Cómo calcular la productividad y de qué modo impulsarla

Detectar cambios de tendencia en el área de la tecnología, aumentar la eficiencia de los procesos, impulsar el ahorro o ponerse por delante de la competencia son algunas de las razones que pueden llevar a un empresario a buscar cómo calcular la productividad de su negocio.

Habrá quienes se centren en medir la productividad de su fuerza de trabajo, mientras que otros prestarán más atención a la productividad de su capital. También es posible hallar cómo calcular la productividad de una empresa atendiendo a una combinación de factores como el capital, la mano de obra y otros inputs, como los materiales, servicios y energía.

Cómo calcular la productividad: fórmulas que sirven como punto de partida

A/ Cómo calcular la productividad de tus empleados: el rendimiento de la fuerza de trabajo tiene un enorme impacto en los beneficios y, por eso, es importante hacer un seguimiento que garantice que se mantienen (o elevan) los niveles de productividad. Para calcularlo es posible:

• Medir la productividad global de los empleados: se obtendrá del cociente entre la producción total en Euros de bienes o servicios generados y las horas totales de mano de obra. El resultado representa los Euros generados por hora de trabajo.
• Medir la productividad en términos de contribución individual de los empleados: se obtiene de dividir el total de Euros generados por la compañía en un plazo determinado (por ejemplo, una semana), entre el número de empleados contratados. El resultado representa la cantidad en euros que genera cada empleado por semana (una cifra que puede dividirse por el número de horas trabajadas en ese periodo de tiempo para hallar la productividad /hora).

B/ Cómo calcular la productividad de tu capital: en un entorno de negocio, la fórmula que permitiría conocer este dato se obtiene de dividir el total de ingresos para un periodo de tiempo específico, por ejemplo, un año; entre el flujo de caja, las deudas pendientes de cobro y el inventario (cantidad a la que habría que restarle el monto correspondiente a las deudas pendientes de pago antes de proceder a hallar el cociente).

Cómo mejorar la productividad

Una vez se hallan los resultados, a la vista de las cifras se puede empezar a extraer conclusiones. Generalmente, es de gran ayuda emplear estos datos para contrastarlos con otros de la misma industria (benchmarking). Esta comparativa facilitará la comprensión de la situación de la empresa.

Pese a que los resultados sean favorables, siempre es posible mejorar. Cuando ya se sabe cómo calcular la productividad de un negocio, hay que buscar las formas de darle un impulso. La generación y aplicación de conocimiento tecnológico y organizacional, que pasan invariablemente por la innovación, son los principales impulsores del crecimiento de la productividad a nivel de empresa.

No es tanto una cuestión exclusivamente ligada al ámbito de la ingeniería, sino que, más bien se trata de un asunto relacionado con la toma de decisiones acertadas en lo que respecta a la organización de la producción, la elección de la tecnología que interviene en los procesos o la estrategia a seguir en los próximos meses.

La mejora de la eficiencia productiva puede lograrse de distintas formas, como las siguientes:

• Economías de escala: a medida que el tamaño de la empresa aumenta, el coste unitario de producción disminuye por el incremento del rendimiento a escala, otorgando al negocio una gran ventaja para cuyo disfrute sólo necesita saber explotar los medios y tecnologías de que ya dispone.
• Transformación: determinados cambios a nivel cultural impulsan la evolución a nivel organizacional, permitiendo que el negocio adopte o desarrolle tecnologías o estructuras novedosas cuya aplicación o implementación impulsa la productividad por encima de cualquier otro enfoque.
• Introducción de mejoras: en ocasiones, el aumento en la productividad puede lograrse haciendo un uso más eficiente de las tecnologías existentes. Las mejoras en la eficiencia técnica, no obstante, podrían requerir de la introducción de nuevas herramientas o equipos, con capacidades más avanzadas.