Cómo elaborar los pliegos de condiciones para tu proyecto
Uno de los documentos clave para entender en qué condiciones se debe ejecutar el proyecto, cómo y en base a qué criterios, es el pliego de condiciones. Se trata de una parte fundamental que, por estructura, marco general de proyecto y aspectos legales, suele replicarse aunque sin tener en cuenta el fuerte carácter vinculante a nivel de aplicación.
¿Qué son los pliegos de condiciones?
Como se ha indicado anteriormente, los pliegos de condiciones son esenciales para fijar el objeto y marco para el desarrollo del proyecto. Puntos clave como los aspectos legales y administrativos (alcance de la responsabilidad de los trabajos y obligaciones de las partes), características de los materiales y definiciones de proyecto, o normativas y leyes de aplicación formarán parte de este documento básico.
Y es que los pliegos que se incorporan en cualquier proyecto son una de las partes más relevantes del documento, asumiendo el carácter vinculante desde una óptica contractual para definir el cumplimiento de las obligaciones derivadas.
La claridad: punto clave en los pliegos de condiciones
Continuando con la importancia que se le debe a tal parte del proyecto, un aspecto esencial es la claridad en su redacción. Dar respuesta a las cuestiones planteadas hasta el momento es algo que inequívocamente da consistencia al pliego sin poder dejar margen a la interpretación sobre cuestiones esenciales del contrato.
Así pues, es muy importante que contestemos, como extensión a los planos de proyecto, a detalles tan significativos como son:
- Qué es lo que se va a ejecutar, acotando el alcance con detalle.
- Cómo se va a ejecutar, fijando las técnicas y sistemas de ejecución.
- Quiénes son los responsables de cada trabajo, marcando las parcelas de responsabilidad en todos los apartados y estableciendo las consecuencias en caso de no cumplimiento.
- Cuánto cuesta el trabajo, dando los criterios de abono que deben corresponderse con las mediciones del presupuesto de proyecto.
- Cuándo se debe ejecutar, marcando plazos e hitos de entrega.
En consecuencia, la motivación principal para la elaboración de pliegos de condiciones incorpora de forma inherente la claridad en la exposición de los distintos puntos indicados como premisa inequívoca de redacción.
Tipos de pliegos de condiciones para presentar un proyecto a una licitación pública
Aquí es importante distinguir, por un lado, entre los ámbitos donde aplican los pliegos de condiciones y, por el otro lado, los distintos tipos de documentos con carácter de aplicación en el proyecto o bien con fines de procedimiento de contratación pública.
Ámbitos de aplicación de los pliegos de condiciones
En el primer bloque disponemos de cuatro contenidos básicos:
- Técnicos: referidos a los materiales, procedimientos de ejecución y aseguramiento de la calidad para su correcto cumplimiento.
- Facultativos: obligaciones y derechos de las distintas partes, que con carácter general se fijan a nivel de promotor, contratista y dirección facultativa.
- Económicos: criterios de medición para fijar las cuantías que deben ser abonadas, garantías a depositar y posibles indemnizaciones.
- Legales: se fija la clasificación del contratista, el tipo de contrato que lo vinculará al proyecto y cómo se realizará su adjudicación.
Tipos de documentos con carácter de aplicación
En cuanto a la redacción de los pliegos de condiciones, distinguimos entre aquellos que se incorporan directamente en el proyecto con alcance ceñido al mismo, y aquellos que se vinculan al procedimiento de licitación pública.
Los primeros se componen de los siguientes apartados:
- Pliego de condiciones generales. Se da una definición general del proyecto con la normativa que es de aplicación y el marco de trabajo.
- Pliego de condiciones particulares. Se entra en el detalle de los conceptos que se tendrán que desarrollar en el proyecto, cómo deben tratarse y qué normativa específica se deberá tener en cuenta.
A su vez, los establecidos en procedimientos de contratación pública, básicamente constan de los siguientes documentos:
- Pliego de cláusulas administrativas. Establecen los apartados o cláusulas que serán de obligatorio cumplimiento para la tramitación del expediente de contratación correspondiente.
- Pliego de prescripciones técnicas. Establecen el alcance de los trabajos y las cualidades que debe presentar. En base a él se justifica el presupuesto de licitación desglosando los conceptos a desarrollar.
¿Qué partes deben incluir los pliegos de condiciones de tu proyecto?
A partir del punto anterior, nos plantearemos el escenario de trabajo a nivel de proyecto, por el que debemos fijar nuestro pliego de condiciones generales y particulares.
Pliegos generales
Como ejemplo de pliego de condiciones generales, un alcance tipo de definición de nuestro documento será el que incorpora los siguientes puntos:
- Objeto y ámbito de aplicación.
- Condiciones generales, con la definición de las partes y las obligaciones de cada una de ellas.
- Descripción de los trabajos, referida a la documentación de proyecto.
- Procedimiento de trabajo que incluye el inicio de los mismos, certificaciones y recepción del entregable, incluyendo posibles garantías.
- Disposiciones legales de aplicación.
Pliegos particulares
Con carácter particular se dará el detalle de todas las partidas de definición de presupuesto, los criterios de abono, condiciones de suministro y almacenaje, normativa aplicable de forma individual y condiciones de recepción; y toda aquella normativa que se incorpora como pliegos específicos de aplicación, sin un carácter general para el campo de trabajo donde se desarrolla nuestro proyecto.
Conclusiones
En conclusión, como se puede ver, estamos ante uno de los documentos contractuales de proyecto más importantes, en el que, dicho de forma sencilla, se fijan las reglas de juego para el desarrollo de todos los trabajos definidos.
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