Informe OBS: El vehículo eléctrico en España. Situación actual, objetivos y retos a abordar
A partir de 2035 no podrán adquirirse ni furgonetas ni vehículos nuevos que emitan CO2 en su tubo de escape
- El 15% de emisiones totales de CO2 corresponden a los turismos
- Según lo objetivos establecidos en el PNIEC, se alcanzarán los 5 millones de vehículos ECV (entre eléctricos puros e híbridos enchufables) en 2030.
- Las furgonetas, que generan el 7,5% del total de emisiones GEI en España, son el segmento de vehículos que está incrementando más su presencia en las ciudades, gracias al crecimiento del e-commerce, entre otros factores.
OBS Business School ha publicado el informe de investigación: El vehículo eléctrico en España. Situación actual, objetivos y retos a abordar, realizado por May López, Profesora del máster de RSC y Liderazgo en OBS Business School.
Introducción
Hoy en día, nuestra forma de vivir está condicionada por la movilidad. Eso implica que, solo el transporte por carretera sea la mayor fuente de óxido de nitrógeno (39%) siendo este también una cuarta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.
A la neutralidad climática establecida en el Pacto Verde Europeo, hay que añadirle el Plan de Acción de la UE “Hacia una contaminación cero del aire, el agua y el suelo”, dos compromisos que tienen como fecha límite el año 2050. Además como punto intermedio, la UE ha presentado “Fit for 55”, un programa que establece que “en el 2035 ningún turismo ni furgoneta nueva que se venda en Europa podrá emitir CO2 en su tubo de escape”.
Retos a los que se enfrenta España si quiere descarbonizar su movilidad sin perder la oportunidad de posicionarse como un actor clave a nivel internacional y consciente de que la movilidad, además de esencial, pasa a considerarse un derecho, un elemento de cohesión social y de crecimiento económico
Objetivos
Europa
En junio de 2021, la UE adoptaba el programa “Fit for 55”, un amplio conjunto de propuestas acompañadas de herramientas legislativas que incluyen modificaciones a la regulación actual y establecimiento de nuevas normativas que afectan al transporte y la movilidad, entre otros sectores.
El programa establece normas estrictas en cuanto a emisiones de CO2 de turismos y furgonetas, estableciendo rangos de emisión y nuevos objetivos sobre el despliegue de infraestructura para los combustibles alternativos. Se establece la necesidad de disponer de un punto de recarga eléctrica a cada 60 km y un surtidor de recarga de hidrógeno cada 150 km. Europa establece en 3,5 millones el número mínimo de estaciones de recarga pública que debe haber activas en 2030. Cifra que deberá triplicarse en la siguiente década, hasta alcanzar los 11,4 millones y los 16,3 millones en 2050.
Por otro lado, la Comisión Europea, no solo busca la minimización de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que al mismo tiempo busca reducir a cero todos los tipos de contaminación a través del Plan de acción de la UE: “Hacia una contaminación cero del aire, el agua y el suelo”, dedica uno de sus ocho ámbitos temáticos en exclusiva a la movilidad.
España
Con el PNIEC, cuya versión se aprobó en marzo 2021, se establece en 5 millones el número de vehículos eléctricos que debe haber en las carreteras españolas en 2030, incluyendo híbridos enchufables. De esta manera, se prevé alcanzar una reducción de emisiones del entorno del 30% respecto a la actualidad y una cuota del 28% de energía renovable en el transporte.
La Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, tiene por objetivo asegurar el cumplimiento por parte de España de los objetivos del Acuerdo de París de 2015. La norma tiene como objetivo reducir al menos un 23% las emisiones GEI nacionales respecto a 1990 y alcanzar la neutralidad climática en el 2050. Gracias a su aprobación, los municipios de más de 50.000 habitantes y los territorios insulares, es decir, más de 140 municipios españoles, tendrán que establecer zonas de bajas emisiones como muy tarde en 2023. Por lo que, deberán establecer áreas con restricción de la circulación a vehículos contaminantes y con acciones a favor del transporte público y los desplazamientos a pie, en bicicleta o por medios de transporte eléctrico. 140 municipios españoles a los que se podrán sumar aquellos municipios de más de 20.000 habitantes cuya calidad del aire no cumpla con los mínimos exigidos. Un cambio modal que afecta al 35% del tráfico con vehículos de combustión y a más del 50% de la población española.
Impacto ambiental
Según los datos proporcionados por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD), el transporte representa aproximadamente un 40% del consumo de energía total y supone en torno al 27,7% del total de emisiones de gases de efecto invernadero del país. A pesar de que durante el 2020 experimentó la mayor reducción interanual, un 17,6%, en abril de 2021 se batió un nuevo récord desde que comenzaron las mediciones en 1958. Aun así, solo las emisiones del transporte por carretera suponen el 25,6% del total de las emisiones GEI, de las que los turismos son responsables del 60 %, seguidos de las furgonetas, con un 30 % aproximadamente.
La actividad del transporte afecta de manera negativa a la calidad del aire. Solo el transporte por carretera es la mayor fuente de óxido de nitrógeno (39%) y una importante fuente de material particulado (13%), problema que se agrava en los núcleos urbanos, en los que vive más del 75% de la población en España, este es uno de los motivos por los que cada vez es más importante establecer programas de descarbonización del transporte y fomento en soluciones de movilidad sostenible.
Eficiencia del vehículo eléctrico
Según el análisis realizado por ETECNIC, DGQA y Plataforma Live sobre la comparativa según características principales para cada tecnología, se obtuvo que: El vehículo eléctrico puro (BEV) es el más eficiente de las tecnologías disponibles (hasta 4 veces más eficiente que el de gasolina), seguido de los híbridos enchufables (PHEV) y posteriormente los híbridos y vehículos a gas. Por lo que, el vehículo que menos emisiones genera es el vehículo eléctrico puro.
Eficiencia que aumentaría si consideramos que según los objetivos del Pacto Verde Europeo y la Ley de Cambio Climático, se pretende establecer el 74% en el ámbito eléctrico y el 42% sobre el uso final de la energía consumida en España provengan de fuentes renovables en 2030.
Ayudas económicas
Las ayudas, del Programa MOVES III, para particulares que adquieran un vehículo 100% eléctrico podrán llegar a una cantidad máxima de 9.000€ en el caso de furgonetas, 7.000€ para coches y 1.300€ para motos, siempre que den de baja un vehículo de más de 7 años, contribuyendo de esta forma a reforzar la tan necesaria economía circular.
Sin embargo, la agilidad de las administraciones para su tramitación y puesta en marcha es clave para que el usuario final pueda acceder a ellas y garantizar el cambio tanto en la flota como en el incremento de la infraestructura de recarga. De hecho, solo siete comunidades activaron en plazo el programa de ayudas MOVES III. Algo clave si consideramos que las empresas solo pueden optar a las ayudas de proyectos iniciados después de la fecha de activación del plan y para los puntos de recarga pública los solicitantes son al 100 % empresas.
Se hace necesario establecer ayudas al sector profesional de la distribución de mercancías, ya que el programa MOVES III no permite acceder a las ayudas para la adquisición de vehículos a autónomos dados de alta en la actividad de “Operaciones por cuenta ajena de transporte de mercancías por carretera”, dejando fuera al colectivo que representa a más del 80 % de los profesionales del sector del transporte, responsables de la toma de decisión y gestión del cambio de la flota.
