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Cómo mantener el estrés a raya y mejorar la motivación laboral

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El estrés tiene su lado positivo: ayuda a hacer un buen trabajo y mantiene a las personas alerta. Sin embargo, cuando los niveles de estrés superan el límite de un individuo su impacto negativo afecta a la motivación laboral. El Director de Proyecto tiene la responsabilidad de saber reconocer las señales que advierten que la balanza empieza a inclinarse hacia el lado de la insatisfacción laboral para poder actuar cuanto antes y evitar sus consecuencias para la productividad, el ambiente de trabajo y los resultados del proyecto.

Motivación laboral y estrés

El estrés es una respuesta natural a los retos, cambios y presiones de la vida pero, cuando alcanza determinadas cotas influye en la motivación laboral al hacer que la persona que lo sufre perciba:

  1. Que no es capaz de satisfacer las demandas.

  2. Que las presiones que se ejercen sobre ella son excesivas.

A estas circunstancias se asocian una amplia gama de efectos nocivos para la salud, tanto psicológicos como físicos; entre los que se encuentran los relacionados con la concentración, el nivel de energía, el estado de ánimo y la productividad de una persona. Las causas de que los equipos de trabajo sufran estrés tienen, en muchos casos, bastante que ver con las decisiones del Project Manager que:

  • No proporciona la información suficiente sobre las tareas a realizar.
  • Ajusta excesivamente los plazos asociados al desarrollo de las actividades.
  • No ha planificado correctamente las necesidades de personal y se ha quedado corto.
  • A causa de de su falta de experiencia o de formación no realiza adecuadamente la distribución de cargas de trabajo.
  • Ejerce un excesivo control sobre la plantilla.

Gestión y detección del estrés: el camino hacia la motivación laboral

El estrés disminuye las posibilidades de concluir con éxito un proyecto y, una de las razones por las que esto sucede, es que es fácil para un Director de Proyecto pasar por alto las señales de que algo está afectando a su propia capacidad para realizar el trabajo o a la de los equipos. Hay una serie de signos que pueden indicar al Project Manager que los niveles de estrés van a afectar el rendimiento del proyecto, son los siguientes:

  • Cuando los mejores trabajadores comienzan a disminuir su productividad a pesar de que nada en el ambiente parece haber cambiado.

  • Cuando empiezan a producirse bajas (o a oírse quejas) sobre dolores de cabeza, dolores de espalda, de hombro y dolores de cuello.
  • Los problemas digestivos también son una señal clara de que el estrés está afectando a la motivación laboral (episodios de reflujo ácido, sensación de náusea, pérdida de peso rápida o excesiva sin razón aparente).
  • El sentimiento de tristeza, depresión, cambios bruscos de humor, ansiedad o una actitud defensiva son síntomas que avisan de que las cosas deben cambiar.

Pero, una vez detectados, ¿qué se puede hacer?

  • Proceder a una reasignación de tareas menos estresantes a los individuos con mayores síntomas de estrés. En el caso de que se detecte el propio estrés habría que planificar mejor las propias tareas, incluyendo los cambios necesarios para lograr un mejor equilibrio.
  • Procurar asistencia individual para hacer el trabajo o algún otro tipo de colaboración, para que la persona se sienta apoyada. En el caso del propio Project Manager la solución pasaría por empezar a delegar más tareas.
  • Asegurar que los miembros del equipo toman tiempo libre y pausas cuando es posible. Aplicado al rol que se ejerce como Director de Proyecto la solución pasaría por tratar de evitar jornadas excesivamente largas.
  • Colaborar en un mejor establecimiento de prioridades y promover talleres de reducción de estrés.

La motivación laboral requiere de un cierto control del estrés, para poder mantenerlo en un nivel óptimo que no afecte a la productividad ni al ambiente de trabajo. También el Director de Proyecto ha de ser capaz de ver cuándo son sus propios niveles los que le pueden alejar del éxito y de una adecuada gestión. La detección prematura de los primeros síntomas es esencial para lograr un clima de trabajo adecuado que impulse a la consecución de resultados de éxito.