Por qué adoptar una estrategia de desarrollo incremental
Definir una estrategia de ejecución de un proyecto nunca debe hacerse de manera aleatoria. Los proyectos tienen motivaciones y características distintas, lo que implica un trabajo previo de sus responsables para definir la metodología más adecuada. Las estrategias de ejecución generalmente varían en la forma de plantear el proyecto, pudiendo ser de dos tipos básicos: de resultados o de desarrollo incremental. El primer tipo se caracteriza por delegar funciones que se desarrollan cada una por separado y cuyo enclave sólo se produce al final del proceso. Ésta fue una forma de trabajo muy propia de los modelos funcionalistas de los años 60, 70 y 80's. Por el contrario, los métodos de desarrollo incremental plantean una ruptura con los del primer tipo: abogan por la ejecución de un proyecto dividido en distintas fases, las cuales se conocen con el nombre de iteraciones. ¿Cuáles son, entonces, las ventajas de optar por un método de desarrollo incremental? ¿En qué se benefician los proyectos con su aplicación?
Puntos clave en la estrategias de desarrollo incremental
- Cada fase del proyecto es asumida como un miniproyecto: se emplean los mismos métodos de trabajo en cada nueva etapa sin que la importancia entre una y otra sea mayor o menor. Todas tienen el mismo valor.
- El cliente no debe esperar al final del proceso para conocer los resultados. Cada fase de trabajo supone una entrega parcial y, en cada entrega, el cliente puede intervenir de manera activa para corregir eventuales fallos o sugerir mejoras.
- El desarrollo incremental está concebido como una estrategia que promueve un esfuerzo final mínimo. Es decir, la presión ya no recae exclusivamente en la fecha del cierre del proyecto, sino que esa misma presión se ha diseminado en cada etapa previa. Al final, la entrega es casi una etapa más del plan de ejecución.
- El equipo de trabajo experimenta una evolución a lo largo del proceso. Cada entrega posibilita el análisis de los aciertos y los fallos parciales y permite, al mismo tiempo, la adopción de medidas para mejorar los resultados.
Beneficios del desarrollo incremental para una empresa
- Mayor satisfacción del cliente: al permitir la intervención del cliente en cada fase de trabajo, la empresa puede tener un mejor conocimiento de las expectativas del destinatario del proyecto. El objetivo es aprender a gestionarlas favorablemente. Por ejemplo, en los casos en los que el cliente no sabe qué necesita o cuando se introducen cambios estando el plan en marcha.
- Gestión de cambios: lo más probable es que se deban realizar variantes durante el tránsito de una iteración a otra. El modelo de desarrollo incremental permite hacerlo de manera natural, planificada y con la vista puesta en las fases posteriores. La idea es dejar el más mínimo margen a la improvisación.
- Aumenta la productividad: el grupo de trabajo asume una actitud autocrítica en cada fase del proyecto. Los fallos y los inconvenientes salen a flote durante las entregas parciales. Esto ayuda a incrementar el nivel de implicación de cada miembro del equipo y a descubrir talentos o habilidades que hasta el momento no habían quedado patentes para la ejecución del proyecto.
- Optimiza la financiación y los riesgos: las entregas parciales contribuyen a una mejor gestión de los costes totales del proyecto y de las opciones de riesgo. El líder del plan debe tener la capacidad de extrapolar cada nuevo resultado a las fases finales y determinar si los presupuestos iniciales siguen siendo viables.