Metodología de gestión de proyectos: cuatro modelos
No existe una sola metodología de gestión de proyectos. Hay casi tantas como necesidades empresariales. Sin embargo, nunca está de más echar un vistazo a aquellas que marcan tendencia gozan de una buena reputación en el mercado.
Si eres director de proyectos y quieres ponerte al día en este sentido, no te pierdas el siguiente post. ¡Tendrás información de primera mano!
¿Qué es un modelo de gestión de proyectos?
Un modelo de proyecto es una colección de reglas y directrices que se utilizan para ejecutar un proyecto. El modelo del proyecto a menudo se ilustra gráficamente para facilitar compartir información con los miembros del equipo.
Es frecuente para cualquier tipo de iniciativa incluir en un modelo indicaciones acerca de:
- Roles
- Actividades
- Descripciones de flujos de trabajo
- Hitos
- Documentación
¿Cuáles son los métodos y técnicas de un proyecto?
Hay muchas técnicas que pueden emplearse en el transcurso de una iniciativa, como Gantt, PERT, CPM o la estructura de descomposición del trabajo. Lo habitual es aplicarlas en el marco de una metodología de gestión de proyectos, como cualquiera de las siguientes:
¿Cuáles son las metodologías de un proyecto?
- Waterfall. Para algunos, se trata de una metodología demasiado básica, poco indicada para proyectos complejos. Su principal ventaja es lo fácil que resulta de aplicar.
- Ágil. Recomendada para proyectos son iterativos e incrementales, aporta una estructura clara que fomenta la colaboración, facilita la introducción de cambios y permite alinearse con el cliente en todo momento.
- Lean. Minimizar el desperdicio y maximizar el valor generado son sus principios de base. Puede aplicarse a cualquier tipo de iniciativa.
- Scrum. Similar a Agile, la característica principal de esta metodología de gestión de proyectos son sus roles.
- PMI (PMBOK). Esta guía muestra los cinco grupos de procesos en que se puede dividir una iniciativa y explica la forma de conducir cada uno de ellos al éxito, tomando las mejores decisiones.
- Six Sigma. La búsqueda de la calidad y la atención sobre las metas de proyecto resultan clave para esta metodología, que hace posible minimizar los errores.
- Kanban. Otra metodología de gestión de proyectos de la gama Ágil, que pone énfasis en la autonomía del equipo y pone el foco en mantener visibilidad sobre los flujos de trabajo.
¿Cuál es la mejor metodología de gestión de proyectos?
La gestión de proyectos del siglo XXI no puede entenderse sin la ayuda o mediación de herramientas, recursos y soportes técnicos que contribuyen tanto a implementar las actividades previstas como al seguimiento y control de las mismas.
Todas las metodologías de gestión de proyectos se rigen básicamente por dos aspectos: alcanzar el mejor estado del proceso de manera constante y, al mismo tiempo, tener la posibilidad de optimizar sus resultados.
Ahora bien, también es preciso aclarar que las metodologías no son idóneas en todos los casos. Los proyectos tienen distinta naturaleza y por ello requieren de estrategias de implementación que respondan a sus objetivos específicos.
O, dicho de otro modo: la mejor metodología de gestión de proyectos es la que responde a las necesidades de cada proceso en todos los aspectos.
Metodología de gestión de proyectos aplicada en cuatro modelos
Las exigencias del escenario actual han hecho que algunas metodologías de gestión de proyectos se impongan en el uso diario y que, incluso, creen tendencia de cara al futuro más próximo en esta materia. Te presentamos cuatro de ellas:
1. Tradicional:
El objetivo de este modelo es la división del proyecto en fases y la ejecución de las labores en forma encadenada. Cada fase superada supone la consecución de un objetivo parcial. Sus elementos esenciales son: inicialización, planificación, ejecución, monitorización y cierre de proyecto.
2. Prince2:
Más que la división del trabajo en fases, en este modelo lo que importan son los resultados obtenidos. La idea central es detectar a tiempo los fallos o problemas de modo que el resultado no se vea afectado. Sus puntos clave son: experiencia, roles, gestión por fases, gestión por excepción y orientación hacia el producto.
3. Cadena Crítica:
En este caso el énfasis no está ni en las fases ni en el producto. Por el contrario, lo importante son los recursos de los que se dispone para la ejecución de tareas. Se basa en principios como la identificación de restricciones, la jerarquización de tareas más importantes dentro de la cadena y la subordinación de aquellas otras que no tengan el mismo impacto que las primeras.
4. Ágile:
Es el más flexible de los cuatro modelos y uno de los más implementados en el contexto actual. Su fundamento habla de la capacidad de modificar las tareas cuando se encuentran en marcha con el objetivo de ir ajustando el producto lo más posible a la exigencia del cliente. Las bases de Agile son básicamente tres: inicio o elección de los objetivos, desarrollo del sprint y cierre.
La metodología de gestión de proyectos se puede aplicar a través de estos cuatro modelos, pero también de otros que día a día irrumpen en el mercado. Ten en cuenta que la gestión no se detiene y que está siempre en sintonía con el plano empresarial.