Informe OBS: El sector energético en España, retos en un futuro inestable 2024
El 50% de la energía consumida en España ya proviene de fuentes renovables
- España está mejor que nunca, pero todavía lejos de los objetivos planteados; somos una potencia eólica global tanto en fabricación de equipos como en generación de energía en tierra firme, sin embargo, nuestro litoral presenta problemas para los parques eólicos marinos.
- Castilla y León, Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón y Galicia son las CCAA que generan más energía limpia. Cantabria, Comunidad de Madrid y Baleares a la cola.
- Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Navarra y Canarias son las CCAA que más demandan.
- Las nucleares sigue funcionando a pesar de las múltiples oposiciones y son, y en los próximos años seguirán siendo, fuentes fiables de producción de energía.
Enero 2024. OBS Business School publica el informe El sector energético en España: retos en un futuro inestable, dirigido por el ingeniero y profesor Víctor Ruiz Ezpeleta. En él se consolida la tendencia a aumentar la producción de energía mediante fuentes renovables. Durante 2023, las energías solar y eólica siguieron concentrando la mayor parte de las inversiones y proyectos, y se espera que siga siendo así en el futuro. También se prevé que el hidrógeno verde gane protagonismo, aunque al provenir su creación de energías renovables, estas deberán ser mayores. “La potencia de las energías renovables se verá multiplicada por un factor tres o cuatro en las próximas décadas, y con los compromisos adoptados en materia de energías fósiles, aumentará su aportación a más del 60%”, afirma el informe.
La producción de energía renovable
El 50% del total de la electricidad producida en España durante 2023 se debió a energías renovables (un 14,3% más que en 2022) y sigue creciendo. Fueron 116.844 GWh obtenidos gracias a una meteorología benévola de la que se han beneficiado las producciones de hidráulica, solar fotovoltaica y eólica, con unos aumentos sensibles respecto al año anterior del 39,4%, 32% y 2% respectivamente. El pasado 3 de noviembre, el sistema eléctrico español registró su máximo de participación del conjunto de las renovables sobre el total de electricidad producida en un día, con una cuota del 73,3%.
Sin duda estamos mejor que nunca, pero todavía lejos de los objetivos planteados. “Con el potencial que tenemos a nivel de energía solar y eólica, este porcentaje puede y debería ser mucho mayor en los próximos años”, afirma el profesor Ruiz Ezpeleta. Y es que nuestra dependencia energética del exterior era en 2021 del 69%. Por tanto, no solo debemos reducir esta cifra, sino que podemos convertirnos en exportadores con los consecuentes beneficios económicos y de reputación que conllevaría. La generación de puestos de trabajo y los ingresos por la venta contribuirían de manera esencial al desarrollo del país y lo pondría en la vanguardia mundial en cuanto a energía se refiere. Pero para ello es necesaria más inversión.
La Unión Europea debe seguir apostando por la investigación y la tecnología energética para suplantar la falta de materiales para producir energías limpias. Proyectos como el de fusión nuclear, lejano aún pero posible, puede dar el impulso definitivo al abandono de los combustibles fósiles. Mientras tanto, pasos más decididos hacia la energía renovable deberán darse en los próximos años para tener el 90% o incluso el 100% de la producción energética de fuentes limpias. El gran reto sigue siendo el almacenamiento.
Producción y demanda de energía por CCAA
Existe un gran desequilibrio entre comunidades autónomas españolas en materia de producción y consumo de energía. Aquellas que más pesan en el PIB de España son, sin embargo, minoritarias en materia de producción de energía. El ranking lo encabeza con diferencia Castilla y León, con 20.744 GWh generados, seguida por Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón y Galicia con cifras entre los 16.680 y 14.525 GWh. A la cola se encuentran Cantabria, Comunidad de Madrid y Baleares, que no alcanzan siguiera los 500GWh.
El informe considera que algunas comunidades deberían implicarse más y fomentar la creación de parques generadores de energía para poder cumplir los objetivos de la Unión Europea tanto para 2030 como para 2050. Además, considera necesaria una mayor aceleración en los estudios, proyectos, aprobaciones y licitaciones para depender cada vez menos de los combustibles fósiles y de energías provenientes del exterior. En cuanto a la demanda en nuestro país, entre enero y septiembre pasados fue de 183.762 GWh, un 4,1% menor que en el mismo periodo del año anterior. El consumo de energía renovable alcanzó en 2022 los 120.359 GWh, de acuerdo con datos del foro nuclear, produciéndose un leve descenso provocado por la disminución de la hidroeléctrica debida a la escasez de agua en los embalses.
