Cómo crear barreras de entrada y decir adiós a la competencia
Un mercado sin barreras de entrada es más propenso a la saturación, la competencia brutal, la caída de precios y la pérdida de los márgenes de beneficios. Otro que las presenta resulta mucho más atractivo a los ojos de inversores por su mayor potencial de rentabilidad y retorno de la inversión. ¿Dónde te gustaría situar a tu negocio?
Si bien muchas veces son los propios Estados quienes imponen determinadas barreras, también las empresas pueden ser agentes de cambio a la hora de fortificar el acceso a su industria, complicando que nuevas firmas o compañías procedentes de otros sectores se inmiscuyan en un ecosistema que ya está lo suficientemente poblado.
¿Sabes cómo puedes conseguirlo?
¿Merece la pena pensar en establecer barreras de entrada?
Antes de lanzarte a conjurar nuevas barreras de entrada que impidan que tu lista de competidores aumente, es necesario hacer un repaso para valorar si merecerá la pena el esfuerzo. Lo que debes tener en cuenta en esta evaluación es si:
- Tu sector es ya demasiado competitivo: ¿de qué te sirve focalizar tu ímpetu protector en crear barreras de entrada cuando tu industria ya está superpoblada? En un caso así no merece la pena invertir tiempo y recursos en este tipo de estrategia, sino que puede ser más recomendable plantearse otras como la diversificación o la creación de alianzas.
- Tu negocio es rentable: si es lo suficientemente rentable y la base de ese ROI es sólida, consistente y perdurable, adelante. En este caso la creación de barreras de entrada puede ser una buena opción.
- Cuentas con una ventaja competitiva que te diferencia: si además es sostenible, si ya se ha demostrado durante un largo periodo de tiempo (medido en años, no en meses), entonces parte del camino hacia la creación de barreras de entrada ya está recorrido.
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Estrategias para crear barreras de entrada a tu industria
- Trabaja en tu ventaja competitiva. Cuanto más te diferencia, más sólida sea y más sostenible, más complicado lo tendrá cualquier competidor para arrimarse a tu sombra. Se trata de una de las barreras de entrada más efectivas.
- Cuida tus activos financieros. Tomando buenas decisiones, no centrándote únicamente en la rentabilidad a corto plazo y actuando siempre en base a una estrategia.
- Identifica tus activos intangibles. Al fin y al cabo, son la verdadera fuente de tu ventaja sobre el resto. A la hora de localizarlos piensa en tu cadena de suministro, tus canales de distribución, en las licencias que has obtenido, tus marcas registradas, diseños exclusivos, derechos de autor o incluso bases de datos.
- Esfuérzate por mejorar tu conocimiento del cliente. El consumidor debe ser el foco de las operaciones presentes y futuras. De nada sirve crear barreras de entrada si los clientes van a terminar mirando hacia otro lado. Descubre qué es lo que engancha a los clientes de tus productos o servicios, con qué aspectos de la marca se identifican más y cuáles son los principios y valores que compartís. Al mismo tiempo, escúchalos y presta atención a los motivos principales de sus quejas y devoluciones. Potencia tus puntos fuertes, los que os unen y trata de minimizar todo eso que os separa.
- Desarrolla ventajas de costes. El objetivo es impulsar la eficiencia en los procesos para poder ser más flexible, más adaptativo y con economías de escala.