Flota actual y adaptación de la industria
Debido a los efectos de la COVID-19, el volumen de producción de las fábricas españolas descendió en 2020. Sin embargo, la capacidad de adaptación y la alta demanda de los vehículos españoles permitió que España se mantuviera como el 2º mayor productor europeo y recuperase la 8ª posición a escala mundial. No debemos olvidar que la participación del sector en el PIB (fabricantes de vehículos y componentes) es del 8% y podría superar el 11% considerando la contribución del resto de sectores relacionados con la automoción (distribución, seguros, financieras, etc.). El sector automovilístico ocupa el 9% de la ocupación española.
España debe asegurar la correcta adaptación de las fábricas y del sector para que el 100% de los vehículos que se produzcan sean cero emisiones, actualmente solo 13 modelos cumplirían con el requisito establecido para 2035.
La industria de la automoción se enfrenta a un gran reto, en un momento en el que también se ha de hacer cara a la crisis de semiconductores, que está provocando escasez mundial de semiconductores y que se prevé que reducirá la producción de automóviles en todo el mundo hasta 7,1 millones de vehículos en 2021.
Infraestructura de recarga
El desarrollo del vehículo eléctrico ha de ir acompañado del desarrollo de la infraestructura de carga. Los objetivos para cumplir el plan establecido, a nivel europeo, se establece en 3,5 millones el número mínimo de estaciones de recarga pública que debe haber activas en 2030. Cifra que deberá triplicarse en la siguiente década, hasta alcanzar los 11,4 millones y los 16,3 millones en 2050. El objetivo a nivel nacional se fija en 100.000 puntos de recarga en el 2023 y entre 250.000 y 340.000 puntos de recarga en el 2030.
En este terreno, España tendría que hacer un mayor esfuerzo que Europa (40 % de crecimiento interanual frente al 30 %) para llegar al objetivo mínimo de 250 000 puntos en 2030. Por otra parte, en lo que se refiere a recarga pública rápida, España ocupa el cuarto puesto, ya que 2,5 de cada 10 cargadores en España son cargadores rápidos, frente a 1 de cada 9 en Europa.
La falta de interoperabilidad supone un freno más al despliegue de la movilidad eléctrica en España. De ahí que sea clave vincular las ayudas y subvenciones a este requisito, identificado ya en el 2014 como un factor clave en la directiva AFID y que reaparece de nuevo en el programa “Fit for 55” como requisito imprescindible para la infraestructura de recarga en la Red de Transporte Trans Europea (TEN-T). Con la interoperabilidad se mejoraría la experiencia de usuario en el momento de recargar el vehículo y habría más información sobre la accesibilidad al punto de recarga y mejores precios
Conclusiones
- Estamos viviendo la mayor evolución de la movilidad eléctrica tanto en España como en Europa
- Los turismos son responsables del 15% de las emisiones totales de CO2 en España. Aunque el 30% de los vehículos que fueron adquiridos en España durante el 2020 fueron electrificados, solo el 6,3% (correspondiente a los BEV y PHEV) ayudarían a conseguir los objetivos.
- 1 de cada 3 vehículos enchufables matriculados en España, se adquirió en modo renting, por lo que esta modalidad de alquiler de vehículos, se posiciona como un facilitador para acercar la movilidad eléctrica al usuario y la consecución de los objetivos.
- En el segmento autobuses, España se situó en 2020 como el tercer país de la UE con mayor cuota de mercado de autobuses de propulsión alternativa con 2 de cada 5 autobuses matriculados. Sin embargo, los autobuses con carga eléctrica (ECV) constituyeron solo el 2,4 %
- Durante el 2020 uno de cada tres ciclomotores vendidos en España fue eléctrico.
- El papel de la administración para la tramitación de las ayudas disponibles, la activación de infraestructuras, junto con la política de contratación pública, es una palanca clave para el impulso de la movilidad eléctrica.
- Aún con un objetivo ambicioso de 3,5 millones de puntos de recarga a instalar, entre 250.000 y 340.000 puntos a nivel nacional para 2030, se hace vital garantizar y vincular los fondos europeos a la interoperabilidad de la infraestructura de recarga.