsabilidad constituye su máximo exponente. El grado en que se comparte una responsabilidad, el modo en que se permite a los miembros del equipo participar de un fin y la frecuencia con que se hace configuran el perfil de un líder. La seguridad en uno mismo también tiene mucho que ver con la capacidad de abrir la mano y permitir la autodeterminación.
Además de éstas, todo project manager debe contar con habilidades directivas como la capacidad de mantener la calma en situaciones de estrés, la habilidad de trabajar bajo presión, el entusiasmo y pasión por lo que se hace y la visión que permite fortalecer las relaciones entre miembros de proyecto, fortaleciendo la cohesión de los equipos.