¿Sabes cómo gestionar los recursos tecnológicos de tu empresa?
Uno de los factores más importantes para la innovación y la competitividad de las empresas es saber gestionar los recursos tecnológicos. Para desarrollar adecuadamente esta gestión es recomendable plantearse tres líneas estratégicas que son:
- Optimización de los recursos tecnológicos.
- Valorización.
- Protección.
Luego veremos esto con más detalle, pero primero profundizaremos en el concepto de recurso tecnológico.
¿Qué son los recursos tecnológicos de una empresa?
Todos aquellos gracias a los que es posible recopilar y administrar los activos intangibles de una empresa, y que permiten al negocio llegar a ser más efectivo.
Así, nos encontramos con recursos tecnológicos que son globales y utilizados por la mayoría de las empresas, y otros que son más exclusivos y que son clave a la hora de obtener ventaja competitiva.
Recursos tecnológicos globales más comunes
- Sistema de gestión del contenido de la web y la Intranet (CMS).
- Gestor de relaciones con los clientes (CMR).
- Servidor central.
- Red informática.
- Servicios de telefonía.
- Licencias de software.
Estrategias para gestionar los recursos tecnológicos con éxito
Optimización
Con los recursos tecnológicos de que dispone una empresa no solo se debería actuar para optimizar al máximo su utilización en la consecución de los objetivos del negocio, sino que también sería adecuado reposicionarlos.
Con reposicionamiento me refiero a la opción de diversificar el uso de esas tecnologías para entrar en sectores o mercados diferentes.
En muchas empresas se utilizan tecnologías dirigidas a ofrecer productos, soluciones o servicios dentro de unos sectores determinados. Sin embargo, esas mismas tecnologías podrían ser utilizadas para producir soluciones para otros sectores.
En este caso, la mayor dificultad se puede presentar en el área comercial por el desconocimiento del sector, pero puede ser una oportunidad para provocar un cambio de paradigma dentro de él. Como la historia económica nos demuestra, habitualmente son los outsiders los que provocan la destrucción creativa schumpeteriana.
Valorización
Los recursos tecnológicos de una empresa no solo deben optimizarse sino que deben valorizarse. Con valorizar debemos entender aumentar el valor de los activos tecnológicos, o al menos mantenerlo.
Pero aquí no estoy hablando de valor contable sino del valor intangible empresarial de esos activos. Bajo esta visión podemos considerar, por ejemplo, el mantenimiento de maquinaria que ya está amortizada pero que debido a su peculiaridad o a determinadas modificaciones tiene una importancia estratégica.
Conozco casos de empresas que han mantenido ciertas máquinas que sus competidores habían ido eliminando, y que con el tiempo les han permitido convertirse en un monopolio tecnológico porque eran los únicos que disponían de esa tecnología. Para sus competidores, el coste de adquisición tenía un payback a un plazo demasiado largo.
Protección
Los conocimientos que se tienen en una empresa como consecuencia del desarrollo propio de tecnologías, o por el uso y adaptación de las tecnologías adquiridas a terceros, constituyen unos activos intangibles de obligatoria protección, como ocurre con la propiedad industrial. Bajo esta perspectiva, las opciones que tenemos son tres: las patentes, el secreto industrial y la divulgación.
Esta última es una estrategia de protección peculiar e interesante que algunas empresas han utilizado, especialmente cuando desarrollan una tecnología y quieren que sea usada masivamente como estándar. Podría ser el caso del software de código abierto.
Cómo sacar más partido a las estrategias de gestión de los recursos tecnológicos
Desde la perspectiva de la innovación, las empresas deberían definir un plan de actuación que integre y coordine estas tres líneas estratégicas que hemos señalado. No es razonable realizarlas por separado, sino que constituyen un sistema de componentes enlazados que, con su sinergia, aumentan el valor intangible de los recursos tecnológicos.
Veamos algunos ejemplos:
Con respecto a la optimización de recursos tenemos el caso de empresas proveedoras del sector automoción, que debido a las exigencias de calidad de este han visualizado una oportunidad en convertirse en proveedoras de otros sectores con altas exigencias de calidad, como podría ser el aeronáutico, o el de productos para odontología.
Con respecto a la valorización, podemos citar a aquellas empresas que han desarrollado proyectos para mejorar sustancialmente sus tecnologías (propias o de terceros) con la colaboración de sus proveedores, con el soporte de universidades o centros tecnológicos, o solamente con personal interno. Aquí también podríamos enlazar con la optimización de recursos si observamos que, como consecuencia de la entrada en un nuevo sector, podemos adquirir una posición de liderazgo si evolucionamos las tecnologías de las que disponemos o incorporamos nuevas tecnologías necesarias para ciertas actividades del sector que complementan a las que tenemos. Siendo además conscientes de que, con esas nuevas tecnologías, podemos provocar un cambio tecnológico en los productos de sectores históricos que supongan una disrupción.
Tanto en los casos de optimización como en los de valorización es muy importante la protección del conocimiento de la empresa, tanto para evitar que la competencia lo adquiera a coste cero como por la posibilidad de obtener el monopolio que supone una patente. Pero también está la opción de licenciar ese conocimiento a terceros (incluso competidores) y con ello obtener mayores ingresos.
Como conclusión te planteo esta pregunta: ¿sabes cómo gestionar los recursos tecnológicos de tu empresa de la mejor forma posible?