Las direcciones financieras ante la escalada de tipos de interés
Aunque ya hemos analizado en anteriores posts de este blog la actual situación macroeconómica, y en concreto las subidas de tipos de interés; ante el extraordinario incremento que han experimentado el coste de la deuda en estas últimas semanas conviene revisitar la situación y valorar qué pueden hacer las direcciones financieras en este entorno tan complicado.
¿Por qué están subiendo los tipos de interés?
Como comentamos, el incremento de los tipos de interés es una consecuencia directa del actual escenario de muy alta inflación. Cumpliendo con su objetivo establecido de mantener la estabilidad de precios, los bancos centrales están aplicando medidas de política monetaria en esa dirección. Por ejemplo, la reserva federal americana ha subido tipos en marzo por primera vez desde 2018, y recientemente anunció subidas aún mayores para mayo. El banco central europeo por su parte aún no inició los incrementos hasta que terminen las compras de bonos (QE), probablemente en verano.
¿Y subirán aún más los tipos de interés a corto o medio plazo?
Además de los mencionados incrementos ya aplicados o anunciados, el mercado está descontando que van a aplicarse subidas adicionales en lo que queda de año: por ejemplo, el Euribor a 6 meses tiene hoy un spot en torno al -0,3% tras las últimas subidas, pero la curva forward ya se pone en positivo en un año, y por encima del 1.3% solo en tres años. Parece que el mercado estima que se van a necesitar subidas de tipos aún superiores para controlar la alta inflación.
¿Cuál es la previsión de tipos de interés a largo plazo?
La situación es tan incierta, que como hablábamos las curvas forward de tipos de interés son más altas en el medio plazo que en el largo, es decir que resulta más barata una cobertura a 25 o 30 años que en el plazo más habitual de 5 a 10. Es una situación anómala que ha ocurrido solo en contadas ocasiones en el pasado.
¿Tiene sentido entonces cubrirse con tipos fijos o mantenerse en variable?
Aunque los tipos estén subiendo, con una perspectiva cortoplacista puede parecer más conveniente tener hoy tipos variables ya que las coberturas a varios años son más caras. No obstante, hay que tener en cuenta también el futuro y es posible que merezca la pena contratar coberturas para mantener el tipo de interés fijo ante posibles subidas aún mayores: desde luego mirado en retrospectiva hubiera merecido la pena hacerlo hace unos meses.
¿Qué pueden hacer las direcciones financieras ante esta situación?
Las direcciones financieras tienen que estar listas y preparar sus compañías ante este escenario tan volátil de altos tipos de interés. Sin embargo, como hemos analizado no está claro que las subidas de tipos que el mercado está descontando sean menores que las que vayan a ocurrir en la realidad; ya que sería el caso en que merecería la pena tomar una cobertura. Pero es posible que desde un punto de vista de riesgo tenga sentido cubrirse para mantener un coste estable de la deuda ante un potencial incremento aún mayor del esperado, frente a un hipotético ahorro en caso de menores tipos.