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Tres principales técnicas de control financiero

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El control financiero es un elemento relativo a la sostenibilidad de las empresas que se puede llevar a cabo de diferentes maneras. No hay un solo modelo. Las necesidades son distintas en cada caso y los requerimientos, diversos.

Generalmente, este control se realiza a través de herramientas financieras que sirven como referencia para los encargados de esta área, así como para cargos relacionados, socios, inversionistas, auditores y, por supuesto, directivos y gerentes, etc.

Herramientas básicas para el control financiero

Existen diversas técnicas para llevar a cabo el control financiero de una empresa. Si eres un profesional de esta área, sabrás de lo que te estamos hablando. AúnAun así, valdría la pena echarles un vistazo y mencionar algunas de sus ventajas:

1. Presupuestos:

Sí, esta sencilla herramienta tiene un gran valor cuando hablamos de control financiero. El objetivo es planificar los resultados en un tiempo determinado de operaciones comerciales, incluyendo las partidas de ingresos y las de egresos. Todo, claro, desde la perspectiva de la estimación, es decir, realizando cálculos realistas, oportunos y fundamentados en datos o tendencias. Los presupuestos sólo serán de utilidad para el control financiero si son detallados, objetivos (no deben incluir valoraciones subjetivas), exhaustivos y, antes que nada, claros.

2. Análisis financieros:

Los análisis financieros se realizan sobre los programas que en esta materia quiera aplicar una empresa. Lo idóneo es que sirvan para anticiparse a posibles escenarios a los que debe enfrentarse el negocio, pero sobre todo que sepan dar una respuesta y aporten información sobre tres áreas:

  • Situación financiera de la compañía a corto plazo: se refiere a la capacidad de las empresas para asumir sus compromisos, operaciones o deudas en plazos breves. Además, interesan los niveles de liquidez para el desarrollo de la actividad comercial.
  • Rentabilidad: más que obtener un valor determinado, lo importante es elaborar un marco sobre el futuro financiero de la compañía y su eventual evolución ante las tendencias del mercado. Un elemento esencial en este caso es conocer si los beneficios de un período se han obtenido a raíz del negocio como tal o si son producto de inversiones o liquidez externas.
  • Situación financiera de la compañía a largo plazo: se refiere a la estructura de las inversiones y cómo podría el negocio afrontar posibles compromisos crediticios o financieros en el largo plazo, es decir, en un tiempo superior a los 5 años de actividad.

3. Auditorías:

No nos referimos concretamente a las auditorías orientadas a la detección del fraude y las inconsistencias fiscales. En este caso, hablamos de auditorías que se realizan de manera interna para llevar un control financiero a través del cual la directiva pueda tomar determinadas decisiones sobre el futuro de la empresa. Las puede ejecutar un tercer agente contratado para tal fin o directamente el propio personal de la compañía, en cuyo caso se cuenta con la ventaja de que sus responsables conocen de primera mano el terreno que están analizando. Tras la realización de buena parte de las auditorías suelen surgir importantes estrategias o planes de negocio.

¿Cuál de estas tres técnicas de control financiero crees que se adapta mejor a la realidad de tu negocio? Elijas la que elijas, recuerda que lo verdaderamente importante es alcanzar niveles de sostenibilidad y viabilidad.