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Qué es Business Intelligence y para qué sirve

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Probablemente hayas oído hablar del término que es Business Intelligence, también conocido (aunque menos) como Inteligencia Empresarial. Se trata de un concepto extremadamente importante para la gestión de proyectos, así como para la productividad de la empresa en general.

Pero ¿Qué es y qué implica realmente? En este post responderemos a esta pregunta y ofreceremos una serie de claves para utilizar la Business Intelligence de la forma más eficaz posible.

¿Qué es Business Intelligence?

Comencemos viendo qué se encuentra realmente detrás de este término.

Si vamos a responder a la pregunta de qué es Business Intelligence, empezaremos diciendo que con él nos referimos a un conjunto de metodologías y recursos (tecnologías, software, productos, etc.) que permiten realizar dos procesos:

  1. Transformar datos en información.
  2. Transformar información en conocimiento.

De hecho, hay quienes contemplan como Business Intelligence únicamente el segundo proceso, reservando para el primero el concepto de Business Operation. Sin embargo, dado que es Business Intelligence quien se encarga de crear conocimiento, podemos reunir ambos procesos en este único término. Teniendo esto en cuenta, en lo que queda de post y para poder ofrecer una visión más global, contemplaremos Business Intelligence como el conjunto de ambos procesos.


Ahora bien, para comprender realmente qué es la creación de conocimiento, debemos saber qué significan cada uno de los tres términos que reúnen los dos procesos anteriores:

  1. Datos. Los datos son la unidad mínima con la que la empresa puede trabajar. El nombre y apellidos de un empleado, el SKU de un producto o una dirección de correo electrónico son ejemplos de datos. Son totalmente objetivos y se utilizan principalmente para crear bases de datos que nos sirvan como herramienta de consultas rápidas futuras.
  2. Información. En el momento en el que distintos datos se procesan y se unen en un contexto determinado, podemos hablar de información. Dicho de otro modo: la información está formada por un conjunto de datos procesados que comparten un contexto o finalidad común. Un ejemplo de información lo encontramos en las gráficas generadas a través de una hoja de cálculo, que nos permiten comprender cómo se relacionan unos datos con otros y, a partir de lo observado, tomar una serie de decisiones de negocio.
  3. Conocimiento. Por último, el conocimiento implica ir un paso más allá de la información. Es el resultado de haber utilizado esta para obtener conclusiones a partir de la experiencia y del know-how de una persona experta en el área a la que corresponde a la información. En otras palabras: cuando una persona experta en la materia recibe la información y, través de una serie de conexiones y predicciones basadas en su experiencia y su know-how, le proporciona un valor añadido útil para la empresa, estamos hablando de conocimiento. Dicho conocimiento puede transmitirse a otras personas con el fin de que lo utilicen para que la empresa pueda generar beneficios.

Por lo tanto, mientras que para transformar los datos en información solo es necesario conocer las herramientas, informáticas o no, que permitan hacerlo, para transformar la información en conocimiento será necesario contar con personas expertas en el área a la que la información hace referencia. No debemos olvidar nunca que la finalidad de ese término que es Business Intelligence es crear un conocimiento que permita tomar mejores decisiones en la empresa y optimizar los procesos que se llevan a cabo en ella.

¿Para qué sirve Business Intelligence?

Ahora que hemos comprendido qué es Business Intelligence, llega el momento de ver algunos de los procesos empresariales en los que puede contribuir:

  • Gestión de proyectos: a partir de la información obtenida a través de una serie de datos relativos al project management, una persona experta en dicha área puede generar un conocimiento que permita gestionar proyectos de forma más eficaz y eficiente. Por ejemplo, cuestiones relacionadas con la planificación temporal, la organización de recursos o la motivación de los empleados que participarán en el proyecto.
  • Creación de presupuestos: a la hora de comenzar un proyecto, la elaboración de presupuestos puede beneficiarse de la Business Intelligence siempre y cuando exista una persona experta en el tema.
  • Asignación de recursos: si una persona experta dispone de información acerca de los recursos disponibles para un proyecto, podrá crear un conocimiento que permita asignarlos de la forma más eficaz posible.

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