Qué hay que saber para calcular el costo de ventas
El costo de ventas es el resultado de la suma de los costes variables asociados con la generación de ingresos. Llevar a cabo el cálculo de forma correcta es la única forma de alcanzar el equilibrio necesario para fijar el precio adecuado a los productos o servicios que se comercializan.
Cuando se cometen errores al calcular el costo de ventas pueden darse dos consecuencias igual de negativas:
a) Fijación de un precio excesivamente alto, causante del desgaste de la ventaja competitiva, que puede terminar diluyéndose.
b) Determinación de un precio demasiado bajo, que provoca una caída en el margen de beneficios.
Al establecer el costo de ventas hay que pensar en términos de rentabilidad. Es importante determinar la cifra correcta para asegurarse, no sólo de que los precios de los bienes se han establecido de forma adecuada y proporcionarán un margen de beneficio bruto apropiado; sino de que el negocio está en disposición de maximizar su rentabilidad administrando los gastos generales.
Aspectos a tener en cuenta para llevar a cabo el cálculo del costo de ventas
Para un fabricante, el coste de ventas será el coste de los productos terminados en su inventario inicial más el coste de los bienes fabricados menos el coste de los productos terminados en el inventario final; mientras que para un empresario minorista será el coste de la mercancía en su inventario inicial más el costo neto de la mercancía comprada menos el costo de la mercancía en su inventario final.
A la hora de llevar a cabo el cálculo del Costo de ventas hace falta sumar las siguientes tres variables:
- Mano de obra directa: ¿conoces el gasto asociado a todos los empleados que tienes en plantilla? Además de lo que te cuestan sus nóminas y seguros sociales, también debes incluir en este apartado los costes asociados a los contratistas que prestan servicios a los clientes en tu negocio. No te olvides de sumar conceptos tales como seguro médico o dental, y cualquier otro beneficio proporcionado al personal en nómina, como los tickets de comida o el coche de empresa. Se trata, básicamente, de todos esos gastos que tienen que ver con la compensación y retención de los empleados directamente involucrados en la producción de bienes o la prestación de servicios.
- Gastos generales. Bajo este epígrafe se engloban conceptos que variarán en función del tipo de negocio de que se trate y la industria en que se encuadre. Las partidas de asignación de gastos generales se determinan como cualquier coste directamente relacionado con la generación de ingresos, aunque sin confundirse con los de ventas, distribución y marketing, que se relacionan con el conocimiento de la marca y la adquisición de clientes, quedando, por tanto, fuera de este cálculo por considerarse indirectos.
- Materiales. El costo de los materiales que intervienen en la creación de una pieza de inventario se considera parte de esta variable y es necesario tenerlo en cuenta para el cálculo del costo de ventas. Este tipo de gastos se suelen acumulan para terminar configurando el valor de inventario y, lo habitual es que no se muestran por separado del producto del que ya forman parte. Sin embargo, en un negocio de servicios que emite facturas basadas en tiempo y materiales, esos materiales se incluirían en materiales directos.
Cuando realices estos cálculos, no te olvides de incluir sólo esos costes que están directamente relacionados con el proceso de producción y recuerda que, los costes no recurrentes, ésos que se aplican una sola vez, normalmente al inicio de la actividad empresarial, también deberían excluirse del cálculo del costo de ventas.