Turismo tras la pandemia

Informe OBS: El turismo del final de la pandemia

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El turismo global perdió 2,4 billones de dólares en 2020 y perderá entre 1,7 y 2,4 billones en 2021

No te pierdas el Informe de OBS sobre el Turismo en el final de la pandemia

 

  • La inactividad aérea supuso la pérdida de 55 000 millones de euros del PIB español
  • El turismo representa el 12% del PIB español y da empleo a 2,6 millones de personas
  • España era la segunda potencia turística mundial, recibiendo 83,7 millones de visitantes extranjeros en 2019
  • Tras el COVID-19 el turismo será más sostenible y de calidad
  • Se prevé que el PIB español descienda entre el 1,4% y el 2,3% a causa del gran  descenso del turismo global

 OBS Business School ha publicado el informe de investigación: El turismo del final de la pandemia, realizado por Jorge Tuñón, Colaborador de OBS Business School.

Introducción

¿Cómo se viene diseñando esa vuelta a la “nueva normalidad turística”? ¿Qué sucederá con el turismo? ¿Cómo será viajar después de la pandemia? La incertidumbre económica y la falta aún de protocolos oficiales y consensuados a escala global (a pesar de loables iniciativas europeas como el pasaporte COVID), bien podrían llevar las previsiones futuras al territorio de la ciencia ficción. Es por ello que, a partir de este informe, pretendemos arrojar un poco de luz sobre la cuestión.

La pandemia y su impacto sobre el turismo

Ni que decir tiene que uno de los grandes derrotados de la pandemia de la COVID-19, que desde marzo de 2020 asola el planeta, ha sido precisamente el turismo global, que perdió 2,4 billones de dólares en 2020 y volverá a perder entre 1,7 y 2,4 billones en 2021, es decir entre un 1,9 y un 2,7 % del PIB mundial. No nos quedamos atrás en España, precisamente uno de los principales destinos mundiales, país para el que se prevé un descenso de entre el 1,4 y el 2,3 % de su PIB, según un informe presentado el pasado 30 de junio por la Agencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD 2021a).

Turismo en la España de la vacunación: tendencias y predicciones

Con el proceso de vacunación en apogeo, la predicción vuelve a confiar en el turista patrio, aunque se espera que los extranjeros retomen su buena costumbre de visitarnos, a pesar de las reticencias británicas (nuestra mayor fuente turística), las noticias que llegan de diferentes cepas como la Delta y la nefasta realidad de los macro-brotes juveniles. Tras un año bastante complicado y con una evidente fatiga pandémica acumulada, cabe preguntarse cómo serán las vacaciones de 2021 para los españoles.

Como no podía ser de otra manera, las restricciones por la pandemia y los cierres perimetrales y de fronteras han aumentado la necesidad de desconectar, escapar de la rutina, visitar a familiares y amigos y, en definitiva, de viajar. De hecho, según el estudio elaborado por IPG Mediabrands “Vacaciones 2021: Las claves de la vuelta”, el 70 % de los encuestados afirma que están deseando irse de vacaciones, y concretamente un 30 % tiene más ganas que nunca”.

Sin embargo, otras fuentes como Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR) detectan un menor entusiasmo previo al periodo estival: “la mitad de los españoles haría un viaje distinto este verano si no hubiera pandemia. Además, a dos de cada 10 españoles les resultan escasamente atractivas las vacaciones en las actuales circunstancias, aún con medidas de seguridad por la Covid-19”. Algo que viene refrendado por las estimaciones del Observatorio para las agencias de viajes: “se facturará entre el 50 % y el 80 % de los 101,5 millones de viajes realizados por los residentes españoles en 2020, una cifra que ya fue un 47,6 % inferior que en 2019 (Bermejo 2021).

El futuro: ¿hacia dónde vamos? ¿Cómo recuperar al viajero tras la covid-19? ¿Cómo será el turismo post-pandémico?

Una de las primeras inquietudes para la mayor parte de los países del mundo, pero sobre todo para aquellos más dependientes del turismo es: ¿Cómo recuperar al turista tras la devastación de la COVID-19? Detrás de esa pregunta subyace una realidad incontestable: los turistas hoy no perciben el turismo de la misma manera que antes de la pandemia. Tal y como confirman Such, Ramón y Aranda (2020), “hemos pasado de la preocupación por la saturación de los espacios y destinos, fenómeno denominado como “sobreturismo” (overtourism en inglés), a la preocupación por la distancia social. Va a ser necesario mitigar, en primera instancia, los efectos devastadores de la crisis COVID-19 pero sin perder la perspectiva a largo plazo”.

Igualmente, hasta la llegada de la pandemia hemos venido disfrutando de modelos turísticos que han democratizado el turismo, pero que habrá que ver si son capaces de sobrevivir a la pandemia. Nos referimos a la aviación de bajo coste y al modelo de alojamiento turístico a través de plataformas de intermediación digitales tipo Airbnb. Precisamente, una buena parte de las viviendas ofertadas en dichas plataformas, mayormente ubicadas en los centros urbanos, pasaron a ser comercializadas como alquileres de larga duración ante la ausencia de turismo, proceso que tendrá un importante impacto en la configuración de los barrios, algunos muy castigados por la masificación turística y los procesos de gentrificación.

Por mucho que pueda parecer contradictorio, iniciativas como el pasaporte COVID europeo demuestran que la salida a la crisis turística debe pasar necesariamente por la colaboración entre países, incluso con aquellos con los que se compite. Desde el punto de vista europeo, reforzar desde Europa los viajes por Europa no supone apostar por el proteccionismo sino por una “autonomía estratégica” europea en la geopolítica mundial, que también tiene su traducción en materia turística.

Conclusiones y futuro del sector turístico en un horizonte post-pandemia

Si bien resulta complicado predecir al milímetro el perfil del turista que saldrá de la pandemia, parece evidente un mayor énfasis en la digitalización de determinados procesos (ventas y reservas, soporte y atención al cliente, virtualización de determinadas experiencias, etc.) y la fidelización de los viajeros. El turista de 2021 en adelante no solo debe acostumbrarse, sino que será exigente al demandar el cumplimiento de medidas sanitarias y distanciamiento social (sobre todo en interiores). Además, apostará más por el turismo de cercanía, con un perfil, sobre todo en 2021, todavía principalmente nacional, en estancias a menudo más cortas y con carácter familiar. “Ante la incertidumbre de rebrotes y restricciones de movilidad, se seguirán dando dos consecuencias. Por un lado, la tendencia a reservar los viajes con poca antelación, lo que facilita la búsqueda de oportunidades de último minuto. Y, por otro lado, el esfuerzo de los establecimientos turísticos para ofrecer gran flexibilidad ante cancelaciones y cambios de fecha” (Sagrista 2021). Igualmente, se puede prever un turista más rural o natural, con tendencia a alejarse de las grandes masificaciones de antaño, así como un viajero de un poder adquisitivo superior al de temporadas pre-pandémicas (ahora viaja solo quien se lo puede permitir con motivo de los efectos socio-económicos de la COVID), es decir un turista de mayor calidad y gasto promedio.

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