Acuerdo de coaching: puntos que debe incluir
El coaching se ha convertido en una técnica muy usada por profesionales y empresas, que encuentran entre sus beneficios grandes oportunidades de crecimiento corporativo, personal, formativo, etc. Pero ojo, no se debe poner en práctica este método si antes no hay un acuerdo de coaching firmado.
Dicho esto, nos parece interesante explorar el acuerdo de coaching, detalle que no todo el mundo conoce, pero que es muy importante para que el método de crecimiento tenga éxito, evitando posibles malentendidos y confusiones.
Qué es un acuerdo de coaching
Un acuerdo de coaching es un contrato entre la persona que va a dirigir un proceso de coaching (el coach) y los clientes o personas que van a recibirlo (los coachees).
Así pues, en un primer encuentro entre coach y coachee, el primero explicará en qué consiste la técnica, cómo se estructura el proceso, cuáles son las características y qué cantidad de sesiones se llevarán a cabo hasta alcanzar los objetivos.
Todos estos detalles, y otros más, quedarán firmados en el ya citado acuerdo de coaching que, como mínimo, especificará estos datos:
- Número de sesiones.
- Precio por sesión.
- Forma de pago.
- Ubicación de cada sesión.
- Horario de cada sesión.
- Tipo de relación entre coach y coachee.
- Política de cambio de horarios.
- Trabajo que se hará a lo largo de las sesiones según la demanda inicial del coachee y las necesidades observadas por el coach.
- Cláusula de confidencialidad entre coach y coachee.
Normalmente, este acuerdo se firma en el primer encuentro o antes de que comience la primera sesión de coaching. Eso sí, es básico que todos los puntos queden claros por ambas partes para evitar malentendidos.
Como vemos, el acuerdo de coaching debe reunir una serie de puntos importantes. En este post vamos a conocer más sobre el documento para que pueda servirte como referencia en los dos casos:
- Si eres el coachee, para saber qué debes esperar de dicho documento.
- Si eres el coach, para saber cómo debes elaborar el acuerdo de coaching. Y recuerda que estudiar estas técnicas no te dejarán indiferente, como puedes comprobar si clicas en este enlace.
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El comienzo del acuerdo de coaching: información general
Es buena idea que un acuerdo de coaching comience con una breve explicación genérica de en qué consiste dicha metodología, así como la información necesaria para asegurarnos de que los coachees comprenden lo que va a implicar el proceso.
En este apartado podemos incluir la siguiente información:
- Breve explicación de qué es el coaching. En ella es recomendable indicar que el coaching no es psicología, mentorización ni formación y, si es posible, detallar las diferencias respecto a dichos procesos. Lo recomendamos porque es muy frecuente confundir el coaching con alguno o varios de ellos.
- Deberes y responsabilidades del coach. En este apartado indicamos en qué va a consistir nuestro trabajo según el servicio contratado, con el objetivo de dejar constancia por escrito y que más adelante no nos exijan responsabilidades que no tenemos.
- Deberes y responsabilidades de los coachees. De modo similar al caso anterior, también es recomendable dejar constancia por escrito de qué deben y qué no deben hacer los coachees durante el proceso de coaching.
Este primer apartado del acuerdo de coaching se caracteriza por poder utilizarse en cualquier proceso de coaching actual o futuro. Es decir, lo que se incluye en él es información genérica igual de válida para todos los casos.
Para las cuestiones específicas de cada proceso, tendremos que ir al siguiente apartado.
Los aspectos concretos del acuerdo de coaching
Tras haber realizado una explicación general, pasaremos a especificar las cuestiones que caracterizan al servicio que vamos a ofrecer en cada caso.
Este apartado del acuerdo de coaching puede incluir:
- Los objetivos. Es decir, qué es lo que se pretende conseguir con el proceso y los motivos por los que los coachees han decidido contratar el servicio. Los objetivos son la forma de medir, al final, si hemos alcanzado lo prometido o no. Preferiblemente los expresaremos en forma SMART.
- Los tiempos. En este sentido, conviene especificar tanto la duración de la sesión como el número de sesiones contratadas. También podemos indicar unos plazos mínimos y máximos, si lo consideramos oportuno.
- Las tarifas. Aquí indicaremos la tarifa por hora, la cuantía total por el servicio contratado y la forma de pago.
- Las modificaciones. En coaching es muy habitual que haya cambios conforme se van sucediendo las sesiones. Lo que se prevé en un principio puede dar un giro completo cuando los coachees se dan cuenta de que necesitan más tiempo del contratado inicialmente, o incluso cuando se percatan de que el objetivo que tenían en mente no es lo que realmente quieren alcanzar. Por estos motivos es importante que el acuerdo de coaching contemple la posibilidad de registrar variaciones mediante anexos.
Otras cuestiones importantes
Además de todo lo anterior:
- Es recomendable que el acuerdo de coaching se firme en todas sus páginas, ya que de esta forma garantizamos que las hojas firmadas son las que realmente han leído los coachees previamente a la firma, y que no son copias de las mismas.
- El coach debe registrar por escrito todo lo que va surgiendo durante el proceso, ya que, si trabaja con varios clientes o grupos al mismo tiempo, existe el riesgo de que su memoria mezcle datos de unos y de otros si no toma notas independientes para cada uno.
Qué es una conversación de coaching
Alcanzar las metas del coachee exige un trabajo largo que incluye la creación de vínculos sinceros, de respeto, confianza y liberación. Por eso cada conversación se convierte en una herramienta interesante para alcanzar reflexiones profundas que permitan tomar conciencia y encontrar claves.
Se dice que las preguntas poderosas vienen asociadas a respuestas poderosas. Por eso, el coach debe guiar al coachee o cliente para que, mientras duren sus conversaciones, las creencias limitadoras vayan desapareciendo.
El coach expondrá al cliente a espacios inexplorados, haciéndole salir de su zona de confort, de manera que reaccione a sus preguntas y se abra a nuevas posibilidades que generen resultados nuevos capaces de mejorar su calidad de vida.
Dichas conversaciones crean un contexto global de cambio constante asociado a afrontar desafíos y retos que aumenten las habilidades y competencias del coachee, logrando en el proceso resultados efectivos.
¿Qué son las conversaciones efectivas?
Los resultados efectivos nos traen a este punto. Para elevar el nivel de dichos resultados, de la teoría se pasará a la acción a través de conversaciones efectivas.
El coach conoce a su cliente por medio de la palabra, hablando con él, de forma que mejore el conocimiento profundo del coachee para saber cómo ampliar su potencial, explorando sus habilidades para que explote sus capacidades al máximo.
Por eso, cada sesión, además de incluir dinámicas y rutinas, añadirán conversaciones efectivas que contribuyan a la observación. Todo ello en un contexto de transparencia y motivación que acelere los procesos el alcance de sus objetivos.
Cómo hacer una conversación de coaching
¿Cómo es una conversación de coaching? Básicamente se compone de estos elementos:
- El cliente comenta sus objetivos y qué busca lograr a través del coaching.
- Se firma el acuerdo de confidencialidad.
- Se crea un clima de respeto, confianza y transparencia.
- Se firma un compromiso de responsabilidad con las metas del cliente.
- Se ponen en marcha las conversaciones que servirán al coach para observar y al coachee para hacerse preguntas efectivas.
- Se gestionan los resultados, el seguimiento, el feedback y el nivel de motivación.
Recuerda que los puntos que hemos indicado en este artículo forman una estructura modelo, pero tú puedes personalizar tu acuerdo de coaching como mejor consideres.