Aprovisionamiento: tres elementos esenciales para su gestión
El aprovisionamiento es la adquisición y control de los recursos, suministros o materias primas para satisfacer a los diferentes procesos operativos de la empresa
Aunque parece una operación de canje bastante sencilla, en realidad es un proceso que se compone de varias etapas que es necesario coordinar, planificar y alinear de forma adecuada. Esto es lo que se denomina gestión del aprovisionamiento.
¿Por qué es importante el aprovisionamiento?
El principal objetivo del aprovisionamiento es dotar al departamento de producción de una empresa de todos los medios físicos, tecnológicos e incluso humanos para la puesta en marcha de su actividad.
Sin embargo, dicho aprovisionamiento debe tener en cuenta un factor esencial: lograr un menor coste posible para maximizar la inversión realizada.
La selección de proveedores, la previsión de la demanda, la disponibilidad de recursos, el transporte de mercancías y la logística son algunos de los elementos esenciales que deberán coordinar los encargados de la gestión del aprovisionamiento en cualquier empresa, más allá de las especificidades de los productos, su naturaleza o el mercado al que pertenecen.
De ellas, quizá la más importante es la gestión de las existencias disponibles, un factor determinante dado que se trata de atender las demandas de los clientes. En caso de no abordarse de forma adecuada, podría provocar la pérdida de oportunidades de negocio y la cesión de nichos de mercado a otras marcas.
Tres claves para un aprovisionamiento eficaz
Las distintas etapas que componen el proceso de aprovisionamiento se dividen, a su vez, en tareas concretas que deben ser atendidas. Sin embargo, es necesario hacerlo siguiendo tres ejes fundamentales de coordinación y gestión:
a. Negociación inteligente:
Existen algunas claves que puedes aplicar a la hora de negociar con terceros agentes, tanto si se trata de adquirir materias primas como de distribuirlas o ponerlas en circulación en un mercado. Los compromisos que se adquieran se deben basar en aspectos como el beneficio mutuo, la proyección a largo plazo, las relaciones interdependientes y el análisis de condiciones y entornos. La idea es distanciarse del modelo de negociación por posiciones; en cambio, habría que adoptar otro que priorice principios, intereses y méritos.
b. Almacenamiento e inventarios:
La gestión debe disponer de espacios específicos para el almacenamiento de las existencias mientras éstas son solicitadas por los consumidores. Pero no sólo eso. Sus responsables deberán tener en cuenta, además, las características del producto (materiales, caducidad, ciclos de uso) para que estos no se alteren durante su estancia en dichos lugares y llevar un registro sistemático de la salida y entrada de los mismos y de su disponibilidad.
c. Compra de materiales:
Además de ser inteligente, la adquisición de materias primas para la elaboración de los productos debe tomar en cuenta que valores como el precio, la calidad y las condiciones en las que se realiza la compra sean favorables para el estado financiero de la empresa y no ponga en riesgo su sostenibilidad.