Coca Cola rompe paradigmas con su nuevo envase de papel
Los cambios que las empresas realizan para reducir su impacto ambiental hará que las renovaciones y/o modificaciones tecnológicas en los procesos productivos sean cada vez más frecuentes
El entorno social se ha convertido en uno de los factores más influyentes en las corrientes de cambio de los procesos productivos. Entre los ejemplos más recientes, se encuentra la rápida adaptación y el pasaje de las tiendas físicas a las virtuales, como consecuencia del aislamiento social obligatorio producto de la prevención contra la propagación del COVID-19.
La Auditoría de Marca Break Free From Plastic’s (BFFP) es una iniciativa de acción ciudadana que contabiliza y documenta las marcas encontradas en los desechos plásticos recolectados en una limpieza voluntaria de espacios públicos y/o naturales, con el fin de identificar y hacer un ranking de las empresas con mayor incidencia en la contaminación plástica.
La Brand Audit 2020 posicionó a The Coca Cola Company, por tercer año consecutivo, como la marca de mayor participación en la polución ambiental en cuanto a los residuos plásticos, junto con PepsiCo, Nestlé, Unilever, Mondelez International, Mars, Inc., Procter & Gamble, Philip Morris International, Colgate-Palmolive y Perfetti Van Melle, como parte del TOP10 Global Polluters.
Por supuesto, parece lógico que las marcas con mayor participación en los mercados sean las responsables de la mayor polución. No porque las empresas sean irresponsables sobre el manejo de sus desechos, sino porque nosotros, los consumidores, nos olvidamos del impacto que generamos al no realizar una disposición consciente de nuestros residuos. Todos somos corresponsables.
Las empresas productoras comienzan a trabajar en la mejora y optimización de sus procesos productivos
The Coca Cola Company, recientemente ha anunciado la utilización de envases 100% reciclables. Se trata de una botella fabricada a partir de plásticos recuperados de los océanos y luego reciclados, demostrando que es posible reutilizar este tipo de residuos para uso alimentario. De acuerdo con lo anunciado en el propio sitio web de Coca Cola, se han conseguido fabricar los nuevos envases con un 25% de material recuperado del fondo marino de las costas de España y Portugal, gracias a las nuevas técnicas de reciclaje, siendo éste el punto de partida para un futuro sustentable.
Sin embargo, esta empresa viene realizando distintas investigaciones y cambios en sus procesos productivos. Casi en paralelo, Coca Cola ha anunciado la utilización de una botella de papel.
Pero si pensamos en los medios, más que en el fin, los procesos productivos se ven totalmente afectados por la intervención del entorno social. Pasar del habitual sistema de embotellado plástico al uso de botellas de papel implica un cambio radical en las líneas de producción. Conseguir, seleccionar, tratar y reprocesar el plástico recuperado de los océanos, también implica una serie de cambios significativos en las cadenas de suministros. Montar un sistema de e-commerce debido a un virus que pone en riesgo la salud mundial, no se hace de un día para el otro. Sin embargo, la influencia social está mucho más presente de lo que aparenta.
Los cambios en el comportamiento de las personas son cada vez más rápidos y más espontáneos. Las empresas deben adaptarse mucho más velozmente de lo que lo hacían hasta hace unas décadas atrás. El acceso a la conectividad y las redes sociales son un medio viral de difusión de información y generadores de opiniones, que pueden conseguir que una marca o un producto tenga éxito o se destruya en cuestión de segundos.
Cambios como los que propone Coca Cola rompen paradigmas
Que los envases sean de papel o 100% reciclables, hará que las empresas de pequeña y mediana envergadura deban acoplarse a esa corriente y, consecuentemente, que los fabricantes de las líneas de embotellado también deban adaptarse e innovar. No será extraño suponer que las renovaciones y/o modificaciones tecnológicas en los procesos productivos sean cada vez más frecuentes.
Sería oportuno que las empresas comiencen a incluir la reingeniería de procesos en sus planes estratégicos y destinar una reserva de dinero en sus planes de inversiones y presupuestos financieros para las actualizaciones. Realizar el seguimiento comportamental del mercado, no es suficiente, sino que se debe analizar el comportamiento social a nivel global. Principalmente en lo que respecta al cuidado del medio ambiente y uso de energías alternativas, que ya hace tiempo que no son opcionales.