¿Te conviene utilizar la metodología SCRUM en tus proyectos?
La metodología SCRUM se utiliza principalmente para el desarrollo de software, aunque tal como ocurre con otras metodología como el Agile Management, otros sectores están aprovechando sus beneficios implantando esta metodología en sus modelos organizativos. El SCRUM es, precisamente, una evolución del Agile Management. Por un lado el mercado demanda calidad, rapidez en la entrega y bajos costes, para lo cual una empresa debe ser muy ágil y flexible en el desarrollo de productos para conseguir ciclos de desarrollo cortos que puedan satisfacer la demanda de los clientes sin menoscabar por ello la calidad del resultado final. Es una metodología muy fácil de implantar y muy popular por los resultados rápidos que consigue. Por un lado, evita la burocracia y la documentación, de manera que los primeros resultados lleguen muy rápidamente.
Cómo funciona la metodología SCRUM
En primer lugar, diferencia dos elementos, los actores y las acciones. Los actores ejecutarán las acciones y se establecen cuatro tipologías:
- Dueño del producto: normalmente el cliente, que marca los requerimientos del proyecto.
- Experto SCRUM: el gestor de proyectos – o sea, tú – que velará porque la metodología se cumpla y guiará al resto del equipo.
- Equipo SCRUM: los desarrolladores que ejecutarán el proyecto.
- Usuarios: los beneficiarios finales del producto y a los que también se debe implicar desde un primer momento para que aporten sus opiniones y permitan mejorar el producto durante su desarrollo, antes incluso de haberse finalizado una primera versión del mismo.
En cuanto a las acciones, se dividen en varias categorías y están pensadas para minimizar el esfuerzo y maximizar el resultado.
- Product Backlog: tareas a realizar y objetivos que se pretenden conseguir, marcados por el dueño del producto y el experto SCRUM.
- Sprint Backlog: tareas que se realizarán en un plazo muy corto, entre dos y cuatro semanas. Al finalizarlo, se obtiene un entregable.
- Sprint Planning Meeting: reunión que sirve para decidir y planificar qué tareas pasarán del Product Backlog al Sprint Backlog.
- Daily SCRUM Meeting: reunión operativa que se realiza cada día mientras dura el Sprint Backlog en la que cada miembro del equipo comenta qué tareas ha realizado, cuáles va a realizar durante el día y qué riesgos percibe.
Una vez terminado un Sprint Backlog se revisa y se extraen las lecciones aprendidas de cara al próximo Sprint Backlog. Además, se habla del Burn Down, todas las tareas y requerimientos pendientes de ser tratados.
Cuándo es bueno para ti utilizar la metodología SCRUM
No es necesario, ni siquiera conveniente, utilizar la metodología SCRUM en todo tipo de proyectos. Por eso debes saber qué requerimientos debe tener tu proyecto si quieres utilizarla con eficacia:
- Equipos pequeños: cuando en tus proyectos los equipos de trabajo no superan las 8 personas. Aunque existen casos de empresas que la han utilizado con éxito en equipos más grandes, no es recomendable.
- Poca necesidad de documentación: si el cliente te exige que todo el proyecto esté muy bien documentado desde el principio (fases de consultoría y de tomas de requerimientos largas) SCRUM no es tu metodología. Sin embargo, si sus expectativas son las entregas rápidas y tener mucho control sobre el proyecto, el SCRUM te resultará muy útil porque se enfoca precisamente en este aspecto.
- Proyectos con riesgos de cambios durante el proceso: como la metodología SCRUM ejecuta el proyecto en fases cortas de dos a cuatro semanas, permite mucha flexibilidad a la hora de acometer cambios a mitad del proyecto, ya que tras cada fase se replantean las tareas y los objetivos.
- Confianza en la metodología: serás el encargado de velar que se cumpla, por lo tanto, antes de trabajar en un proyecto con SCRUM debes aprender bien cuáles son sus principios y maneras de operar y sentirte cómodo con ellos, para poder traspasar esa confianza al resto de los actores de tu proyecto.