Utilidades de la escucha activa en la gestión empresarial
Cuando hablamos de las habilidades directivas indispensables para un gerente o jefe de empresa, lo más normal es que mencionemos algunas como el liderazgo, la gestión de equipos y del talento o la negociación. Sin embargo, pocas veces se destaca una que tiene igual o incluso más importancia que todas las anteriores: la escucha activa.
Se trata, ni más ni menos, de la capacidad que debes desarrollar para comprender a fondo, y en toda su expresión, los mensajes de quienes te rodean e intentar ponerte en el lugar de quien actúa como tu interlocutor.
Importancia de la escucha activa en la dirección empresarial
Sí, quizá la escucha activa no haya tenido la misma repercusión que otras habilidades directivas, pero no por ello debe ser relegada a un segundo plano. De hecho, en algunas ocasiones se convierte en la principal herramienta de gerentes y directores como tú para el desarrollo exitoso de su papel.
Esto es así tanto en empresas grandes como en empresas pequeñas. ¿Te imaginas qué puede pasar si un jefe es incapaz de oír con atención los reclamos, las sugerencias, las ideas y las opiniones de quienes le rodean? O a la vez, ¿qué rumbo podría tomar una compañía de más de 500 empleados si las esferas directivas son indiferentes a la voz de sus colaboradores o de terceros que intervengan en sus procesos?
La escucha activa es fundamental para los procesos comunicativos, sobre todo si esa misma información es, además, parte del material productivo de la empresa, así como piedra angular de cualquier tipo de liderazgo.
¿Qué le aporta la escucha activa a una organización?
Pero vayamos al terreno de lo concreto y tratemos de ver de qué manera favorece la escucha activa de directores o gerentes de empresa en los entornos en los que llevan a cabo su lugar. ¿Se te ocurre alguna? Mira las siguientes:
- Aumenta la confianza hacia las esferas directivas. Lo peor que puedes hacer como director es evadirte de una situación difícil. Al contrario, la solución en estos casos pasa por ser más claro y transparente que en otra situación. Es cuando más debes ponerte a prueba y mostrarte como un referente para los que te rodean. Cualquier otra actitud hará que pierdas la confianza que tienes ante las personas que trabajan en tu entorno.
- Da tranquilidad en situaciones tensas. A veces el ser escuchado es una necesidad que debe ser satisfecha en su debido momento, sobre todo si se trata de situaciones de crisis o en las que haya conflictos laborales de cualquier tipo. Si los trabajadores ven que sus demandas o peticiones tienen respuesta, o que al menos se tienen en cuenta, la tensión propia del momento disminuye y los problemas pueden ser abordados en un clima más distendido.
- Estimula la participación. Escuchar atentamente al personal que tienes a cargo transmite seguridad y, además, genera un clima en el que las ideas y las demandas pueden ser valoradas a través del diálogo, la participación y, claro, el consenso. Esto es indispensable para cualquier clima laboral.
Así que ya lo sabes: la escucha activa es mucho más que una mera actitud ante un interlocutor. Es la piedra angular para que la comunicación, el liderazgo y la gestión humana tengan éxito. ¿Qué tan lejos estás de lograrla?