¿Qué cualidades personales se espera de un Project Manager?
De un Project Manager se esperan cualidades profesionales como la planificación, la capacidad de respuesta, la gestión del tiempo, la motivación y la facilidad para la toma de decisiones. Sin embargo, ¿te has puesto a pensar qué cualidades personales se necesitan para desempeñar esta labor?
Tipos de competencias para ser un buen Project Manager
El Project Manager es quizá uno de los cargos más versátiles en el terreno de la gestión empresarial. No cualquiera puede desempeñarlo, pues además de los conocimientos técnicos y especializados, hacen falta otros de diversa naturaleza.
Los estándares han cambiado. El terreno profesional ha evolucionado hacia modelos centrados sobre todo en las personas y el talento, y por eso hoy día no solo es necesario poseer conocimientos sino, sobre todo, saber aplicarlos.
En el caso de un Project Manager, existen tres tipos de competencias básicas: las que son propias del conocimiento técnico o la especialidad; las que dejen ver el desempeño del Project Manager a la hora de aplicar dichos conocimientos; y, por último, las que son propias de la persona (que no el profesional) que ocupa dicho cargo.
Project Manager: cualidades personales esenciales
Vamos a centrarnos en estas últimas, es decir, en las cualidades personales que debe desarrollar un Project Manager. ¿Cuáles son y qué tanta incidencia tienen en su día a día? Repasemos las 6 más importantes:
- Liderazgo:
Un Project Manager debe ser la figura visible del proyecto que lidera. Pero no por un afán de figuración o cosa parecida. El objetivo de su liderazgo es la capacidad de influir positivamente en su medio y generar transformaciones.
- Comunicación eficaz:
También debe saber comunicar del modo oportuno y con los medios oportunos. Y es necesario que inspire confianza al hacerlo. La eficacia de su comunicación se medirá en la calidad de sus mensajes y en los resultados que se deriven de ello.
- Empatía:
Sentir empatía significa entender a quienes trabajan con él; es decir, comprender sus razones, motivaciones y deseos, y ponerse por un momento en su lugar. El buen Project Manager abre la puerta al diálogo y la conversación, y valora las situaciones con una visión integral y sin juzgar de antemano.
- Sentido de la justicia:
Como es habitual que en su labor diaria se encuentre con conflictos, es preciso que el Project Manager tenga un concepto claro de la justicia y que sepa aplicarlo en las situaciones que así lo ameriten. Evitará a toda costa la parcialidad y sus decisiones siempre se justificarán en razones objetivas y no personales.
- Ética y valores:
Es importante que tenga clara su escala de valores. Pero ojo, no en función de lo que él piense en relación con ciertos temas o situaciones. Aquí lo importante es la eficacia de los procesos, y por tanto se trata de cultivar prácticas que promuevan la solidaridad, el trabajo en equipo, la productividad, etc.
- Escucha activa:
Del mismo modo que dialoga, el Project Manager debe saber escuchar a quienes interactúan con él. La escucha activa no es solo una cuestión de respeto por el otro. También es la mejor forma de conocer a los equipos de trabajo, a los colaboradores y socios vinculados al proyecto, y en general de mostrarse cercano con todo lo que ocurre a su alrededor. Es decir, es una forma de implicarse a fondo.
En una época en que el factor humano se considera el mayor capital de las empresas, las habilidades personales juegan un papel decisivo a la hora de ejercer las labores de Project Manager. Todos los profesionales son, en el fondo, personas.