Las CCAA con mayor demanda de energía son Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Navarra y Canarias. A la cola se encuentran Galicia y Cantabria. Está claro, por tanto, que las que más consumen no son las que más producen. Por ello, en algunos foros ya se ha planteado la posibilidad de una tarifa eléctrica regional para compensar aquellas comunidades mucho más productoras que consumidoras.
El precio de la energía
El precio del gas, y como consecuencia el de la energía eléctrica que llega a las industrias y hogares, está siendo decisivo tanto en las grandes empresas como en el pequeño comercio. Su coste ha supuesto un impacto muy grande en cristaleras, papeleras, alimentarias, cerámicas, etc., lo que ha provocado una disminución en la producción e incluso algunas han llegado a plantearse el cierre. El mercado eléctrico español se encuentra liberalizado y es de tipo marginalista, lo que significa que los precios no están regulados por el gobierno y todo está expuesto a una subasta. Se trata de un mercado que el informe considera injusto y no responde a las leyes de la economía. En 2023 se han ido moderando las tarifas y en los últimos meses han bajado sustancialmente, lo que ha aligerado las cargas económicas de muchos negocios. Tras el vencimiento de la llamada “excepción ibérica” que, según el Gobierno español, ha supuesto un ahorro de más de 5.000 millones de euros, habrá que ver cómo reaccionan los precios del gas. El 75% del precio estará marcado por el precio diario y el 25% por el de futuros, porcentaje que irá variando con los años.
Energía eólica
La eólica marina es una tecnología clave en la UE, donde crecerá desde los 12GW actuales hasta los 60GW en 2030, según la “Estrategia UE sobre las Energías Renovables Marinas” de la Comisión Europea. Es una de las grandes apuestas de la industria de las energías renovables. Sin embargo, aunque España es una potencia eólica global tanto en fabricación de equipos como en generación de energía con 27,5 GW de potencia instalada en tierra firme, lo que le convierte en el quinto país del mundo por detrás de China, EEUU, Alemania e India, nuestro litoral presenta problemas a la hora de implantar parques marinos. Tenemos una elevada profundidad y la tecnología de los proyectos actuales permite cimentaciones solo hasta los 50 metros. Sin embargo, el informe indica que se debe buscar el equilibrio para aprovechar las ventajas que tienen los más de 6.000 km de costa que poseemos.
Energía nuclear
Entre 1996 y 2015 los ciudadanos pagaron a las eléctricas algo más de 5.700 millones de euros (unos 1.300 solo en intereses) mediante sobrecostes en el recibo de la luz como indemnización por la paralización del programa nuclear en España. La Ley de Ordenación del Sistema Eléctrico Nacional (Losen) de 1994 estableció una compensación para las empresas afectadas por las inversiones ya realizadas. Así, Iberdrola, Sevillana (más tarde absorbida por Endesa), Unión Fenosa (hoy parte de Naturgy) y Endesa recibieron un total de casi 4.400 millones de euros. Sin embargo, este tipo de energía sigue funcionando a pesar de las múltiples oposiciones.
Actualmente, siguen produciendo energía eléctrica cinco centrales nucleares en España, con una potencia instalada de 7.398 MW. En el año 2022, sus siete reactores en activo generaron casi 55.983,50 GWh. Ahora mismo, el aporte de la energía nuclear en el abanico energético español es importante, ya que una quinta parte de la energía que se consume es producida por las centrales nucleares. Nuevas tecnologías, como los reactores rápidos, pueden ser una solución para alargar esta fuente. También se pueden poner en funcionamiento en los próximos años reactores nucleares de cuarta generación, que ofrecen sensibles ventajas respecto a los diseños existentes en España y prácticamente en todo el mundo. Estos generadores optimizan el uso del combustible, con lo que sería necesaria mucha menos cantidad y se producirían menos residuos radioactivos. Además, mejoraría su seguridad porque, en caso de producirse un accidente, solo sería necesario tomar medidas en el área ocupada por la central.
Contenido elaborado por:
Carmen García-Trevijano
Gabinete de Prensa de OBS Business School