Cómo aumentar el compromiso en el aula
¿Cómo estimular la curiosidad de nuestros alumnos?
Aprender requiere de motivación, atención y memoria, pero también influye la emoción. Sí queremos que nuestros alumnos estén comprometidos e interesados en aprender y desarrollar habilidades prácticas, tenemos que estimular su emoción. Seguro que no me equivoco al decir que todos los docentes, en algún momento, hemos dedicado tiempo a pensar cómo estimular la curiosidad de nuestros alumnos, cómo hacer nuestras presentaciones más inspiradoras y atractivas y qué actividades y tareas conseguirán mejor nuestros objetivos.
Características más importantes para aumentar el compromiso en las aulas:
Las emociones
Estas son un gran estímulo para motivar el comportamiento. Una de las maneras de compensar las limitaciones de los recursos cognitivos es animar el contenido del curso asociándolo con las emociones de los alumnos. Los estímulos emocionales generan atención y aumentan significativamente la probabilidad de que los recordemos.
De manera práctica, estructurar la clase en períodos cortos (20 a 35 minutos) permite asociar a cada período una parte del contenido y un estímulo emocional. Estos pueden ser imágenes, videos, historias, casos prácticos que permitan generar interés y despertar la curiosidad de los alumnos. También es importante que las tareas y actividades sean relevantes para los alumnos. Esa relevancia atraerá el interés y promoverá el compromiso.
Interrumpir la rutina
Cuando llegamos a ese momento en el semestre en el que los alumnos son capaces de anticipar lo que puede pasar, es hora de cambiar la pauta. La interrupción de la rutina llamará la atención.
La personalidad y el desempeño
Dichas cuestiones son determinantes para el docente. Las investigaciones sugieren que el entusiasmo del instructor es un factor predictor de la motivación de los estudiantes. Su comportamiento social, comunicación verbal (e.g. tono y afecto), comunicación no verbal (e.g. oculesia y proxemia) y empatía, son señales que los alumnos toman en cuenta para decidir el nivel de entusiasmo del profesor.
Una demostración evidente de esa empatía es saberse el nombre de los alumnos. Esta recomendación, que seguramente cualquier docente ha oído muchas veces, amerita ser recordada. Poner especial atención a que los estudiantes se sientan incluidos y sus opiniones valoradas, sin duda tendrá un impacto en su nivel de implicación en el aprendizaje. Recomendación que es aún más relevante cuantas más dimensiones de diversidad (e.g. género, edad, origen étnico, religión, orientación sexual, etc.) estén presentes en el grupo.
Las historias
Estas son otra forma de involucrar a los estudiantes. Los relatos propios, sobre el área de especialización, sobre la industria, sobre el presente y pasado profesional, sobre cursos anteriores, todas ellas estimulan el aprendizaje. Las relaciones causales en las historias y el uso de estructuras narrativas favorecen la comprensión y el recuerdo.
Por supuesto los estudiantes también tienes historias que contar. Crear el contexto para que los alumnos compartan sus historias aumenta su compromiso con el aprendizaje y promueve la inclusión. Invitar a los alumnos a compartir sus historias demuestra nuestro interés en ellos y también en su capacidad para contribuir a los objetivos académicos del curso.
Aprendizaje activo
Esta característica debe estar presente como principio en todo el diseño curricular. Esto significa involucrar a los alumnos en las actividades en clase en lugar de simplemente escuchar pasivamente. Es decir, los estudiantes necesitan hacer algo para aprender.
En definitiva, si tomamos en cuenta estas características, indudablemente, el compromiso en las aulas incrementará en los procesos de aprendizaje y así, crearemos un ambiente motivado e interesado en nuestro contenido.